Democratizar a la UAS, pero sin Madueña
El campus, cuartel de campaña del Rector

OBSERVATORIO
25/03/2025 04:02
    Viciada de origen, la candidatura de Madueña representa una burla grotesca al propósito de democratizar a la UAS. Es el montaje, sin lugar a dudas, para legitimar a un pretenso de evidente catadura ilegal por el referente de que la justicia en vez de resarcirle a la Universidad el daño financiero que causaron los saqueadores, le concede el atípico desagravio al atracador, premiándolo con la exoneración y la prolongación del actual y siguiente botín.

    Desde que el 27 de noviembre de 2024 la todavía no fundada dispensa judicial le permitió regresar a ejercer la Rectoría de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Jesús Madueña Molina arrancó la campaña para reelegirse en el cargo disponiendo de los recursos institucionales económicos, humanos y técnicos para tomar ventaja, al estilo de su mentalidad que le dice que la Ley se les aplica sólo a los bueyes del compadre. Al presentarse hoy a formalizar su aspiración continuista se le debería negar el registro, si es que valiera la normatividad que rige el proceso y hubiera quién la hiciera respetar.

    Es que la nueva Ley Orgánica en los preceptos concernientes a la designación de Rector representa un monumento de permisiones y exenciones para Madueña Molina. Está por comprobarse que la 63 Legislatura del Congreso del Estado por las prisas de cerrar el episodio de conflictos optó en septiembre de 2024 por parir un ratoncito. Ni siquiera en los tiempos de la llamada dictadura perfecta del Partido Revolucionario Institucional hubo reglas electorales tan fáciles de transgredir.

    El Congreso restableció el derecho a la reelección que en la iniciativa original no venía, impuso la mordaza a los opositores al prohibir señalamientos sobre la UAS y sus autoridades; promueve el fraude al establecer que los candidatos no tendrán representantes ni observadores en los centros de votación ni de conteo de votos, y en ningún momento exige que el Rector en funciones renuncie en caso de que pretenda reelegirse.

    Por eso y más, viciada de origen la candidatura de Madueña representa una burla grotesca al propósito de democratizar a la UAS. Es el montaje, sin lugar a dudas, para legitimar a un pretenso de evidente catadura ilegal por el referente de que la justicia en vez de resarcirle a la Universidad el daño financiero que causaron los saqueadores, le concede el atípico desagravio al atracador, premiándolo con la exoneración y la prolongación del actual y siguiente botín.

    El Rector violenta la convocatoria, por ejemplo, al utilizar a Radio UAS como comité de campaña que responde a la crítica en calidad de vocería del pretenso, y embiste desde sus micrófonos y voces sumisas a la única opositora a la vista, que es Denise Díaz Quiñónez, atacándola a través de recursos económicos y humanos que implican el funcionamiento de la emisora institucional. Usa a gran parte de la plantilla académica al hacer proselitismo algunos maestros en las aulas universitarias en pro del madueñato.

    Corre en las redes sociales un promocional en el cual Marcos Verde, campeón olímpico en la categoría de box, agradece al candidato a la reelección el hecho de haberlo apoyado para acudir a los Juegos de París 2024, y en el mismo contenido son interrogados alumnos que previamente instruidos se pronuncian a favor de un segundo período para Madueña. ¿Esto no es hacer campaña anticipada? ¿No significa utilizar toda una Universidad para solapar la ambición de poder y rapiña de un solo hombre?

    ¿No constituye rebeldía ante los plazos y reglas de la elección? ¿Acaso no es reírse de la necesaria equidad para los perfiles participantes? ¿Tampoco se convierte en activista del naciente cacicazgo el Consejo Universitario que en la misma sesión donde aprobó que Madueña busque la reelección permitió la manifestación de profesores y estudiantes para aclamar un triunfo todavía no alcanzado con los fundamentos de la Ley Orgánica? ¿Deveras no es cosa de imparcialidad que el Rector aspire a reelegirse teniendo el mando y a sus pies la estructura universitaria, que utiliza con descaro e impunidad?

    A reserva de que ocurra el noble movimiento estudiantil que rescate a la UAS de los expoliadores, llama la atención que la legión académica haya determinado acogerse a los reductos del silencio que colocan en situación de desamparo al alma máter. Que los miles de padres de familia permanezcan en estado apático no obstante el riesgo en que se halla la única posibilidad de que los jóvenes de bajos ingresos económicos accedan a la educación profesional y así se forjen mejores futuros.

    Igual de evidente y lamentable es el asentimiento por indiferencia de cámaras empresariales, asociaciones de profesionistas, organismos de promoción de la transparencia y combate a la corrupción, de los partidos incluyendo en estos al Movimiento Regeneración Nacional, y autoridades federales, estatales y municipales que todos en el cónclave de los indolentes lucen imperturbables ante el disparate de que Jesús Madueña repita cuatrienio en la Rectoría de la UAS unas semanas después de que la justicia lo vinculó a procesos judiciales por mal uso de las finanzas universitarias.

    Reverso

    Tras la rapiña sin remordimiento,

    A la UAS ofrece Jesús Madueña,

    Asestarle como resarcimiento,

    La reelección a la malagueña.

    El ejemplo de la BUAP

    En la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla un robusto movimiento estudiantil se encuentra en pie de lucha para evitar la reelección de la Rectora Lilia Cedillo, la primera mujer en llegar al cargo, postulando los universitario el principio de la alternancia democrática. Entre otras demandas plantean que no haya candidaturas únicas en los procesos de designación de autoridades universitarias y que si el “voto blanco” (los que no votan) resulta con mayoría absoluta sea anulada y repuesta la elección. Exigen también la creación de comisiones temporales de vigilancia de la elección conformadas por estudiantes seleccionados aleatoriamente.