"Desafíos de Lauro Meléndrez en Codesin. Sinaloenses, acompañantes estratégicos"
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Hay un punto de ruptura entre lo tradicional y lo osado con la designación de José Lauro Meléndrez Parra como presidente ejecutivo del Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa, que es a la vez un salto audaz no solo en la integración de la nueva directiva sino en los propósitos a lograr. El tránsito hacia el relevo generacional donde importe más el producto que la envoltura es lo que se otea detrás de la decisión unánime que cala a quien construyó una empresa sólida y ahora va por un Codesin moderno.
El parteaguas supone también la encrucijada entre lo conservador y la innovación: el gatopardismo que finge cambios para que todo siga igual o las nuevas ideas frente a derroteros que por disruptivos requieren de modelos creativos, producto del consenso público como vías de legitimación y funcionalidad. Quizá sea el primer paso para unir la experiencia de unos con el brío de otros.
El viernes 28 de febrero, la sesión extraordinaria del pleno del Codesin logró un acuerdo terso para que Lauro Meléndrez relevara en el timón a José Mario Cadena Bórquez, concretándose el viraje a un replanteamiento que irá tomando forma en las próximas semanas, tendiente a revisar, recalcular y fortalecer las oportunidades con la corrección de las debilidades. ¿Necesariamente debe ser el Consejo algo que sea propio del sector privado y no de vinculación y empatía con los sinaloenses en general?
Al asumir la presidencia ejecutiva, Meléndrez Parra se comprometió al máximo de sus capacidades para mejorar lo que recibe y con la humildad que lo caracteriza se dijo honrado en ser el séptimo empresario en tomar la responsabilidad, resaltando la labor de quienes lo antecedieron “hombres de empresa a quienes aprecio y reconozco por su generosidad al aportar su tiempo, su prestigio y su talento para el desarrollo del estado”.
Al llegar al Codesin Lauro Meléndrez genera expectativas enormes sobre todo en vinculación con la sociedad, inyectarle sangre nueva a la planeación de futuro de Sinaloa, siluetear los ejes estratégicos del desarrollo económico, instrumentar acciones de preservación de lo ya avanzado y hacer que confluya el capital privado nacional y extranjero con los proyectos que se implementen.
Tendrá tareas importantes a desarrollar, pero la principal es que la ciudadanía conecte con la identidad y propósitos del Consejo, que la vea como tractor de oportunidades para todos los sectores cambiando la percepción de que es una instancia elitista, un club de ricos. La prioridad es acompañar al Codesin de más sociedad y eso se logra estructurando proyectos de desarrollo económico que signifiquen bienestar colectivo.
Es posible también adelantar la importancia del momento en que Lauro Meléndrez llega al Codesin. Políticamente es la mejor coyuntura ya que al Gobernador Quirino Ordaz Coppel se le percibe decidido a dejar una buena herencia en materia de instituciones que cuiden, pero sobre todo que fortalezcan, la infraestructura creada para el desarrollo económico y social. Hace falta ese guardián de lo que le es útil a Sinaloa ya que las tentaciones por borrar los aciertos del pasado están de moda en la actitud del poder público.
Ordaz Coppel, quien es el presidente honorario del Consejo, delineó algunos de los rasgos novedosos que habrá de tener este organismo. “Muchos de los proyectos que están cristalizándose o en proceso de aterrizaje en el estado son ideas que nacieron del Codesin; gracias al tesón, a la tenacidad, a la perseverancia, gestión e insistencia, porque si bien no son los ejecutores de las políticas públicas, sí están encima de que eso suceda, y eso es la importancia para alcanzar el nivel de vanguardia que queremos para nuestra entidad”.
Es decir, a Lauro Meléndrez le corresponderá planear y sentar las bases no para lo que resta del mandato de Quirino Ordaz ni del siguiente Gobernador. Tendrá que proyectar su quehacer al menos a medio siglo después, pasando de lo coyuntural al futuro estratégicamente viable. Más claro: dejar el cortoplacismo que lo implica en temáticas donde nada tiene que ver, para adelantar la visión del Sinaloa que se requerirá para lo que le resta al siglo en curso, donde sí hay mucho por hacer.
No lo podrá lograr solo, por supuesto. Ni con los mismos de siempre. Al ser elegido para catapultar al Codesin hacia la posmodernidad se le encarga la encomienda de ser el factor pinza entre experiencia y gente nueva y de ello depende por cierto la larga y productiva vida de la institución que se fundó en 1995 con el propósito de unir esfuerzos entre el sector público y privado para motivar el desarrollo económico permanente. Aunque esta vez tendrá que incluir en ese objetivo a un acompañante indispensable: la sociedad.
Reverso
Y vale aquí un buen Consejo,
Para que del sombrero por fin,
Saque el fabuloso conejo,
El nuevo mago del Codesín.
El PRI nonagenario
En los 91 años que cumple hoy, al PRI lo han matado y revivido tantas veces que ya no sabe si es un fantasma o un sobreviviente. De pronto se pierde y resulta que reaparece vivo, que andaba de parranda. Ahora resulta que en la era de la Cuarta Transformación cobra aliento ya sea con la botarga del PRIAN o como cazador que atisba a que el Movimiento Regeneración Nacional pague el costo de ser gobierno. Puede ser que no haga fiesta, pero tampoco los opositores acudirán a un velorio.