Ya no somos el patio trasero de nuestros vecinos del Norte, somos algo más importante: su principal socio comercial en el mundo, sin renunciar a nuestra soberanía.

    Estamos en el inicio de una nueva etapa histórica de nuestro País. Lo que se vislumbra es un futuro de grandes acciones en favor del pueblo, gracias a la consolidación de la transformación que se realiza en todo el territorio nacional. Lo hemos venido pronosticando, con el actual rumbo de progreso con bienestar que se hereda del sexenio pasado, en corto tiempo México figurará entre las naciones que cuentan con un desarrollo sólido en el mundo.

    El País ha sentado las bases hacia ese objetivo y muchas naciones empiezan a ser receptivas del rumbo de nuestra nación. Para empezar, ya no somos el patio trasero de nuestros vecinos del Norte, somos algo más importante: su principal socio comercial en el mundo, sin renunciar a nuestra soberanía. Este hecho nos debe enorgullecer, puesto que hemos dado un gran paso en nuestras relaciones comerciales con nuestro norteño vecino.

    En ese sentido nuestro gobierno mantiene una buena relación con nuestro vecino de Norteamérica, actuando con mucha responsabilidad en todos los rubros sensibles y no baja la guardia en defender, en primer término, a nuestros compatriotas emigrados. La actual Presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, viene demostrando mucha sensibilidad en la relación en todos los aspectos que nos atañen con nuestros vecinos, desde el manejo de nuestra relación comercial, hasta la política exterior, velando siempre por los intereses nacionales.

    Los ciudadanos respaldan con entusiasmo, porque la perciben como un acierto, la política exterior de México, que está basada en la Constitución ni más ni menos. Bajo principios invariables (condensados en la famosa Doctrina Estrada, obra de un célebre estadista sinaloense) nuestra Constitución nos marca la pauta a seguir en las relaciones con el mundo. Nuestro cuerpo diplomático actúa con una responsabilidad a toda prueba, sin la mínima falla en su responsabilidad; y así va a seguir, con leales funcionarios en el servicio exterior de nuestro País.

    En el inicio del actual gobierno vemos buenos augurios, considerando las primeras acciones de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Los ciudadanos ven con agrado su voluntad de construir el segundo piso de la cuarta transformación. Saben que habrá continuidad y mejoras de los programas de bienestar y se aprestan a vivir un segundo régimen con democracia y buenos designios en su porvenir, sin que se perciba nada que perturbe este horizonte promisorio. Por el contrario, ven en los planes del Gobierno un gran interés por actuar en bien del pueblo. Con la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo hay un futuro halagador en todos los sentidos, con el fin de realizar los grandes planes que el País necesita y que se ha planteado, todo pa’ delante.

    La primera mujer en ocupar la silla presidencial en nuestro País ya comenzó a hacer historia al anunciar un Gabinete paritario, con destacadas funcionarias ocupando puestos del más alto nivel, lo que ha obtenido el reconocimiento de otros países del mundo. Bajo su investidura presidencial se sienten representadas todas las mujeres de México, sin importar raza o condición. Su gobierno es incluyente, buscando el beneficio y la prosperidad -tal y como lo establece la Constitución- de todos los mexicanos. La ciudadanía, repito, ve un presente promisorio, sin ninguna mácula. Se prevé una aceleración en todos los ámbitos de la economía y en el progreso social en los próximos meses, para beneplácito de todos los estratos sociales.

    Por lo mismo, la ciudadanía ha visto acrecentar buenas y extraordinarias expectativas en su futuro bajo el liderazgo de la Presidenta Claudia Sheinbaum. Sin resquemores, está segura que el segundo piso de la cuarta transformación va a avanzar sin ningún tropiezo, las condiciones están sólidamente cimentadas, además se cuenta con el apoyo del pueblo, que es el mejor garante de que el País avance en rubros tan importantes como la democracia y el progreso con sentido social.

    Como hemos reiterado, la ciudadanía confía plenamente en su gobierno y los planes de la cuarta transformación. Hay una actitud muy positiva por parte de la ciudadanía, que se reconoce en su gobierno, lo ve como un gran liderazgo que llevará al País a alcanzar un verdadero salto cualitativo.

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