Los ciudadanos han dado un importante paso en la consolidación del rumbo del país. En la elección histórica del 2 de junio pasado marcaron un hito en la historia. Y esa actitud no es casual, corresponde a una determinación bien pensada, a la firme idea de consolidar la democracia en el país, a la voluntad de afianzar sólidamente la economía con bienestar.

    Mientras el país ha dado un vuelco importante hacia la democracia, la derecha se ha quedado vociferando. En las elecciones recientes le pasó un tsunami encima a esa derecha, debilitándola al grado de perder uno de sus miembros --el PRD--su registro, y sumir al resto del prian en una crisis de liderazgo. Esa corriente política el pueblo la desdeñó para siempre, no tienen futuro político, de su actual debacle no se levantan, los ciudadanos cada vez asumen una actitud más resuelta frente a esa corriente del pensamiento retrógrada y clasista. Los ciudadanos los tienen bien identificados como sus adversarios históricos.

    Los ciudadanos han dado un importante paso en la consolidación del rumbo del país. En la elección histórica del 2 de junio pasado marcaron un hito en la historia. Y esa actitud no es casual, corresponde a una determinación bien pensada, a la firme idea de consolidar la democracia en el país, a la voluntad de afianzar sólidamente la economía con bienestar. Todo eso implicó la soberana voluntad de los ciudadanos el 2 de junio pasado. De ninguna manera debe considerarse espontánea la decisión de votar por la izquierda por parte de los ciudadanos. Su decisión fue meditada, sufragaron en las urnas a favor de continuar la gran transformación que vive el país.

    Los ciudadanos van a estar muy atentos y unidos al gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, apoyándola en la línea trazada por la cuarta trasformación, de eso no hay duda. Los planes de gobierno se van a llevar por el camino elegido, de eso hay total certeza en este país que, con las bases estructurales que construyó el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, en corto tiempo podrá dar un salto de dimensiones insospechadas en su economía y en la atención a la agenda ciudadana. Hay indicadores que señalan con certeza lo que señalamos. México tiene un deslumbrante futuro, pronto vamos a corroborar esto en los hechos.

    El equipo de la presidente electa, Claudia Sheinbaum, afina su programa de gobierno para el próximo sexenio, que incluye continuar con la gran obra de infraestructura en todas las regiones del país. La vuelta de los trenes, mediante una gran red ferroviaria moderna que extenderá sus arterias por todo el país, la construcción de presas y sistemas hidráulicos que permitan asegurar el agua en las ciudades y en el campo, la defensa del maíz como producto esencial de los mexicanos y cuidar la ecología y el medio ambiente, son destacados planes que sin duda permiten tener buenos augurios en el futuro próximo, para beneplácito de nuestro pueblo.

    No vemos obstáculos que no podamos vencer con el empuje de los ciudadanos, que apoyan la cuarta transformación, que viene impulsando el gobierno y que tendrá en el presente sexenio la encomienda de consolidar el modelo de progreso económico con bienestar para todos, no sólo, como sucedía en el pasado, para una minoría depredadora. Hay un espléndido ambiente político, para desarrollar los programas sociales que está impulsando el gobierno en bien del pueblo.

    La transformación del país, previsiblemente, se va a acelerar gracias al ambiente político y el apoyo ciudadano al gobierno electo. No hay duda de que se llevarán a buen puerto todos los programas de transformación que el gobierno se ha propuesto realizar para mejorar la vida de sus pobladores. Por su parte, los sectores sociales tienen certeza en su gobierno, que se apresta a realizar cambios sustantivos para consolidar la democracia y mejorar la impartición de justicia, plena, expedita. Esta va a ser una realidad con la reforma que se impulsa en el poder judicial.

    La reforma a la Corte Suprema de Justicia es un clamor unánime de la población, ya que se llegó al hartazgo por la apabullante corrupción a que se había llegado en el funcionamiento del sistema jurídico. Todo mundo sabe que la Ley en México estaba cancelada para el pueblo y que el dinero y el poder inclinaban a favor de los poderosos su balanza. Es un mandato popular reformar el funcionamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para sanear esa importante institución no queda más recurso, en la actualidad sólo sirve a los intereses de los dueños del dinero, eso tiene que terminarse y hacer que sirva a los intereses del pueblo.

    El proceso de transformación del país es indetenible. El pueblo se ha empoderado de la conducción de la Nación, esa es una verdad insoslayable que tiene mucho peso en la vida política del país. Los cambios sustantivos a lo largo y ancho de la patria son imparables y la democracia llegó para transformar el corazón del país: todo lo que sea necesario cambiar se va a cambiar sin cortapisas en bien del pueblo y del país entero; hacia allá se camina con pasos firmes y seguros.

    Los ciudadanos tienen plena certeza en la transformación que se viene dando en todo el territorio nacional. Apoyan con denuedo la transformación con entusiasmo inusitado, como no se había visto en los últimos tiempos.

    -

    lqteran@yahoo.com.mx

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!