@tatclouthier
Ya pasado un mes de haber dejado el encargo al frente de una dependencia federal tomo el compromiso de escribir y compartir con ustedes reflexiones quincenales. Como lo dije el día de mi salida, agradezco ese gran aprendizaje y oportunidad y sobre todo compartir con muchos y muchas patriotas el trabajo a favor de México.
Dicho lo anterior, considero que hoy me llama adentrarnos a nuestra realidad de Sinaloa. Los gobernantes locales y estatales, así como los representantes de la población, están obligados a cumplir con sus mandatos y, en este caso, digo yo que los emanados del proyecto del Presidente conocido como el partido Morena. El partido y sus miembros han repetido una y otra ocasión el lema que los enarbole además de la Patria: “No mentir, no robar y no traicionar”.
Pongo el comentario anterior en la mesa, pues desde tiempo atrás se venía escuchando que en el municipio de Mazatlán se habían adjudicado unas luminarias que a todas luces tenían un precio más del 300 por ciento del real o del que se puede localizar en el mercado tradicional. Así las cosas, Noroeste sacó a la luz el tema y por lo que entiendo tuvo eco y finalmente y a favor del todo las cosas se movieron para terminar en un juicio político a “El Químico” Benítez.
El hecho me dolía, pues me tocó hacer campaña con “El Químico” y consideré que entendía de qué se trataba el reto que nuestro actual Presidente ponía como invitación a quienes le acompañaron.
Regreso al tema central y me parece poco atinada la movida del Gobernador de querer o de buscar salvar al Presidente Municipal mazatleco, porque entonces no parece que tiene el compromiso de una lucha clara y real contra la corrupción, o peor aún, dejaría ver que se repite un proceso como el de Culiacán, en donde lo que se busca es tomar posiciones en las alcaldías para su gente que no ganó en las urnas, un tema más grave aún. No obstante, no juzgo por adelantado y espero que el tiempo ponga las cosas en su lugar.
Sin embargo, si deseamos caminar por el lema de Morena y seguirlo fielmente, se tiene frente al estado un reto mayúsculo en relación a atender otro tema que parece de corrupción o encubrimiento por decir lo menos. Me refiero al tema de la UAS, en donde, según la publicación pasada de Noroeste, los fundadores del PAS ganan 38 por ciento más que aquellos que no pertenecen o no fundaron el instituto político.
Reconozco que el problema de esta preferencia, que parece más corrupción, no es tarea directa del Gobernador, sin embargo, sí tiene una gran oportunidad frente a sí, como también los legisladores de su partido y nuestra querida Merary, y pueden mostrar que van con todo al solicitar a la Auditoría, no solo del Estado sino a la Federal, una investigación a fondo de lo que sale un día y otro también del uso faccioso, curioso y posibles desvíos en la Universidad Autónoma de Sinaloa, vinculados a gastos e influencias del ex Rector y hoy cabeza de partido, Cuén. Este tema podría ser equiparable al de la Estafa Maestra, que terminó, por decir lo menos, en un proceso que puso de entrada tras las rejas a la propia ex Jefa de Gobierno, Rosario Robles.
No cabe duda que las oportunidades están ahí y mal harán si no las toman en cuenta para poder mostrar con hechos que sí se tiene un tinte distinto y se está a favor del pueblo, pues no cabe duda que la autonomía de las universidades públicas no es libertinaje en el uso y destino de los recursos de nuestros impuestos.
Ya sucedió durante el gobierno de Fox con algunos recursos raramente utilizados en la UAS, esperamos que hoy sí se pueda poner punto final, pues de lo contrario no hay dinero que alcance para cumplir con el derecho a una educación pública de calidad y gratuita si seguimos desfondando a tan sagrada institución.