La explosión en el desarrollo inmobiliario ha traído una nueva forma de vivir para muchos habitantes del puerto.
Estamos aprendiendo a vivir en condominio y estamos aprendiendo a navegar con los problemas relacionados con esa nueva forma de vida.
Lamentablemente, como en todo en la vida, lo bueno no dura para siempre y, aunque vivir en condominio tiene sus ventajas, también tiene sus desventajas.
En tribunales es cada día más común ver juicios en donde un vecino demanda a otro vecino o los administradores del condominio demandan a un dueño incómodo o mala paga.
Por la forma en como necesariamente se construyen las torres de departamentos, es indispensable que la tubería de un departamento esté oculta bajo el plafón del departamento de abajo.
Así, cualquier fuga en una tubería de un departamento, necesariamente va a afectar al departamento de abajo.
Normalmente los problemas relacionados con fugas de agua en departamentos se solucionan entre los mismos dueños sin hacer mucho escándalo.
Sin embargo, existen dueños que se resisten a reparar las tuberías echándose la culpa unos a otros.
En estos casos es casi seguro que el pleito terminará en tribunales con molestias y costos para ambas partes.
Como dicen, se pelean por pequeñeces y pierden de vista que llegar a un acuerdo amistoso les ahorrará mucho dinero y mucho tiempo.
La regla general es que el que daña paga así que, si usted daña la propiedad de su vecino, hágase responsable y repare el daño causado.
Por experiencia en este tipo de juicios puedo decirle que no le conviene llevar el asunto a los juzgados donde probablemente los únicos que ganaran serán los abogados que las partes tengan que contratar.
Nos guste o no, tenemos una nueva forma de convivencia, los condominios, así que bien haremos en aprender a vivir como buenos vecinos.
