“Cash” es lo que más abunda en las campañas electorales mexicanas ya sean municipales, estatales o federales, ahora y desde hace décadas, aun cuando no había competencia electoral y el PRI era el rey absoluto. Y en la actualidad pónganle el partido que quieran.
El libro de Elena Chávez González, El rey del Cash, con especial dedicatoria a López Obrador, tiene como tema central la denuncia del financiamiento ilegal a las actividades partidarias de AMLO sobre todo en la era del PRD. Es muy importante que lo haga, pero lo es más que se llegue a comprobar con documentos, más allá de los videos ya conocidos donde aparecen el hermano de Andrés Manuel López Obrador, René Bejarano y Carlos Ímaz, lo cual no parece que vaya a suceder para que tenga trascendencia legal.
Lo que sí ha trascendido, y aun no sabemos hasta dónde, es el objetivo político que no oculta la autora y que están aprovechando gustosamente los adversarios del macuspeño y la 4T. El libro no tiene valor periodístico porque la única fuente es su testimonio, pero sí un poderoso valor político para los opositores de AMLO. Incluso yo diría que no tiene un valor ético porque cuando vio in situ la corrupción no la denunció ni se lo objetó en su momento a López Obrador, ni a varios de los personajes que ella ahora denuncia. La respuesta es simple: porque era esposa de uno de los hombres más cercanos al individuo ahora abominado.
Es inevitable decir que los sentimientos heridos de la escritora están involucrados en la manufactura del libro, lo cual no es nada extraño a la condición humana pero que ella no reconoce. Es decir, es a todas luces notorio que Elena Chávez escribió su libro -el más vendido en esta semana y seguramente por varias semanas más-una vez divorciada de César Yáñez, incondicional de siempre del ahora inquilino de Palacio Nacional, y de que ella sale de los círculos del poder.
No dudo de los abusos de poder de la señora Beatriz Gutiérrez Müller, la actual esposa del Presidente, pero ¿era necesario que dijera que antes fue su amante aun antes de que López Obrador fuera viudo? Este aspecto tendría que ver, suponiendo que fue cierto, con la moral matrimonial o amorosa de AMLO y su actual esposa, ¿pero, qué tendría que ver con la actividad política que ella denuncia? ¿Para qué incluir estos temas de alcoba y de folletín rosa en un libro de denuncia política?
Claro, si el objetivo es el debilitar políticamente a López Obrador, lo cual automáticamente conlleva al debilitamiento de Morena, todo es válido, según nos dice Maquiavelo en El Príncipe, porque atacar la vida íntima de un político siempre es redituable. Es más, esta es una de las facetas que más sacuden el morbo de miles de personas. Pintar a un López Obrador y a su esposa como inmorales por supuestamente tener relaciones fuera de matrimonio es un lienzo que encanta a los conservadores de doble moral.
Puede parecer muy subjetiva mi lectura de este libro, pero la autora, fuera de la figura de López Obrador, se centra mucho en las mujeres que, en su testimonio, eran manipuladoras, arribistas y trácalas, como pinta a Ariadna Montiel y Delfina Gómez. O hay mucho resentimiento de ella a las damas del poder moreno o muestra consistentemente cómo varias mujeres que rodean a AMLO son tan inmorales como cualquier político tradicional.
Pero, volvamos al “cash” que seguramente ingresó a las arcas del PRD y de Morena para las campañas del controvertido Presidente. Este dinero ilícito debería ser punible, pero en México no lo es porque no hay partido que no lo haya recibido. Sus militantes no lo dicen abiertamente porque es la manera de hacer política en este país del águila la serpiente, sobre todo en campañas electorales, porque se necesita de dinero no legal para acarreos, desayunos proselitistas, sobornos a periodistas y otras incontables tareas para los actos de campaña, así como dinero constante y sonante que cae en los bolsillos de muchos jefes de campaña, tal y como lo señala la autora de este libro sensacionalista.
El libro no será sustento legal de ninguna denuncia, pero sí leña seca para las llamas de la ardorosa lucha política que contemplamos en México.
Ahora bien, habrá que reconocerle a Elena Chávez que le arrebató la agenda mediática a López Obrador al menos por varios días. AMLO ha estado a la defensiva y en modo de réplica y no con la iniciativa de la nota del día o de la coyuntura como ha acontecido a lo largo de cuatro años. Esto quiere decir que el libro está cumpliendo su objetivo de convertirse en un instrumento de lucha política de los opositores de la 4T.
Mientras este tema domina el escenario nacional, Adán Augusto López vino a Sinaloa a alegrarle la vida a Melesio Cuén porque lo hace en un momento en que su estrella brilla más por el cabildeo que hizo con los senadores del PRI y el PRD para sacar la iniciativa que reformó la Constitución para darle más poder a las Fuerzas Militares; no obstante, en las encuestas sigue muy abajo, a la vez que Ebrard es muy golpeado en el mismo libro de Elena Chávez, y Claudia Sheinbaum sale mucho menos raspada en el testimonio de la autora.
Este libro de Elena Chávez y la relevancia que tiene Claudia Sheinbaum en esta etapa histórica de México, muestran entre otras cosas, que las mujeres son cada vez más protagonistas estelares de la enconada lucha por el poder que acontece en nuestro vapuleado País.
Mientras bailan millones de pesos del erario mazatleco en el conflicto con Azteca Lighting, la basura inunda muchas colonias del puerto y los baches revientan neumáticos, los enviados de “El Químico” gastan millones de pesos en un viaje que no traerá ni un turista de España.