Wikipedia: Francisco Cándido Xavier (Pedro Leopoldo, 2 de abril de 1910-Uberaba, 30 de junio de 2002), popularmente conocido como Chico Xavier, fue un famoso médium y divulgador del espiritismo en Brasil y en el resto del mundo.
Escribió 451 libros, de los que se vendieron más de 40 millones de copias traducidas a 33 idiomas y 30 libros en braille. Chico Xavier admitió no ser el autor de esos textos, sino que se limitaba únicamente a escribir lo que los espíritus le pedían. Por ese motivo, no recibió dinero por la venta de sus libros y donó los derechos de autor a diferentes instituciones sin ánimo de lucro, entre ellas la Federación Espiritista Brasileña.
Su primer libro, Parnaso del más allá, se publicó en 1932 y contenía 256 poemas atribuidos a poetas fallecidos, entre los que destacan los portugueses João de Deus, Antero de Quental y Guerra Junqueiro, además de los brasileños Cruz e Sousa y Augusto dos Anjos. No obstante, el libro de mayor tirada fue Nosso Lar, con más de 2 millones de copias vendidas, atribuido al espíritu André Luiz.
Chico es conocido principalmente por sus obras asistenciales en la ciudad de Uberaba. A partir de los años 70 se dedicó a ayudar a personas pobres mediante la creación de una fundación. Logró un gran reconocimiento en Brasil, especialmente en los últimos años, por su benevolencia y asistencia al prójimo. Siempre afirmó que un incansable benefactor espiritual, llamado Emmanuel, era quien supervisaba su tarea como médium desde sus inicios.
En 1981 y 1982 fue nominado para el Premio Nobel de la Paz.
Nacido en una familia humilde, tuvo ocho hermanos. Era hijo de João Cândido Xavier, vendedor de billetes de lotería, y Maria João de Deus, lavandera católica, ambos analfabetos. Según los biógrafos, el don de medium de Xavier se habría manifestado por primera vez a la edad de cuatro años.
Su madre murió cuando Francisco tenía solo 5 años. Incapaz de criarlos, el padre distribuyó a los nueve hijos entre los parientes. Durante los siguientes dos años, Francisco fue criado por la madrina y antigua amiga de su madre, Rita de Cassia, quien pronto demostró ser una persona cruel, vistiéndolo de niña y golpeándolo a diario, inicialmente por cualquier pretexto y más tarde, bajo la alegación de que “el niño tenía al diablo en su cuerpo”.
En 1927, a la edad de 17 años, Francisco se enfrentó a la locura de una hermana, quien creía que era causada por un proceso de obsesión espiritual. De esta manera, a través de su don de medium, comenzaron a manifestarse varios poetas fallecidos, sólo identificados a partir de 1931. En 1928, comenzó a publicar sus primeros mensajes psicográficos en las revistas O Jornal, en Río de Janeiro, y Almanaque de Noticias, en Portugal.
En 1931, en Pedro Leopoldo, pierde a su madrastra Cidália y continúa la obra Parnaso del más allá de la tumba. Este año también marcó la “mayoría de edad” del médium y el encuentro con su mentor espiritual Emmanuel, “...a la sombra de un árbol, al borde de una presa ...”. Xavier dijo que el mentor le informa sobre su misión de psicografiar una serie de 30 libros y le explica que para ello se requieren tres condiciones: disciplina, disciplina y disciplina.
En 1932, el libro Parnaso del más allá de la tumba fue publicado por la Federación Espírita Brasileña. La obra, una colección de poemas dictados por los espíritus de poetas brasileños y portugueses, tuvo una gran repercusión en la prensa y la opinión pública brasileña y causó revuelo entre los literatos brasileños, que en general quedaron impresionados positivamente por el libro. El impacto se acentuó al saber que la obra había sido escrita por un “modesto oficinista” de un almacén en el interior de Minas Gerais, que apenas había terminado la escuela primaria.
Continuó con su labor como mecanógrafo-escribano en la Hacienda Modelo de la Inspección Regional del Servicio de Fomento de la Producción Animal, iniciada en 1935, y ejerciendo sus funciones en el Centro Espírita Luiz Gonzaga, atendiendo a los necesitados con recetas, consejos y psicografías. El administrador de la finca era el agrónomo Rômulo Joviano, también espírita, quien además de conseguirle un trabajo a Xavier, lo ayudó a tener la tranquilidad necesaria para el trabajo psicográfico, acompañándolo en sesiones en el Centro Luiz Gonzaga, del que llegaría a la presidencia. Fue precisamente durante el período en que psicografiabaen los sótanos de la casa de Joviano cuando se escribió una de sus grandes obras, titulada Pablo y Esteban (en portugués: Paulo e Estevão).
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