Se definen las alianzas de los partidos políticos que competirán el 6 de junio próximo entre partidos nacionales y locales, tenemos la alianza que formaron de los prianistas nostálgicos del pasado, demostrando con ello lo que todo mundo sabía, que PRI y PAN -y a la cola el PRD- eran lo mismo, y que su supuesta alternancia era una puerta giratoria, donde el corrupto de turno le decía al otro “ahora sigue privatizando y robando tú”. También, recientemente, conocimos la alianza del partido Morena y el partido local PAS, esta última nos parece que Morena para nada ocupaba esa alianza, no olvidemos que hay alianzas equivocadas que restan en lugar de sumar votos y, sin ninguna duda, pensamos que la alianza Morena-PAS es de esos errores que se cometen en política sin necesidad.
Lo vamos a ver nítidamente el 6 de junio próximo, Morena es un partido fuerte en el estado para ganar la elección de Gobernador holgadamente, no necesita bules para nadar el próximo junio, menos con una alianza tan cuestionada como la suscrita con el PAS, que atraviesa por una aguda crisis de sobrevivencia; lo vamos a corroborar en la pírrica votación que va a alcanzar el 6 de junio que viene, allí se van a aclarar todos los resquemores.
No es cuestión de preferencias o prejuicios, es la realidad que se palpa a todo lo largo del estado de Sinaloa, donde se percibe, por la opinión de los ciudadanos, su resuelta decisión de seguir apoyando los cambios cuantitativos y cualitativos que se vienen dando en todo el País, como resultado del impulso de la cuarta transformación, que promueve con mucha fuerza el Presidente López Obrador y que tiende a consolidarse en todas las entidades de la República.
Los esfuerzos que se vienen haciendo para abatir la pobreza y la abismal desigualdad que impera en México, en contraste con la vida holgada que vive una franja de afortunados que formaron una élite de protegidos por el gobierno neoliberal durante su largo periodo de 36 años, que fue el tiempo que prevaleció en el poder esa corriente política, la cual por otro lado propició que aumentara la pobreza en más 60 millones de pobres en este país. El actual gobierno de la cuarta transformación lucha con ahínco por sacar de la pobreza a esa enorme cantidad de conciudadanos que viven en condiciones deplorables.
Hoy las cosas marchan de distinta manera, se viene impulsando una verdadera transformación a fondo en el País, empezando por erradicar la corrupción de todos los ámbitos de la vida nacional, este nuevo estilo de gobernar, sin duda, va a llegar a todos los rincones de la Nación; donde se presuma que exista corrupción, donde se compruebe que se ha hecho mal uso de los recursos públicos, tiene que operarse esa labor de limpieza administrativa, tiene que barrerse -como dice el Presidente- de arriba hacia abajo, como se barren las escaleras.
Esa es la premisa fundamental del régimen actual, sanear la vida pública de México, tratando que las universidades públicas transparenten los recursos que manejan y que la vida de las universidades se democratice, que las comunidades académicas y estudiantiles se preocupen por mejorar sus planes de estudio, que sean los más avanzados, que se destierre para siempre la simulación en sus claustros.
Los programas que el nuevo gobierno ha puesto en marcha obedecen a la necesidad imperiosa de atender a los más necesitados habitantes de este gran país, no se podía continuar con el estado de cosas prevalecientes que dominaban en el pasado, que llevaron al País al borde del colapso en muchos sentidos, como se puede comprobar con sólo ver cómo debilitaron las instituciones públicas; la mayor parte de estas cayeron en manos de la corrupción galopante que prevalecía en los gobiernos del pasado, causando un enorme daño al patrimonio nacional.
Hay consenso en el seno de la sociedad en los cambios que se vienen realizando a lo largo y ancho del territorio nacional; con empuje, a pesar de algunos pintitos en el arroz, los votos seguirán firmes en fortalecer el cambio verdadero que tiene lugar en el País.