"De Nino Gallegos a Julio Bernal por: ¿Sobre la calamidad, la cultura? (¿Una polémica polisémica?)"
Es útil o no serse y hacerse de la cultura un bien común para poder “llegar a ser tremendamente feliz”, pues no, es la diferencia con la sensible indiferencia de quien no la necesita para llegar a ser tremendamente feliz, traspasado por el tiempo y colgado del espacio como un ser inerme y casi inerte, reaccionando nomás a la ociosidad de su cuerpo y al sinsentido de sus sentidos.
La cultura, Julio Bernal, es la que puede serse y hacerse día a noche y amanecer con otro día por serse y hacerse en el tiempo y en el espacio en que se está vivo, tanto en una obra de teatro como en una acción teatral en tu cuarto creando sombras en las paredes con tu cuerpo, y no para llegar a ser tremendamente feliz, sino para que veas una obra teatral y no te veas reflejado en las paredes del cuarto.
La vida y la cultura, son las mismas y las diferentes vidas y culturas, así como la filosofía de la vida como la filosofía de la cultura son las sangres y las venas de la cabeza a los pies, de cualquiera de los dedos a cualquiera de las neuronas, siempre y cuando, JB, haya la suficiente comunicación con la creación en alguien que es parapléjico de los pies a la cabeza, y todavía, se crea, no para sentirse tremendamente feliz, sino porque se puede comunicar creando vida alrededor y dentro de él.
Solamente los buenos burgueses como tú se valen de ese selectivo distingo para llegar a ser tremendamente felices nomás por poner en evidencia a Papik y Ronaldo, cuando ellos nomás trabajan para cultura y las artes, y si ellos tuvieron y tienen el compromiso más con los gobernadores en su tiempo, tampoco han sido felices por obedecer a un par de infelices gobernadores.
La cultura, JB, la eres y la haces o la tomas o la dejas, porque en Sinaloa no puedes andar presumiéndola, porque alguien te va a sacar la pistola de la anticultura y te va dar un balazo entre los pies y la cabeza.
Entonces, no hay que ser tan cultos ni hacer frívolos aspavientos de lo mismo, porque en Sinaloa te entierran con la banda porque te matan felizmente bien muerto.
El efecto de ser versado o no y el afecto de abrir o no un libro, no es una exigencia sino una necesidad humana para establecer una relación menos necia como el versado y más sensible para quien lee una buena lectura que es un bien común (de y para) quien la hace para que no se sienta el único ser humano de la condición humana sobre la faz de la tierra, en lo que acción disruptiva de la tecnología no nos deja escuchar el delicado sonido del cataclismo terrenal, tolo, lege.
Los buenos burgueses como los esnobobos están en todas partes, menos donde se hace la cultura de la pobreza y la pobreza de la cultura, porque están donde creen que le corresponde estar: en la sensible cultura de la indiferencia, particular y general, para los cuales llegar a ser tremendamente felices es la ociosidad increativa o recreativa de ser traspasado por el tiempo y colgado por el espacio.
Por siempre:
Nino Gallegos