El escándalo esta semana lo protagonizaron el Gobernador de Nuevo León, el precandidato presidencial naranja, Jorge Álvarez Máynez y el precandidato al Senado por Sonora Ernesto “el Pato” de Lucas. La escena describe el exabrupto, en un palco del estadio Universitario del municipio de San Nicolás, un grupo de “júniors” alcoholizados, bromean sobre política. En la casa de los Tigres, un puñado de políticos “mirreyes”, se mofan del INE y sus sanciones -multa, multa, multa-, se hablan con sobrenombres mafiosos -señor Corleone- y se refieren con vulgaridad a sus contrincantes – Saludos a Beltrones, hay papá te la vas a...-.
En la contracultura mexicana, el “mirrey” es la exageración de la presunción. La demostración burda, soberbia y excesiva del poder adquisitivo que no se detiene en gastos absurdos y exagerados, hombres más preocupados por su apariencia física que por su preparación intelectual. Tipos que presumen estar en lo “más alto de la escala social”, mostrando una vida de lujos y excesos de todo tipo. Machos que humillan, descalifican y menosprecian a las mujeres, porque las consideran una parte dentro de sus colecciones; carros, relojes, departamentos y “lobukis”.
A menos de tres semanas de comenzar el proceso electoral, Movimiento Ciudadano no se mueve del fondo de las encuestas electorales. En noviembre de 2023, los ciudadanos daban un 11 por ciento de preferencias al partido de Dante Delgado. Hoy, la última evaluación del portal Oráculus Mx -encuesta de encuestas-, apenas registra un promedio del 5 por ciento de intención de voto para el partido naranja.
Si bien ya se habló de los presentes en el estadio, habría que hablar del gran ausente. Luis Donaldo Colosio Riojas, el candidato a Senador por Nuevo León ha marcado sana distancia con el resto de sus compañeros de partido. Mientras un par de políticos briagos juegan a la política mientras se empata el marcador 2 a 2 en un partido sin trascendencia. El hijo del mártir de Lomas Taurinas, manda un mensaje de perdón y reconciliación para superar nuestro terrible pasado.
Colosio Riojas le exige al Presidente el indulto para el asesino de su padre, entendiendo que ese magnicidio cometido hace más de 30 años, no tendrá jamás una sentencia justa. Luis Donaldo ha dicho una y otra vez, que el asesino material de su padre no es el único culpable, pero que la posibilidad de esclarecer el crimen es imposible por ser un asesinato con fines políticos orquestado desde lo más profundo del sistema.
Por ello, tratando de cerrar una herida personal y colectiva, pide que no se lucre más con la muerte de su padre, porque es tiempo de darle la vuelta a la pagina para construir un México distinto.
Así, mientras en el Movimiento Naranja hay personajes que aprovechan su juventud para escandalizar y violentar en las redes sociales. Otros en el mismo partido, plantean la paz desde el perdón, el cambio desde la indulgencia y la transformación de México desde la reconciliación. Como lo sugiere el sacerdote colombiano Leonel Narváez, quien es también un reconocido filósofo y sociólogo latinoamericano formado en las universidades de Harvard y Cambridge.
Si una esperanza le queda a Movimiento Ciudadano, no está en la generación perdida que representa Jorge, “El Pato” y Samuel, sino en la formación y el talento que Luis Donaldo heredó de su padre y su madre, y que terminó de formar en su trayectoria propia que ya probó el triunfo en la urna. Me da mucho gusto saber que, en la próxima legislatura del Senado de la República, Colosio estará presente y los infames ausentes. Como dijeran ellos mismos ¡Tómala pa-pá-lord! Luego le seguimos...