Antes las armas se fabricaban para librar guerras; ahora las guerras se fabrican para vender armas.
Esta versión dice que la palabra se originó durante la Revolución Mexicana (1910-1920, una de esas periódicas olas de estragos a que los poderes globales, con la colaboración activa de tontos útiles y/o traidores que nunca faltan, someten a México para que jamás levante la cabeza, con el argumento de una ‘igualdad’ nunca conseguida, o cualquier otro pretexto semejante que seduzca a las masas). “Algunas de las ametralladoras operadas por los gringos enrolados en las filas (but of course) de Pancho Villa, tenían grabado en un costado el nombre del fabricante: ‘Browning Machine gun Co’. Esos operarios eran llamados ‘los machingones’ por los villistas. De ahí que ahora se señale a quien impone su voluntad, que tiene una mayor capacidad destructiva, con el nombre de ‘chingón’.”
Oliver: “México declaró la guerra al eje (Alemania, Italia, Japón), pretextando entre otros, el hundimiento de un barco italiano incautado de nombre “Lucífero” (resplandeciente) y que “se registró con bandera de Panamá rebautizándose como “Potrero del Llano” al que estallaron sus calderas por una inadecuada operación de los foquistas locales que no conocían la moderna tecnología del buque, las hicieron estallar estando a 300 metros de la costa, atribuyéndole a los alemanes su hundimiento”, (según narra el gran escritor Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, conocido como Juan Rulfo, Véase video a partir del minuto 23
https://www.rtve.es/.../a-f.../juan-rulfo-fondo-1977/980963/
Sobre la economía, Gerard Celente advierte: “¿Qué tal ese banquero central, ese Fed Head Jerome Powell? Dijo que la inflación (ese fenómeno monetario) iba a ser ‘temporal’ o ‘transitoria’. ‘Estaban disparando esos Bull Shits uno tras otro, pero nosotros dijimos desde el principio que el alza de precios es real y va a seguir. No son las cadenas de suministro rotas, es todo el dinero barato que siguen vertiendo en el sistema para apuntalarlo artificialmente’.
Celente predice que ‘la Fed tendrá que subir las tasas de interés’ para detener lo que él llama inflación al estilo de los años ochenta (emisión excesiva de circulante fíat). Y advierte: ‘Cuanto más suban las tasas de interés, más bajará la economía, y de eso es de lo que no están hablando’.
Celente dice que debemos prepararnos para lo que él llama ‘Dragflation’ (’to drag’ es arrastrar). La economía se reducirá a medida que el alza de precios aumente. Celente predice que si la tasa de interés de los fondos federales, que ahora está en 0.25 por ciento, ‘sube a un miserable 1.5 por ciento, toda la economía podría colapsar’.
Siempre quise cantar y bailar bien, pero siempre he hecho ambas cosas muy mal, desastrosamente mal. Hace exactos 40 años traté de bailar con mi pareja en el escenario del Teatro Blanquita (también, años más tarde, traté de cantar con todo el público en el lunetario del vecino Teatro Blanquita, aka Palacio de Bellas Artes, en un concierto de Chabela Vargas, pero ésa es otra historia). Me explico. No fue durante una función sino después de ella, con el telón corrido y las butacas vacías. Era el cumpleaños de la estrella del show, Carmen Salinas, y ese era el festejo. Yo había ido con mi novia de ese momento, invitado por mi gran amigo Armando Jiménez Farías (1917-2010), autor de la serie de libros sobre la Picardía Mexicana. Descanse en paz, doña Carmen.