Coartada del perdón para Madueña
Sus fans le ponen corona de espinas

OBSERVATORIO
31/01/2025 04:02
    El agravio propinado a la máxima casa de estudios cometido por quienes la dirigen permanece tatuado en el campus no por el arrepentimiento de los atracadores sino por la capacidad de librar las audiencias judiciales y las rejas de las prisiones. Por la alevosa anulación del modelo de universidad crítica, democrática y popular y la grosera instalación de la UAS asaltada, mancillada y desamparada. Por la prevalencia de los ilegítimos encima de la razón de ser de la Universidad.

    Con la corona elaborada a base de plumas que le arrancaron al águila rosalina que lo único que quería era volar hacia la cúspide, los contratados por la Universidad Autónoma de Sinaloa para defender la corrupción declararon al Rector Jesús Madueña Molina como el triunfador en las tramposas resoluciones en que acabaron las carpetas de investigación y vinculaciones a proceso que la Fiscalía General y el Poder Judicial del Estado entablaron en contra del funcionario uaseño y coacusados, por la afectación a las finanzas universitarias en un monto económico que supera los 500 millones de pesos. Es la apoteosis no por la justicia dada a la víctima, que es la UAS, sino por impunidad obsequiada a sus saqueadores.

    En nombre de preceptos legales que privilegian el resarcimiento por encima de la punibilidad de delitos graves, se llegó a “arreglos” que al parecer cierran el capítulo de la expoliación asestada a la Universidad, no obstante que la cloaca no es de esas que se clausuran mediante componendas armadas en las catacumbas del poder. Se pasa por alto que a pesar de las salidas airosas que se les regalan a los culpables, la infracción a la norma prevalece en la contravención y en el tiempo.

    Como la capacidad de asombro y la protesta ciudadanas están ocupadas en el panorama actual de narcoguerra, el miércoles pasó desapercibida en la conversación pública la determinación del Juez Carlos Alberto Herrera, antes férreo defensor de la Ley, para que el Rector Madueña y quien lo antecedió en el cargo, Juan Eulogio Guerra, sean absueltos de responsabilidad en 11 procesos por presuntas compras irregulares, indulto a cambio de que acudan a firmar ante el Juzgado y residan en el mismo lugar, durante seis meses.

    Un día antes, el martes 28 de enero, el mismo enjuiciador resolvió también suspender las actuaciones contra ocho personas que integraron el Comité de Adquisiciones de la UAS durante los rectorados de Madueña y Guerra, a cambio de que paguen 20 millones de pesos, entre todos y en un plazo de seis meses. Los beneficiados por la dispensa son Héctor Melesio Cuén Díaz, ex director de Bienes e Inventarios; Soila Maribel Gaxiola Camacho, ex directora de Planeación y Desarrollo; Jorge Pérez Rubio, director de Construcción y Mantenimiento; Oscar Orlando Guadrón, director de Proyectos Especiales; Norma Alicia Aguilar Navarro, directora de Promoción Financiera; Manuel de Jesús Lara Salazar, contralor general; Salvador Pérez Martínez, secretario de Administración y Finanzas; e Ismael García Castro, director de Planeación y Desarrollo.

    Los que les colocan aureolas a los presuntos culpables deben percatarse de que por el hecho de aceptar la reparación parcial del daño admiten también que cometieron conductas de desempeño indebido del servicio público, actos de corrupción y compras irregulares. Y que con la exención de responsabilidades a Madueña y Guerra los funcionarios de menor rango deberán sacrificarse para tapar las sentinas, sin hacer gestos. Si alguno de ellos fuera inocente otro gallo les cantara y jamás aceptarían el rol de ser chivos expiatorios.

    Con ellos pagando míseras sumas que apenas cubren el 4 por ciento de los fondos esquilmados a la UAS, el agravio propinado a la máxima casa de estudios cometido por quienes la dirigen permanece tatuado en el campus no por el arrepentimiento de los atracadores sino por la capacidad de librar las audiencias judiciales y las rejas de las prisiones. Por la alevosa anulación del modelo de universidad crítica, democrática y popular y la grosera instalación de la UAS asaltada, mancillada y desamparada. Por la prevalencia de los ilegítimos encima de la razón de ser de la Universidad.

    Señores que le hacen al abogado de diablo: los delitos perpetrados no se borran por la simple negación de los mismos. Menos desvanecen las consecuencias del modelo Universidad-partido donde el subsidio recibido por la institución de educación superior fue utilizado para financiar campañas políticas. ¿Cómo disipar las repercusiones en miles de maestros cuyos derechos escalafonarios fueron vulnerados por negarse a ser militantes o peones del Partido Sinaloense? ¿Por qué la justicia que obliga a reparar el daño económico causado no aplica el mismo criterio resarcitorio al perjuicio social ocasionado a estudiantes y padres de familia?

    El que debiera echar las campanas a vuelo tendría que ser Sinaloa cuando corrobore que sí vale la pena el acuerdo ministerial y judicial con los presuntos culpables de corrupción, si ese fuera el costo a pagar para que en la UAS sea reinstalada la democracia, transparencia y dignidad trastocadas a más no poder. En tanto, las bengalas que se encienden en la engañosa festividad derivada de que la justicia les trazó salidas airosas a quienes enjuiciaba por ilícitos que afectaron a la Universidad, más bien se parece la carcajada imprudente que el borracho expele en un velorio.

    Reverso

    Los encomios para Madueña,

    Revictimizan a la Universidad,

    Que entre los agravios sueña,

    Con cerrar este ciclo de impunidad.

    Aires de democratización

    De todas maneras hay sectores universitarios que se están levantando creyendo que ya no tienen encima la bota del cacicazgo que los aplastó durante casi dos décadas. Por lo pronto, el Movimiento Democrático Universitario, presidido por Arturo Nevárez, dio a conocer que esta organización que ha combatido los abusos y excesos en la UAS presentará una candidatura en la elección de Rector para el período 2025-2029. Otro sector fuerte de Oposición al cuenismo-pasismo está pensando en proponer a Denisse Azucena Díaz Quiñónez, hija de Chayito Quiñónez, emblema de la lucha en defensa de los derechos de los trabajadores administrativos de la casa de estudios.