¿Cuál es el color más importante? ¿Cuál es el color preferido? ¿Cuál es el color que más le gusta y le llama la atención? Es difícil precisarlo porque, como dice el refrán, en gustos se rompen géneros.
Habrá quien se sienta atraído por la inocencia y pureza que refleja la blancura; otro, por la encendida pasión, o alerta y precaución ante el peligro que invoca el rojo; alguien más por el azul del mar y del cielo. No faltará quien manifieste predilección por la calidez y luminosidad del amarillo; por la vida y esperanza que comunica el color verde; por el optimismo que transmite el naranja, o por la emoción, dulzura, fantasía y romanticismo del rosa.
En el lenguaje cotidiano y psicológico continuamente hacemos alusión a los colores, los cuales nos transmiten diversas estaciones de ánimo. Por ejemplo, los colores cálidos (amarillo, rojo y naranja) pueden despertar reacciones encontradas, ya sean positivas o negativas, como enojo y enfado.
Asimismo, los colores fríos (azul y verde) ayudan a mantenerse en serenidad y calma, pero también pueden suscitar sensaciones de nostalgia, melancolía y tristeza.
El gris, para algunos, es un color de mediocridad, mientras que para otros evoca paz y tenacidad. Si aludimos al negro, inmediatamente obtendremos connotaciones de muerte y duelo, sin embargo, no se puede olvidar que es un color elegante, que hace ver más delgada a la persona y que se usa con mucha formalidad.
Poéticamente, se habla del color de la mirada, como la canción que popularizó el grupo español Mocedades. Y ya que hablamos de canciones, permítanme que hoy aluda a mi gran amiga, conocida afectuosamente como “la Bea”, quien hoy cumple felizmente sus 80 años, y a quien siempre le fascinó la canción Azul, de Agustín Lara.
¿Cuál es mi color?
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