Es tradición que al inicio del nuevo año se realice un especial concierto. El más famoso es el de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena, el cual contabiliza 84 ediciones, bajo la conducción de los más grandes directores. Este año, correspondió al maestro alemán Christian Thielemann, por segunda ocasión.
La televisión austriaca transmite este concierto desde 1959, en coproducción con la Unión Europea de Radiodifusión, lo que posibilita la retransmisión a más de 90 países. Nada más en Europa, se calcula una audiencia de más de 55 millones de personas.
Baste esta introducción para hablar del Concierto de Año Nuevo que interpretará la OSSLA, bajo la conducción de su nuevo director artístico, Eduardo García Barrios, este jueves 11, a las 19:30 horas, y el domingo 14, a las 12:30 horas, en el Pablo de Villavicencio. Entrada libre.
El programa es muy atractivo e incluye tres oberturas, o preludios con que se abre una composición musical. Inicia con la obertura de Las bodas de Fígaro, de Mozart, y continúa con la obertura Fantasía de Romeo y Julieta, de Tchaikovsky. Posteriormente, se ejecutará la obertura de La urraca ladrona, de Rossini, y dos Gymnopedie, de Satie con orquestación de Debussy.
La obertura de Fígaro comienza con un murmullo casi imperceptible, pero rápidamente estalla en una sonora e intensa melodía, acompañada de un toque de humor y regocijo que aleja cualquier nostalgia o melancolía.
Tchaikovsky compuso Romeo y Julieta alentado por Mili Balakirev. Escenifica la lucha entre dos familias y el idílico romance. La urraca ladrona narra la acusación de hurto hecha a la joven Ninetta, cuando una urraca era la protagonista de los robos. Las dos Gymnopedias son melodías de inmensa tristeza, melancolía y dulzura.
¿Inicio con cadencia, ritmo y musicalidad el Nuevo Año?