Si alguien le dijera que pensara en el nombre de Debanhi o Itzel seguramente se le vendrán a la mente dos lamentables historias de mujeres que ya no están con nosotros y la culpa la tiene Usted al igual yo, la tenemos todos.
El caso de Debanhi (18 años) cobró relevancia nacional al saberse que había acudido a una fiesta y que las amigas con las que iba la habían dejado en el lugar de la fiesta (un lugar alejado de su casa) habían enviado un chofer de “confianza” de una aplicación, que al momento de realizar el viaje no lo registró en dicha aplicación pero que le tomó una foto en donde se aprecia a Debanhi en una carretera, siendo esto por muchos días lo último que se supo de ella.
Mucho se cuestionó si las amigas hicieron mal en dejarla sola, si el chofer hizo bien al dejarla que se bajara y solo tomara la foto. Los padres así como el resto de la sociedad deseábamos que apareciera bien, lamentablemente los días transcurrieron y el día de ayer se confirmó que un cuerpo que había sido encontrado en una cisterna de un motel, era el cuerpo de ella, culminando sus 18 años de vida así.
Itzel (21 años) nació en Sinaloa, y el caso de ella no cobró relevancia nacional, pero sí estatal, su historia es lamentable, ella salió a trabajar pero no llegó a su trabajo, esto en El Fuerte, Sinaloa. Pasaron horas donde la sociedad la buscó, encontrándola enterrada en el patio de una casa ese mismo día.
Debanhi e Itzel eran dos mujeres mexicanas a las que le fallamos como país, como humanos, pero especialmente como hombres, hombres que estamos acostumbrados a creernos superiores a las mujeres por el simple hecho de pertenecer al género masculino.
En ambos casos, hombres tuvieron injerencia en sus trágicos destinos, para el caso de Debanhi, el chofer que tenía como obligación llevarla sana y salva a su casa, decidió (según los reportes en la prensa) tocarle los senos, por lo que ella bajó del auto, quedando así en riesgo. Itzel tampoco encontró apoyo en un hombre, por el contrario, ya que gracias a cámaras de video se descubrió que el vecino del lugar donde trabajaba fue quien forcejeó con ella y la obligó a meterse a dicho domicilio, de donde no salió.
No quiero hablar de las leyes, ni de los procesos que se lleven a cabo derivado de estos lamentables hechos, sino de lo “fácil” que decidieron estos dos hombres hacer lo que deseaban hacer, en el primer caso, tocarle los pechos a una mujer de 18 años y el segundo meterla a un domicilio en contra de su voluntad. ¿Por qué? Porque pudieron, porque no pasa nada, porque las mujeres exageran, porque ellas son las que provocan, ese tipo de respuestas tan arraigadas en nuestra sociedad son claros ejemplos del poco valor que se le otorga a la mujer en nuestra sociedad.
Hay ocasiones en donde nuestro país sorprende, se une y trabaja en equipo, generalmente esto sucede después de desgracias como el terremoto de la Ciudad de México, donde la sociedad actuó independientemente de lo que hizo o dejó de hacer el gobierno. Espero que estas desgracias nos hagan unirnos como sociedad y empezar a enfocarnos más en nuestro trato hacia las mujeres en el día a día. Haga el siguiente ejercicio, platique con su madre, con su esposa, con su hija, hermanas, pregúnteles si han sido acosadas, si se han sentido expuestas al peligro por el simple hecho de ser mujer.
Buscando a Debanhi se encontraron los cuerpos de cinco mujeres más. Nuestro país sufre 11 feminicidios al día y nuestras autoridades haciendo política.
PD1._ La hora y la manera en que va vestida no debe de ser factor al momento de decidir si una mujer vive o muere.
PD 2._ Al parecer sí habrá juicio político en contra del Alcalde de Culiacán.
PD 3._ Nuestro Presidente señaló que se reforestarían 200 mil hectáreas, el problema es que ni Presidencia ni Fonatur saben en donde.