Iniciamos ayer la semana con una jornada bursátil mixta en Asia y Europa y negativa en América. El mercado de valores neoyorquino concluyó la sesión del lunes con un tono negativo, incluso acelerando respecto de las operaciones matutinas, en una jornada de poca información y a la espera de datos de los siguientes días. Los indicadores, que vienen de hilar cuatro alzas semanales registraron su tercera baja de los últimos cinco días de intercambios. Particularmente el Dow Jones y el SP500 borraron el alza de la semana previa.
La semana pasada comenzó con el mensaje de Jerome Powell en una conferencia de la National Association for Business Economics, en la que afirmó que las tasas no bajarán tan rápido como el mercado espera, lo que provocó la venta de Bonos del Tesoro americano, es decir, las tasas aumentaron principalmente en la parte corta de la curva.
El viernes, los datos de empleo en la Unión Americana fueron más fuertes de lo esperado provocando una nueva alza en los Bonos del Tesoro americano. Por otro lado, los mercados accionarios reaccionaron positivamente a la cifra de 254 mil nuevos empleos en la nómina no agrícola de septiembre, debido a que la fortaleza de los datos resaltó la resiliencia de la economía estadounidense y la probabilidad de un aterrizaje suave.
Ayer el mercado aumentó su cautela en una jornada en la que sólo se dio a conocer el crédito al consumo (que quedó debajo de lo esperado), probablemente ante la incertidumbre sobre los efectos económicos de las guerras en Medio Oriente, que continuaron impulsando los precios del petróleo al alza. Los operadores tienen en la mira datos de los próximos días, como la inflación al consumidor de septiembre, los precios al productor y las minutas de la pasada reunión de la Reserva Federal. Esta semana la atención también estará en el arranque de los reportes trimestrales de las principales emisoras, lo que incluirá al banco JP Morgan, la administradora de activos BlackRock, la firma de consumo PepsiCo y la aerolínea Delta Airlines.
De este lado de la frontera, las bolsas de valores no fueron capaces de sostener las ganancias matutinas e incluso viraron a una de sus peores caídas en semanas, en medio de incertidumbre geopolítica global y ausencia de datos locales. Las canastas accionarias aztecas, que por la mañana ganaban medio punto porcentual, cayeron por quinta ocasión en seis días y a su tercer ritmo más acelerado del último mes.
El mercado incorporó que el empleo formal registrado ante el Instituto Mexicano del Seguro Social renovó su récord en septiembre, luego que la semana pasada la tasa de desempleo subiera ligeramente. Por otro lado, algunos analistas redujeron sus previsiones sobre el desempeño de la economía mexicana en este año y el próximo, al tiempo que esperan un tipo de cambio más débil. Los inversionistas comienzan a posicionarse de cara a la publicación, los siguientes días, de datos como la producción industrial, la inflación al consumidor de septiembre y las minutas de la última reunión del Banco de México.
En temas energéticos, tenemos que los precios del petróleo siguen subiendo en medio del riesgo de una represalia israelí contra Irán, con preocupaciones de que un ataque a la industria petrolera y gasística de este último podría resultar en una escasez de suministro y potencialmente ampliar el conflicto en la región. Así, el petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, para entrega en noviembre subió 2.75 dólares para marcar los 77.14 dólares por barril, mientras que el crudo europeo, Brent del Mar del Norte, para diciembre subió 2.89 dólares para alcanzar los 80.93 dólares.
El 7 de octubre fue el primer aniversario del ataque terrorista contra Israel por parte del grupo militante Hamás que desencadenó la guerra en curso de Israel en Gaza para destruir a la milicia apoyada por Irán y su reciente invasión del Líbano. Aunque la violencia ha matado a miles de personas desde entonces, había pocas amenazas de que la guerra se extendiera a la región del Golfo Pérsico, rica en petróleo, hasta el ataque con misiles de la semana pasada contra Israel por parte de Irán. Se espera que Israel, respaldado por Estados Unidos, tome represalias con su propio ataque contra la infraestructura petrolera de Irán.
Sin embargo, las perspectivas para el petróleo siguen siendo en su mayoría bajistas, ya que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados se preparan para comenzar a devolver al mercado 2.2 millones de barriles por día de recortes de producción con adiciones mensuales de 180 mil barriles por día a partir de diciembre. Además, las exportaciones libias están volviendo a su capacidad de 1.2 millones de barriles de petróleo diario (después de haber sido restringidas a alrededor de 450 mil barriles de petróleo diario) en medio de una disputa política en el país del norte de África. La demanda mundial también sigue siendo escasa, ya que la economía de China, el mayor importador, sigue en dificultades.
En asuntos cambiarios, observamos que la moneda mexicana terminó el día con una ligera depreciación, en un día de pocas publicaciones y un mercado cauteloso por tensiones geopolíticas. De acuerdo con los registros del Banco de México, el peso terminó la jornada en 19.30 unidades por dólar en su versión interbancaria, una depreciación de cinco centavos respecto al día previo. En tanto, el Índice Dólar, o DXY, que rastrea el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, bajó marginalmente a 102.49 unidades.
La divisa mexicana, que ganó 2.1 por ciento la semana pasada, presentó su primera sesión negativa de las últimas seis. El mercado pudo tomar en cuenta que los empleos registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social subieron por tercer mes seguido y alcanzaron un nuevo máximo histórico. No obstante, las cotizaciones probablemente comenzaron a posicionarse de cara a importantes publicaciones de los siguientes días. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.
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