El gasto que una familia destina al rubro de los alimentos siempre y por naturaleza, ha sido de los más importantes y prioritarios, podrá faltar en el hogar cualquier lujo o necesidad, pero el alimento no.
Hay muchas familias que, por su condición económica, no perciben o no les impacta en lo absoluto el incremento en los costos de ciertos alimentos de la canasta básica, son precisamente las familias de menos recursos las que evidentemente sufren más estas afectaciones y las pueden palpar cada que van al supermercado por sus alimentos.
Según datos del mismo INEGI, los habitantes de menos recursos del estado de Sinaloa, están presentando desde los últimos meses, serias dificultades en la compra del alimento de la canasta básica.
Esto ha originado en las familias con mayor pobreza, una dieta escasa y poco balanceada, en ciertas familias se cae inclusive en un tema de carencia alimentaria ya que no les alcanza para compra suficiente alimentos para toda su familia, y esto ocasiona por consecuencia un alza en la demanda apoyos al Banco de Alimentos de Culiacán.
Solo por mencionar algunos, los alimentos que más han presentado un considerable incremento en su costo son; el chile verde, el aguacate, tomate, cebolla, la papa, el azúcar, la tortilla de maíz y ciertas proteínas.
Si bien la inflación anual ronda el 5 por ciento, contra casi un 8 por ciento del año pasado, ha habido también un alza en diferentes áreas. El costo de vivienda ha subido un 22.1 por ciento, y qué decir de los altos costos en la gasolina, del transporte y demás.
La inflación no pega a todos por igual, el alto costo de ciertos alimentos tiene afectaciones distintas según sea el ingreso de la familia y sus integrantes, sin duda los alimentos son el talón de Aquiles de muchas familias en Sinaloa.
Lo contradictorio de esta situación, es que hay miles de toneladas de alimentos que no se aprovechan cada año y terminan en la basura, y la razón es todavía más triste y contradictoria, se tiran porque no hay infraestructura en los Bancos de Alimentos para que los reciban. No hay bodegas y vehículos de carga, lo que si hay es hambre y carencia.
Las casi 150 despensas que se entregan en el Banco de Alimentos en los 8 municipios de Sinaloa, pudieran ser 600 mil si tuviésemos la infraestructura requerida. Casualmente la mayoría de los alimentos que han subido sus precios son alimentos que así se producen y por consecuencia, se desperdicia.
Nuestro organización seguirá siendo un aliado de las personas con mayor pobreza del estado, velando por allegarles de alimentos inocuos y nutritivos, sobre todo aquellos que no pueden acceder por sus altos costos.