Cuén, el astuto negociador del PAS
La hazaña de dos pluris aseguradas
Ni en sus mejores cálculos políticos Héctor Melesio Cuén Ojeda imaginó tal expectativa de beneficios como la que obtuvo al lograr la alianza del Partido Sinaloense con el Movimiento Regeneración Nacional. Hay que reconocerle que desde la desventajosa circunstancia donde él iba solo como candidato del PAS a Gobernador, logró crear un panorama halagüeño que de triunfar en la votación del próximo 6 de junio hará posible el cogobierno en Sinaloa donde junto a Rubén Rocha Moya llevará las riendas del estado.
Cuén Ojeda, ya se sabe, es un operador pragmático que más que a los ideales le apuesta a los proyectos. En 2016 buscó ser Gobernador en coalición con el Partido Acción Nacional, pero tras frustrarse la alianza el PAS se situó como segunda fuerza política y ello le valió la recomendación de perfeccionar su sistema de mancomunidades si quería irrumpir en el Gobierno de Sinaloa. En 2018 buscó la Senaduría y a pesar de ir acompañado por el PAN la perdió y sus siglas fueron desplazadas al cuarto sitio del espectro electoral estatal.
En la actual alianza con Morena, Cuén Ojeda y el PAS se juegan el todo por el todo. Si el experimento cuaja en las casillas electorales el partido del ex Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa se irá a las nubes; en caso de salir mal las cosas es muy posible que comience la retirada gradual tanto del Partido Sinaloense como de su líder. Pero aún en el peor escenario el control de daños ha sido considerado.
Así resultara una catástrofe el pacto Morena-PAS, o Rocha-Cuén, la más reciente hazaña política de Héctor Melesio es haber logrado aparecer él y su esposa Angélica Díaz en las dos primeras posiciones de la lista de diputaciones plurinominales a integrar la 64 Legislatura local, lo cual les asegura las curules en la institución parlamentaria que se instalaría a partir del primero de octubre de 2021.
Fríamente proyectada, la permanencia de Morena con al menos dos diputados en el Congreso del Estado será como la caja negra que subsiste en los accidentes de aviación. En el eventual escenario de que se le niegue la mayoría de sufragios a Rubén Rocha en su pretensión de ser Gobernador, el PAS tendrá la enésima oportunidad de juntar los fragmentos y replantearse en la lucha por el poder en Sinaloa.
Casi por nada el dirigente del PAS y su esposa, ella con el buen rendimiento legislativo que nadie le puede escatimar, defienden sus enclaves de representación proporcional con el argumento de que el bloque plantea gobiernos de coalición donde irán en coparticipación en el Poder Ejecutivo, Congreso del Estado y ayuntamientos. Eso pidieron y eso les dieron, por lo tanto van contentos de la mano del otrora hostil Morena.
Cuén Ojeda es el más beneficiado y el más astuto, y tal vez el menos culpable de la negociación en la que Morena, concretamente Mario Delgado, el dirigente del partido, y Rubén Rocha Moya, el candidato a Gobernador, le cedieron tanto a quien está por verse si aporta los votos suficientes para que la fórmula de la Cuarta Transformación, con todo y las señales de involución programática que exhibe, logre instalarse en el dominio político de Sinaloa.
Y en ese “está por verse” van en juego muchas cosas cruciales para el Partido Sinaloense que recalculó que por sí mismo le resultaba imposible relevar en el cargo a Quirino Ordaz Coppel y decidió intentar el poder compartido, como lo explicó Cuén al defender el privilegiado uno y dos en la lista de diputados pluris. Dijo que “en el convenio que se firmó viene la coparticipación, son gobiernos de coalición, estaremos presentes en los gobiernos municipales, así como también en el gobierno estatal”.
Recuérdese que el dirigente del PAS dio a conocer que en el acuerdo de coalición se determinaron ocho diputaciones locales y cinco alcaldías para su partido, amén de que en caso de que obtenga mayoría de votos el candidato Rocha Moya será de justicia que le entregue algunas secretarías y otros puestos de menor nivel. Lo no escrito en el convenio también cuenta a la hora de repartir el pastel gubernamental.
Entonces los gritos no son en el PAS ni deberían ser contra ese partido, ya que ¿a quién le dan pan que llore? Sorprendentemente Cuén logró que le cumplieran al pie de la letra el ambicioso pliego petitorio y alguna vez se sabrá por qué Morena accedió a sus demandas. Antes, el 6 de junio, develaremos si a los sinaloenses les gusta la idea de la coparticipación de las dos siglas en la próxima administración pública estatal.
De hecho, le resultó bien,
Dio un buen salto con garrocha,
¿Pero como le fue a Cuén,
También le irá bien a Rocha?
Ayer se registró Rubén Rocha Moya como candidato a la gubernatura del Movimiento Regeneración Nacional y hoy hará lo propio el Partido Sinaloense. “Tengo que reconocer cuándo me va bien y también cuándo no me aceptan a mí: si somos parte del movimiento hay que tener la prudencia de aceptar lo que viene”, dijo a periodistas. El de Batequitas, Badiraguato, insistió en el llamado a la unidad ya que sabe del desánimo en sus seguidores que, como dice el dirigente del PRI, Jesús Valdés Palazuelos, “bienvenidos los problemas de enfrente” que sólo benefician a la alianza “Va por Sinaloa” que encabeza Mario Zamora.