Caso UAS: pacto político por decreto
Madueña y su fiesta de la impunidad

OBSERVATORIO
29/11/2024 04:02
    ¿Qué fue lo que pasó más allá del cuento de que se trata de un asunto que corresponde dirimir a fiscales y jueces? Dejarle toda la versión oficial a Madueña es tan irresponsable como ponerlo de nuevo al frente de la UAS. Dotarlo del derecho a manejar como realidad lo que a todas luces es un engaño, demuele la credibilidad que en este tema habían adquirido los poderes Judicial, Legislativo y Ejecutivo de Sinaloa.

    Bastaron pocas horas para que se diluyeran en la impunidad los delitos, denuncias, pruebas y vinculaciones a procesos enderezados durante más de un año a Jesús Madueña Molina, Rector destituido de la Universidad Autónoma de Sinaloa, transitando el caso de los estrados judiciales al acuerdo político. De la sentencia que pudiera sentar un precedente de protección a la casa rosalina contra sus saqueadores, lo que resultó es la contradictoria absolución de los presuntos culpables fraguada en Palacio Nacional.

    Otra vez con el cargo de Rector en la bolsa, Madueña salió triunfal a cantar la derrota de la justicia e instruyó a sus bufones que lo ungieran con laureles y fanfarrias. Tras recuperar la corona que se le había transformado en diadema de espinas, procedió a asignar la guillotina para quienes denunciaron la sentina en que transformó la Tesorería uaseña ya que por decreto presidencial la cloaca ha sido saneada. El señor de las tortillas del millón recibió por fin la señal providencial antes inimaginada de que puede ser el gran democratizador de la UAS y eso bastó para elevarlo al culto reservado para la purificación de los protervos.

    Madueña emerge desde los albañales con el sermón de “yo puedo decirle a la comunidad universitaria que estamos firmes, que estamos bien, que vamos para adelante y la idea es resolver, no solamente el tema del conflicto, el diferendo que hubo con el gobierno del Estado, sino poner sobre la mesa el tema presupuestal de la Universidad que también ya se ha comentado en la Ciudad de México”. Él y sus testaferros sí están bien, ¿pero la UAS está bien? ¿La transparencia en el manejo del erario universitario está bien? ¿el precepto legal de dura lex, sed lex está bien aun cuando la norma jurídica se torna elástica para quien hizo de la Universidad, por acción u omisión, la caja chica del Partido Sinaloense?

    Entonces ¿qué fue lo que pasó más allá del cuento de que se trata de un asunto que corresponde dirimir a fiscales y jueces? Dejarle toda la versión oficial a Madueña es tan irresponsable como ponerlo de nuevo al frente de la UAS. Dotarlo del derecho a manejar como realidad lo que a todas luces es un engaño, demuele la credibilidad que en este tema habían adquirido los poderes Judicial, Legislativo y Ejecutivo de Sinaloa.

    Pero nadie se anima a llamarle a las cosas por su nombre y todos acuden a rodeos declarativos que delatan lo burdo de la celada. Hasta Feliciano Castro, vocero del Gobierno del Estado, reconoció ayer que no conocía la salida concreta en el tema UAS, pero “seguramente se tomarán en cuenta las medidas alternativas de solución que establece la legislación vigente, en específico la Constitución Mexicana”. ¿Y la opción de la reparación del daño que también establece la legislación?

    Aunque en la víspera Madueña echó a vuelo las campanas de la impunidad, aprovechando que los gobiernos federal y estatal no salían a ofrecer su versión, a leguas se nota que en la negociación la UAS fue mercancía de trueque al colocar a quienes le asestaron un grave daño económico por encima de ministerios públicos y jueces que se disponían a castigar los presuntos ilícitos perpetrados por la camarilla que ve en la Universidad un botín a robar, y no la institución de educación superior a cuidar.

    Y si quieren festejar la impunidad, allá los pasistas y cuenistas que perpetraron los atracos. Y si el Gobierno procede a facilitarles salidas políticas a directivos universitarios acusados de cometer delitos contra las finanzas institucionales, pues su gusto es. Unos cínicos y los otros solapadores, tendrán que enfrentar ahora el juicio social al caer los procesos penales por obra y gracia de la concertacesión. Encarar el veredicto popular que es tan veloz como raudo les llega el salvamento de la 4T a los uaseños indiciados.

    La sociedad toma nota de estos otros delitos que adquieren impunidad otorgada por los mismos que desde la 4T proclaman el combate a la corrupción e incurren al mismo tiempo en decisiones que la toleran y la fomentan. Inaplicabilidad de la Ley en momentos donde la vigencia o no del marco jurídico define el amparo e indefensión de familias pacíficas a merced de la guerra que recalca las vulnerabilidades de Gobierno y ciudadanos.

    Dígase lo que se diga, la verdad es que le han revalidado a Madueña y cofrades la licencia para expoliar a la UAS. Y el Rector que retorna lo dice claro en su edicto festivo: “en lo que respecta a las causas penales se tiene perfilada la aplicación de la suspensión condicional del proceso como mecanismo alternativo de solución de controversias previsto por la legislación penal que garantice su conclusión definitiva”.

    Reverso

    El pacto es una emboscada,

    Que les ofrece Jesús Madueña,

    Y tiene como santo y seña,

    Mantener a la UAS secuestrada.

    Rocha: a dar la cara

    Al acudir hoy a la Glosa de su Tercer Informe, el Gobernador Rubén Rocha Moya responderá en el Congreso del Estado a intervenciones de las diputadas y diputados que lo cuestionarán sobre los avances en la estrategia para contener la jornada de violencia extendida durante ya casi tres meses y las acciones que encabezará para iniciar sin dilación el plan de paz de largo plazo y aliento que evite que cada vez que se le ocurre al crimen organizado los sinaloenses seamos secuestrados en el miedo por masacres, desapariciones forzadas, despojo de vehículos, robos al comercio, vías de comunicación bloqueadas y más. Recibirá el apoyo de los asambleístas del Movimiento Regeneración Nacional y partidos aliados que lo harán sentir como en día de campo, y tal vez también encare a representantes populares que aun en la barbarie acostumbran a llevar agua a sus molinos políticos.

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