Crisis juvenil

ÉTHOS
02/10/2023 04:03
    rfonseca@noroeste.com / rodifo54@hotmail.com
    ‘Muchos cuestionan mi fe en los jóvenes, porque los consideran destructivos o apáticos. Es natural que en medio de la catástrofe haya quienes intenten evadirse entregándose vertiginosamente al consumo de drogas. Un problema que los imbéciles pretenden que sea una cuestión policial, cuando es el resultado de la profunda crisis espiritual de nuestro tiempo’.

    Somos muchos los que nos quejamos de la vaciedad con que viven los jóvenes. Los anatematizamos diciendo que son una generación perdida que no aprovecha el tiempo; que derrochan su vida persiguiendo mezquinos intereses y falsos valores. Sin embargo, poco recapacitamos en que invariablemente son el reflejo de lo que hicimos de ellos, además de que sobrellevan una profunda crisis espiritual, como señaló Ernesto Sábato, en la citada obra Antes del fin:

    “Muchos cuestionan mi fe en los jóvenes, porque los consideran destructivos o apáticos. Es natural que en medio de la catástrofe haya quienes intenten evadirse entregándose vertiginosamente al consumo de drogas. Un problema que los imbéciles pretenden que sea una cuestión policial, cuando es el resultado de la profunda crisis espiritual de nuestro tiempo”.

    El escritor argentino, refrendó su confianza y esperanza en el futuro de la juventud, porque hay muchos jóvenes que entregan su vida diariamente por una noble causa: “Yo reafirmo a diario mi confianza en ustedes. Son muchos los que en medio de la tempestad continúan luchando, ofreciendo su tiempo y hasta su propia vida por el otro. En las calles, en las cárceles, en las villas miseria, en los hospitales”.

    En ese escrito que data de 1998, cuando el autor tenía 86 años, expresó: “En todas partes hay señales de que la gente comienza a gritar: “¡Basta!”. Lo mismo ocurre con el movimiento zapatista en México, y con todos los movimientos que nos advierten del peligro que corre el futuro del planeta”.

    Recordando a Gandhi, señaló: “Hay que recordar que hubo alguien que derribó al imperio más poderoso del mundo con una cabra y una rueca simbólica... Una rebelión de brazos caídos que derrumbe este modo de vivir donde los bancos han reemplazado a los templos”.

    ¿Creo en la juventud?