Iniciamos ayer la semana con una jornada bursátil mixta en Asia, negativa en Europa y mayormente positiva en América. Los principales índices estadounidenses concluyeron la sesión del lunes con ganancias, tras incorporar algunos datos relevantes y de cara a la intensificación de los reportes trimestrales. El Dow Jones renovó su máximo histórico por primera vez desde el 17 de mayo, mientras el Nasdaq y el SP100, que la semana pasada cerraron una racha de máximos de más de cinco días, se mantuvieron cerca de sus marcas más altas. El mercado incorporó que el índice que mide la actividad manufacturera del estado de Nueva York decepcionó contra lo esperado y se mantuvo por octavo mes seguido en terreno negativo.
Además, el crecimiento económico de China desaceleró en el segundo trimestre y quedó debajo de las expectativas de los economistas, mientras que la producción industrial y las ventas minoristas también decepcionaron lo estimado. Sin embargo, el mercado no muestra preocupación y parece mantener el ánimo inyectado por una inflación estadounidense que fue dada a conocer por debajo de lo esperado y una tasa de desempleo en máximos de dos años, datos revelados en semanas previas y que apoyaron las esperanzas de recortes de tasas de interés.
Esta semana habrá nuevos comentarios de miembros de la Reserva Federal, aunque no es muy probable un cambio de tono respecto de lo dicho previamente, en el sentido de esperar más datos para tener la seguridad de emprender movimientos de tasas. Este lunes Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, reiteró en el Club Económico de Washington que la inflación ha dado señales de avance y que el regulador monetario se estaría acercando al momento de recortar los tipos de interés. El ánimo positivo también podría ser alimentado por nuevos reportes trimestrales, mismos que han empezado a ser liberados.
La semana pasada se publicaron los datos de inflación de precios al consumidor de junio en Estados Unidos. El índice anual se situó en 3.0 por ciento, contra 3.1 por ciento esperado, y el componente subyacente quedo en 3.3 por ciento por debajo del 3.4 por ciento estimado, continuando una tendencia constante a la baja hacia el objetivo de inflación del 2.0 por ciento de la autoridad monetaria. La inflación alcanzó su nivel más bajo desde 2021, con esto las expectativas de recortes de tasas por parte de la Fed ahora descuentan dos recortes para fin de año.
En México, los principales índices bursátiles desecharon el lunes parte del avance logrado la semana previa, probablemente como toma de ganancias a la espera de evaluar si los reportes trimestrales podrán convertirse en el catalizador que no ha llegado a lo largo del año. Los indicadores, que vienen de su mejor semana en lo que va de 2024, presentaron su primera baja en seis días de intercambios y la segunda más pronunciada del último mes. Pese a ello, no se alejaron demasiado de su mejor nivel desde mayo.
Los inversionistas incorporaron que las ventas de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales presentaron su menor crecimiento para un junio de los últimos cuatro años, básicamente desde la crisis del primer impacto de la pandemia de covid-19. También trascendió durante la jornada que Omar Mejía, uno de los cuatro subgobernadores de Banco de México, dijo que las presiones observadas en el índice no subyacente, o el más volátil de la inflación, durante los últimos meses probablemente sean de corto plazo, por lo que no deberían afectar la labor de control de precios del regulador, de acuerdo con medios.
En temas energéticos, observamos que los precios del petróleo sumaron dos días de pérdidas, tras débiles datos de la economía china y un dólar que encarece el costo de las materias primas. Así, el precio del contrato de agosto del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, perdió 24 centavos para cotizar en 81.86 dólares, mientras que el precio contrato de septiembre del crudo europeo, Brent del Mar del Norte, bajó 16 centavos para colocarse en 84.85 dólares por barril.
El dólar estadounidense se fortaleció este lunes debido a que los inversionistas apostaban a que el intento de asesinato del ex Presidente estadounidense Donald J. Trump haría más probable su victoria en las próximas elecciones presidenciales. Un dólar más fuerte tiende a bajar los precios del petróleo ya que los compradores que usan otras monedas tienen que pagar más por su crudo denominado en dólares. Por otro lado, las importaciones de petróleo crudo de China cayeron 2.3 por ciento en el primer semestre de este año (a 11.05 millones de barriles por día) en medio de una decepcionante demanda de combustible y porque las refinerías independientes redujeron la producción debido a los débiles márgenes de ganancia.
En temas cambiarios, tenemos que el peso mexicano arrancó la semana con el pie izquierdo, mientras que los inversionistas evalúan cifras económicas de China y el impacto por el intento de asesinato del ex Presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump. De acuerdo a los registros de Banco de México, la moneda azteca cerró en 17.76 pesos por dólar, con una pérdida de 14 centavos ante la divisa estadounidense respecto al cierre previo. De esta manera, el peso frenó un rally de nueve días de apreciación. La semana pasada, el peso acumuló una ganancia de 2.7 por ciento, siendo su mejor desempeño semanal desde noviembre de 2023.
En China se publicaron indicadores económicos negativos. El producto interno bruto del segundo trimestre mostró un crecimiento anual de 4.7 por ciento, desacelerándose desde 5.3 por ciento, siendo la menor tasa de crecimiento desde el primer trimestre del 2023. Los inversionistas también se refugiaron en el dólar tras el intento de asesinato del ex Presidente estadounidense Trump. Ahora los inversionistas aguardan si el ex Mandatario puede ser elegido candidato a la presidencia tras los eventos del fin de semana. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.
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