El Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII) del CONAHCyT reúne a destacados científicos en todo el país. En la Universidad Autónoma de Sinaloa, contamos con más de medio millar de miembros de la UAS que forman parte de este sistema. Esta cifra es una muestra de la calidad de la investigación en nuestra universidad; sin embargo, resulta valioso profundizar en el análisis de este grupo para obtener una visión más precisa de nuestras fortalezas, identificar áreas de oportunidad y definir estrategias para impulsar aquellos campos ya consolidados.
Para evaluar el impacto de la ciencia en nuestra institución, presentaremos estadísticas basadas en el ‘índice h’ de estos investigadores, una medida de su relevancia profesional a nivel internacional. Se analizarán un total de 573 investigadores de la UAS, que forman parte de la lista de resultados del SNII en 2023. Este índice refleja el número de publicaciones con al menos ese mismo número de citas (por ejemplo, un índice h de 4 indica 4 artículos con al menos 4 citas cada uno). Estos indicadores son públicos y pueden consultarse en Scopus.
Para ponerlo en perspectiva, según Hirsch, el creador del índice h, un “científico exitoso” debería alcanzar un índice h de 20 después de 20 años de carrera. Un “científico destacado” tendría un índice h de 40, mientras que un “científico excepcionalmente influyente” alcanzaría un índice h de 60.
La UAS presenta una mediana del índice h de 6 entre sus investigadores, con valores que oscilan entre 0 y 105. Según la definición de Hirsch, la mayoría de los investigadores de la UAS aún están lejos de ser considerados “científicos exitosos”, aunque algunos superan ampliamente el umbral de “científico excepcionalmente influyente”. A continuación, se explorarán estos valores en mayor detalle, analizando su distribución en las distintas áreas del conocimiento.
Los investigadores están clasificados dentro del SNII en las siguientes áreas: I. Físico Matemáticas y Ciencias de la Tierra; II. Biología y Química; III. Medicina y Ciencias de la Salud; IV. Ciencias de la Conducta y la Educación; V. Humanidades; VI. Ciencias Sociales; VII. Ciencias de Agricultura, Agropecuarias, Forestales y de Ecosistemas; y VIII. Ingenierías y Desarrollo Tecnológico.
El análisis del índice h en la UAS muestra una diferencia notable entre las áreas de Ciencias y Tecnología frente a las de Humanidades. Las áreas de Humanidades (IV, V y VI) presentan valores bajos y rangos limitados, con medianas de 3 a 4 y máximos de 10 a 16, lo que refleja un menor impacto científico a escala mundial.
Las áreas de Ciencias y Tecnología en la UAS muestran índices h más altos y una mayor dispersión en sus valores. En particular, el área I (Físico Matemáticas y Ciencias de la Tierra) destaca con valores máximos que alcanzan hasta 105, la cifra más alta de todas las áreas, a pesar de contar con pocos investigadores (43 miembros). Estos resultados subrayan la importancia de fortalecer con mayor intensidad las áreas de Ciencias Exactas, ya que, aunque tienen menos miembros, logran mucho más en términos de impacto internacional.
La mitad de los investigadores de la UAS se concentran en dos áreas: Ciencias de Agricultura, Agropecuarias, Forestales y de Ecosistemas, que representa el 25.1 por ciento del total (148/573), y Ciencias Sociales, con un 25.8 por ciento (144/573). A pesar del basto número de miembros, estas áreas no son las de mejor rendimiento en proyección internacional. En particular, Ciencias Sociales muestra los índices h más bajos, con una mediana de solo 3, lo que implica que estas áreas, al ser tan numerosas, influyen notablemente en el promedio general de la relevancia internacional de la investigación universitaria.
El análisis indica que las áreas con mayor número de miembros no siempre logran los niveles de calidad internacional esperados en sus resultados. Esto destaca la necesidad de reconsiderar la política científica de la UAS. Además de contar con personal altamente calificado, es fundamental asegurar un apoyo económico suficiente y sostenido para fortalecer la investigación universitaria y alcanzar un mayor impacto global, así como mayor influencia a nivel regional.
Urge un cambio de visión en la UAS para impulsar el desarrollo científico de forma efectiva, con beneficios tangibles para la sociedad sinaloense. Con un compromiso real y financiamiento sostenido, la UAS tiene el potencial de acercarse a los estándares de calidad internacional en investigación.
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