De oficio escritor, nueva biografía del poeta Esteban Flores
Escrita por el reconocido historiador y sólido conocedor de literatura Luis Antonio Martínez Peña, acaba de salir en estos días el libro “Esteban Flores de oficio escritor”, lanzado por el nuevo sello sinaloense Letraria, dirigido por Aramís Franco.
Aquí comparto mi reflexión que aparece al inicio de dicho libro, rescate inmersivo al poeta nacido en Chametla en 1870 cuyo oficio se desarrolló en Mazatlán y Culiacán y cuyo verso ya se expandía por el territorio nacional lector.
Al igual que Sixto Osuna, él se quedó en nuestro estado y no quiso o no pudo dar el paso migrante que dieron sus contemporáneos y amigos cercanos, Amado Nervo y Enrique González Martínez.
Esteban Flores se recibió de profesor en educación primaria en la Escuela Lancasteriana de Mazatlán. Ejerció cargos educativos como profesor de historia, matemáticas y literatura en el Colegio Civil Rosales. Su muerte violenta en 1927 antes aparecía detallada en sus biografía sólo como un incidente en las afueras de Mazatlán.
Honrar, valorar y revalorar a nuestros escritores no sólo es responsiva de los críticos literarios y de los historiadores. Es obligación de los lectores -y más aún, de sus paisanos inmediatos- sacar del polvo de la desidia a esos poetas que asumieron su oficio como un laico sacerdocio.
Esteban Flores perteneció a una generación que asumió la profesión de las letras a ese nivel y nunca dejaron de ver la escritura como una prolongación real y mística de su cotidiana existencia.
Aquí Luis Antonio Martínez Peña asume las herramientas de su oficio para entregarnos una detallada investigación documental y hemerográfica, no muy frecuente en las lides del estudio de la literatura.
A veces los estudios literarios lucen más compenetrados en el análisis estructuralista del texto que en los poderosos hechos vivenciales que dieron rostros a una obra y la pasión de una vida. No basta con escombrar los ecos del origen del lenguaje en la contabilidad de cada verso ni enlazar gráficas con el discurso cartesiano de las letras.
La biografía literaria y humana del escritor Esteban Flores aparece aquí con su nombre, con su piel, uñas y sangre.
Lo mejor, lo más poderoso de una investigación tan exhaustiva como esta, es que nos permite ir más allá del texto y el subtexto, sin necesidad de recurrir a los complejos análisis que acuden alguna especialistas a sumergirse en la arqueología del lenguaje.
Me consta del celo del doctor Luis Antonio y su empeño no sólo se limita en obrar como gambusino de archivos e investigaciones paleográficas, sino que también recurre al diálogo con los lugares y sabe asesorarse en otras fuentes y especialistas. El método y las técnicas de investigación ante la leyenda o el vano vapor de los rumores.
Un ejemplo directo: en este libro vemos rescatado un breve texto llamado Fiestas de Puerta de Canoas, acertada descripción de los festejos de ese poblado, antaño a la vera del camino real.
Esteban Flores señala, sin baños de moral, el problema que representan el descontrol del juego y la venta masiva de alcohol en un pueblo que no tiene ninguna cantina “desde que Arámburo fue herido” y se pregunta, interrogando también a sus lectores, lo benéfico que sería aplicar la ley y desterrar esos conflictos, como acababa de suceder en el entonces reciente carnaval de 1900...
Unos cuantos años después, muy cerca de ahí, el poeta Esteban Flores encontraría la muerte en el año de 1927, cumpliendo con esa misma perceptiva ética que él enarbolaba en el México pre revolucionario: la de dar orden a una sociedad demasiado entregada a sus costumbres y ritos, en vez de poner pie primero en las leyes y el pensamiento.
Su obra y vida fueron truncadas en el momento de un ascenso continuo en calidad y reconocimiento.
Nuestro poeta mantenía contacto con revistas literarias, como Lira de Apolo, en San Luis Potosí o la llamada Revista Moderna, que dio nombre al movimiento modernista; en este libro usted se encontrará con un fino prosista del que lamentamos no se haya acercado al caudal de la novela y el cuento formal.
De oficio escritor, y de oficio historiador, son las dos caras de la moneda de este libro al aire. No es un juego de azar: aunque sabemos que la historia no es ciencia exacta, da resultados inesperados al darse de frente con la poesía.
El libro pronto será presentado en Mazatlán y Culiacán y de momento está a la venta en librería La Casa del Caracol o solicítelo al autor si lo conoce o fue su maestro y compañero de lucha.