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"Opinión"

"De Evo y Bolivia a Mazatlán y la Síndico Procuradora"

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15/11/2019

    Arturo Santamaría Gómez

    santamar24@hotmail.com

    En América Latina, no se ha encontrado la fórmula para conciliar democracia- entendida en el sentido de los procedimientos electorales y cívicos- y crecimiento económico con justicia social.

    Ha imperado uno u otro pero no los dos juntos. Se han podido conciliar democracia electoral con crecimiento económico, como en Chile, pero ahí se relegó la distribución equitativa de la riqueza, es más, profundizó la desigualdad.

    En Bolivia, Evo Morales impulsó la política económica y social más exitosa en la historia de Bolivia, y una de las más sólidas de América Latina, lo cual es algo extraordinario, pero excedió los límites establecidos por la democracia liberal en su país, lo cual ha sido el argumento para que sus enemigos, sin dudas respaldados y orientados por Estados Unidos, lo depusieran.
    Evo modificó en dos ocasiones la Constitución de Bolivia para poderse reelegir, lo cual en el imaginario democrático latinoamericano es inaceptable en el contexto actual. Hago el matiz porque hay otro tipo de democracias liberales, como los sistemas parlamentarios europeos que tienen establecido constitucionalmente una reelección prácticamente sin límites, tal y como sucede en Alemania, donde Ángela Merkel lleva 14 años en el poder, uno más de los que estuvo Evo Morales. Para los alemanes y otros europeos ni la reelección ni el tiempo prolongado en el poder atentan contra la democracia liberal porque así lo tienen legalmente establecido. Pero en América Latina, eso no está aceptado.

    En realidad, para la teoría política democrática liberal el problema no está ni en la reelección ni en el tiempo por sí mismos, sino en la legalidad consensuada, es decir, legitimada por la cultura política ciudadana y por los actores políticos principales de una sociedad.

    En Bolivia, no es que los opositores de Evo -incluyendo Donald Trump- sean unos demócratas convencidos, que vayan con un cuento chino a otra parte; pero sí han aprovechado la falta de consenso y de normas constitucionales reeleccionistas sólidamente establecidas en Bolivia para rechazar una permanencia prácticamente indefinida y deponer al primer Presidente indígena del país andino, y con ello revertir el modelo económico de justicia social que impulsó Evo y restablecer el neoliberalismo. Porque, ¿qué creen que van a hacer con el poder político los golpistas?

    En México, actualmente vemos como el dilema latinoamericano se reedita. AMLO plantea crecimiento económico con justicia social, pero deja profundas dudas sobre su respeto a los procedimientos legales y políticos establecidos. El caso Bonilla y la elección de la titular de los Derechos Humanos son dos claros atentados a las normas democráticas establecidas.
    Pero, por otro lado, AMLO tampoco ha encontrado la llave para el crecimiento económico con justicia social. Sí, el contexto internacional es desfavorable, pero las decisiones en política económica tampoco han sido acertadas, a diferencia de lo que sí pudieron hacer Evo, Lula, los Kirchner y Rafael Correa.

    Morena y AMLO deben aprender de la experiencia de Evo Morales y Bolivia, en dos sentidos: Por un lado, analizar cómo se impulsa una política económica exitosa y cómo se concretan programas sociales sólidos, y por otro, no intentar violentar los procedimientos electorales y cívicos establecidos -en los que la izquierda jugó un papel central desde hace muchas décadas, aun antes de 1968- porque debilita o definitivamente frustra las posibilidades de un desarrollo económico equilibrado y una democracia procidemental. En esta segunda dimensión, sean demócratas convencidos o meros oportunistas, lo cierto es que los opositores encontrarían todas las condiciones para desplazar a AMLO del poder, a la buena o a la mala.

    Posdata

    La Síndico Procuradora de Mazatlán, Elsa Bojórquez Macareño, no es tan solo la primera en cumplir a cabalidad con su papel desde que se instituyó esta figura en el Municipio, sino también es la única que lucha por hacer cumplir los principios y el programa de Morena en el gobierno mazatleco. Los ediles, empezando por al Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, han hecho todo lo posible por arrojar al basurero de la historia el favor que les hizo López Obrador de llegar a un lugar que ni en sus mejores sueños habían imaginado.

    Este sábado ella entrega su Primer Informe, donde seguramente señalará el autoritarismo, falta de transparencia, despilfarro, nepotismo e incapacidad para gobernar de “El Químico” y su equipo. La síndica no tan solo ha sufrido injurias y desprecios de la Alcaldía, sino también inmensas presiones para que no pueda realizar su trabajo.

    Los militantes honestos de Morena y también los de los partidos de Oposición deberían apoyarla para que siga cumpliendo con sus funciones. No es posible que en Mazatlán sean pocas las voces que la respalden. Ella no puede luchar sola. Aunque hay muchas denuncias periodísticas por el mal gobierno que impera en Mazatlán no hay actos visibles de apoyo de empresarios, organizaciones sociales y civiles.

    Desde esta tribuna le reconocemos su valor, inteligencia e integridad en búsqueda de poner un grano de arena para limpiar de deshonestidad al Ayuntamiento de Mazatlán.
    Por el bien del municipio debemos externar nuestras voces solidarias.