Del dicho a lo hecho...

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    En su 5to. Informe, AMLO expuso que “los delitos del fuero federal se han reducido 24 por ciento, los homicidios en 17 por ciento, los feminicidios en 29 por ciento, el secuestro en 80 por ciento y el robo en 26 por ciento...” pero, según la Organización Causa Común, citada por Paula Rojas en su columna en El Universal del 4 de septiembre, ‘señaló que esas estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública están incompletas, pues se refieren únicamente a delitos que tienen carpeta de investigación, es decir, el 7 por ciento del total’.

    Tratando de aclarar un poco la confusión de las cifras que declara el Presidente diariamente en sus “mañaneras”, así como a lo expuesto en cuatro documentos “oficiales” sobre los resultados de su gestión presidencial y del cumplimiento de sus intenciones y de sus “sueños” y profecías, se compararán algunas de esas pretensiones, sus alcances y sus logros con la vida real: los cuatro documentos son:

    1. El libro “2018: La salida, decadencia y renacimiento de México”, publicado en 2017.

    2. “Las 50 medidas para que los funcionarios aprendan a vivir en la justa medianía, lograr ahorros, transparencia y evitar la impunidad”, publicado en 2018.

    3. El libro “A la mitad del camino”, publicado en 2021, y

    4. El Quinto Informe de Gobierno presentado este 1ro. de septiembre.

    En todos estos documentos se habla de logros y resultados que chocan con la realidad que diariamente se ve, se siente y se sufre, en materia de seguridad, de salud, de educación, de gobernabilidad y de orden social en general.

    En su primer libro de 2017, López Obrador “profetiza” que para 2024, se tendría ya un México sin violencia, sin delincuencia organizada, no se tendrían desapariciones y se respetarían los derechos humanos. Se gozaría de “una política económica con desarrollo y seguridad con un buen nivel de bienestar, con valores culturales, morales y espirituales”. Agrega que “México, en 2021 sería autosuficiente en maíz y frijol y para 2024 también en arroz, carne de res, puerco y pollo”.

    Habría que detenerse aquí para hacer una evaluación rápida comparándola con la realidad y “los otros datos”, con los que vemos, sentimos y sufrimos diariamente:

    Según el índice de Paz, México 2023 que publica el Instituto de Economía y Paz, “aunque con la pandemia se tuvieron progresos marginales en 2021 y 2022, en los últimos 4 años de este gobierno se han registrado 30 mil homicidios y hubo 24 muertos por cada 100 mil habitantes en 2022, la décima sexta peor tasa del mundo”, además, “los niveles de violencia costaron a México 4.6 billones de pesos en 2022”.

    En su 5to. Informe, AMLO expuso que “los delitos del fuero federal se han reducido 24 por ciento, los homicidios en 17 por ciento, los feminicidios en 29 por ciento, el secuestro en 80 por ciento y el robo en 26 por ciento...” pero, según la Organización Causa Común, citada por Paula Rojas en su columna en El Universal del 4 de septiembre, “señaló que esas estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública están incompletas, pues se refieren únicamente a delitos que tienen carpeta de investigación, es decir, el 7 por ciento del total”.

    Además, si se lee el 5to. informe, no se hace referencia al sensible problema de las desapariciones y, como dice Paula Rojas, tampoco a las “extorsiones de los cárteles sobre los limoneros, aguacateros y transportistas”.

    La Organización Causa Común, en 8 meses de 2023, “ha registrado más de 4,400 crímenes terribles como torturas, masacres, descuartizamientos y asesinatos de mujeres y niños”.

    Existen cuando menos dos factores cuya sola existencia desmienten las cifras expuestas por el Presidente en su 5to informe: En primer lugar el aumento de los grupos de “autodefensas”, ante la ineficacia de las autoridades para detener los actos delictivos, como declaran las “67 comunidades de dos municipios de Guerrero que amenazaron con ‘levantarse en armas’ si no les garantizan seguridad”; e igualmente lo han dicho los transportistas; este fenómeno de los autodefensas se ha vuelto común en las áreas rurales ante la lenidad de las autoridades y la impunidad con la que se realizan actos de violencia extrema.

    En segundo lugar, está la ineficiente militarización de Entidades y Municipios; constantemente se informa de “la llegada” de cientos de militares a alguna zona con problemas; luego anuncian que “se trasladan destacamentos militares a otros lugares en dificultades”, pero el problema continúa, pues los militares llegan y luego los trasladan a otra parte mientras que los delincuentes sí se quedan y continúan con sus actos de violencia y terror; mover tropas de un lugar a otro no resuelve nada.

    Además, hay que recordar que seguimos importando millones de toneladas de maíz, frijol y prácticamente todos los granos; la cacareada autosuficiencia alimentaria ha sido sólo un mito.

    En fin, son unas las “declaraciones felices” y es otro el sufrimiento del pueblo de México.

    En la siguiente entrega se seguirá comparando “lo dicho con lo hecho”.