Deletreando el adiós de Quirino Ordaz. El quid: Informe 5 y visita presidencial
Las despedidas de los políticos que desempeñan altos cargos de la función pública simbolizan inequívocamente el cierre de un ciclo y la apertura del juicio social, como le sucederá al Gobernador Quirino Ordaz Coppel en el lapso de una semana, de domingo a domingo. Ayer acudió al Congreso del Estado a llevar su quinto y último Informe y el 12 de septiembre le entregará en Culiacán al Presidente Andrés Manuel López Obrador los hospitales General, Pediátrico y Centro de Salud que serán la obra icónica que cerrará el período de cuatro años y diez meses de la actual administración estatal.
Estos adioses no son como cualquier otro porque en realidad lo que finiquitan es el desempeño de tanto poder y lo que abren es la definición de cómo los retendrá la memoria ciudadana. Es decir, el nivel de satisfacción derivado de los beneficios recibidos, o el disgusto por lo fallido, operan para que en diferentes regiones de un mismo estado la percepción sea distinta. En Mazatlán, por ejemplo, la gente está contenta por la asombrosa transformación que para bien tuvo ese destino turístico, pero en Culiacán la opinión pública le reprocha que haya dejado impunes a los ex colaboradores del gobierno que encabezó Mario López Valdez, acusados de cometer diversos delitos constitutivos de corrupción.
Sin embargo, los claroscuros del balance comenzarán a verse una vez que Rubén Rocha Moya rinda protesta como Gobernador, el primero de noviembre. La cortesía política aconseja permitir pausas de urbanidad en tanto uno se va y otro se instala, aunque al primer minuto de tomar la estafeta el recién llegado defina la suerte del ex. En su discurso del 31 de diciembre de 2016, Quirino Ordaz le leyó la cartilla a Malova en lo referente a la afectación descarada de las finanzas pública durante aquella cínica “piñata” sexenal. “Una gran exigencia ciudadana a los gobiernos hoy en día, y con toda la razón, es que exista una absoluta transparencia y un decidido combate a la corrupción. La honestidad será nuestra bandera”, le dijo.
Pero en espera de conocer los rasgos inaugurales del rochismo, ayer empezaron otras cuentas regresivas. Al comenzar el ritual político de la transmisión del mando, Quirino Ordaz quiso limar asperezas con la 63 Legislatura con la cual tuvo evidentes desencuentros por el mayoritario bloqueo del Movimiento Regeneración Nacional contra las iniciativas y presupuestos del Mandatario local. “A veces ha habido diferencias, pero siempre en busca de seguir enriqueciendo y fortaleciendo las tareas en favor de la sociedad sinaloense”, afirmó.
Al hacer entrega del Informe a Roxana Rubio Valdez, presidenta de la Mesa Directiva, el Gobernador manifestó el reconocimiento al Congreso “por su enorme trabajo, colaboración y coordinación y siempre acción en favor del pueblo sinaloense, poniendo por delante y enfrente los intereses de la sociedad. Hemos compartido una sola meta y objetivo: trabajar para los sinaloenses. Orientar los recursos en las obras más sentidas, anheladas por quienes tenían mayor rezago y marginación en ciudades y municipios”.
Destacó Quirino Ordaz lo logrado en obras e infraestructura pluvial e hidráulica traducido en evitar inundaciones, seguridad pública que permitió abatir los índices de incidencia delictiva, la transparencia que hace posible que la Auditoría Superior de la Federación ubique a Sinaloa dentro de los tres estados con menos observaciones en las últimas evaluaciones, las presas Santa María y Picachos que avanzan con el apoyo del Presidente López Obrador, la iluminación a espacios deportivos en colonias y comunidades rurales, abatimiento de las aulas de cartón, y en salud mencionó los efectos de la pandemia de coronavirus “que nos cambió la vida a todos” y la construcción de cuatros hospitales públicos que harán un antes y un después en el servicio y la dignidad a la población.
Otro asunto de esta clausura a contrarreloj tiene que ver con la presencia de López Obrador en medio del ocaso del quirinismo. Si bien es cierto que el Presidente le pone énfasis a los asuntos de salud pública y al planteamiento de crear un sistema nacional de salud consolidado, al cual Sinaloa le aportará bastante con la infraestructura hospitalaria a inaugurar y agregando el Hospital General de Mazatlán a tal bono cedido a la Cuarta Transformación, igual es verdad que AMLO acude a cerrar con broche de oro la buena relación, sorpresivamente excelente, que tuvo con Quirino Ordaz. Si no fuera así, para qué venir.
Mucho ojo con estas dos cuestiones. El Informe 5 y la visita de AMLO. Si hay que dar por hecho la frase atribuida a Jesús Reyes Heroles que dice que en política la forma es fondo, la asistencia de Quirino a la sede del Poder Legislativo va más allá de la ocurrencia dominguera de ir a saludar campechanamente a la bancada hostil que en muchas ocasiones le trató de afectar la gobernabilidad. Y en dicha invitación a leer entre líneas los últimos actos del mandato de Quirino Ordaz va implícita la decodificación de los signos de la que quizá será la última visita presidencial durante el gobierno aún vigente en Sinaloa.
Búsquenle al gato tres pies,
Por ser muy alegre este adiós:
No hay con qué hacérsela de tos,
O lo protege San Andrés.
Ya para que cada uno lo interprete a su manera, en el último trecho del mensaje ante el Congreso, Quirino Ordaz soltó expresiones que dan para muchas conjeturas: “seguiremos construyendo unidos la grandeza de Sinaloa”, dijo, y le dio un “norte” a su sucesor, Rubén Rocha Moya, a quien definió como “un hombre serio, de bien, que hará un buen trabajo a favor de los sinaloenses”: estar siempre cerca de la gente. De paso también le deseó éxito a la 64 Legislatura en la misión de “consolidar esta transformación ya en marcha”. Vamos viendo cómo lee cada quien estas tres frases.