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Una de las variantes derivadas de la crisis política que experimentó -¿o todavía experimenta el Ayuntamiento?- de Mazatlán es que hubo un capital político que no disminuyó sino que aumentó. En efecto, si nos guiamos por los comentarios en medios de comunicación y lo que se lee en las redes sociales, Fernando Pucheta, quien renunció a la Subsecretaría de Turismo, a raíz de que se nombró a “El Químico” Benítez como titular de la misma dependencia, perdió un puesto de trabajo pero acumuló un caudal de respaldos y simpatías ciudadanas.
No deja de resultar llamativo, curioso y también contrastante, que un político priista de larga trayectoria -hasta el momento no sabemos que haya renunciado a su partido o que lo hayan dado de baja- haya tenido más dignidad que cualquier miembro de Morena en una coyuntura en que el partido en el Gobierno de Mazatlán esté totalmente desdibujado, al haber renunciado a seguir siendo parte del Gobierno estatal de la 4T. Y es contrastante porque a los políticos priistas- o por lo menos a este político- se les señale todo el tiempo -yo mismo lo hago- de ser tramposos, corruptos, oscuros y demás calificativos casi obscenos, y los de Morena se presenten como “la esperanza de México”, los limpios de toda culpa, pero en Sinaloa, sobre todo en Mazatlán y Culiacán, se han empeñado en demostrar lo contrario.
Pucheta, al que en su momento también se le acusó de corrupción y de tener mal trato a integrantes de su Gabinete, no quiso ser un subordinado y parte del equipo de Luis Guillermo Benítez Torres acusado de varios delitos.
Como todos sabemos, el nombramiento de “El Químico” fue abucheado sonoramente -aún más que en el estadio de los Venados- tanto en Mazatlán como en todo Sinaloa y la imagen política del doctor Rubén Rocha Moya ha quedado severamente dañada, al menos en la presente coyuntura, debido a la salida que le dio el Gobernador a la crisis política de Mazatlán, pero que ya afectaba a la 4T en el conjunto del estado.
Ha sido sorprendente cómo Rocha Moya invirtió su alto capital político para salvar del encarcelamiento al personaje más desprestigiado de todo Sinaloa en los últimos años. Tal y como lo afirmé en un artículo anterior, una decisión de esa envergadura, carente de lógica visible, solo pudo venir desde fuera y de una altura mayor para que un hombre con la experiencia e inteligencia del Gobernador pudiera tomarla.
Bueno, pues, Pucheta, integrante del partido más repudiado en el presente mexicano, renunciando a la Subsecretaría, pero manteniendo su respeto y agradecimiento al Gobernador, incluso declarando que seguirá cooperando con él, deja el cargo y, no sabemos si calculándolo o esperándolo, eleva sustancialmente su capital político.
Cómo lo utilizará en el futuro próximo es una incógnita, pero de seguro lo pondrá en movimiento.
Por otra parte, el nuevo Alcalde de Mazatlán, quien no está totalmente a salvo del embrollo con Azteca Lighting porque su firma, falsificada o no, aparece en el maléfico contrato, intenta mejorar de la mano del Tercer Piso la maltrecha imagen del gobierno moreno en Mazatlán.
Édgar González se mueve rápidamente y con más oficio que Benítez Torres yendo a barrios y escuelas plebeyas, visitando a los más importantes medios de comunicación, denunciando un uso oscuro de vehículos del Ayuntamiento y deshaciendo políticas antipopulares del destituido, como regresar a los ciudadanos espacios públicos para estacionarse antes reservados para las convoys de Benítez, y sobre todo haciendo muchos cambios en el Gabinete.
Mas estos movimientos y decisiones revelan a la vez un radical distanciamiento de Édgar González con Benítez, incluso parece que implícitamente lo está denunciando como inepto y corrupto. De ser ciertas las denuncias que ha hecho el rosarense que ahora gobierna Mazatlán, estarán engordando el expediente delictivo de “El Químico” y éste no tendría por qué mantenerse en la Secretaría de Turismo.
El turismo se ha convertido en la actividad económica más importante de Sinaloa, aun por encima de la emblemática agricultura, y por lo mismo allí debería estar un Secretario experimentado y un equipo sapiente, pero no es así, máxime que esa rama de los servicios tiene mucho mayor potencial. Con los cientos de kilómetros de bellas playas que hay en Sinaloa, su enorme producción alimenticia y, por lo tanto, una gastronomía aún más variada y rica de lo que ya es, el variado talento en las artes, los deportes, la ciencia, la música y literatura, así como creadora de varios de los más grandes exponentes de la cultura popular mexicana, como Pedro Infante, Lola Beltrán, Ferrusquilla, La Banda del Recodo, la MS y Los Tigres del Norte, y muchos más, no han sido aprovechados para multiplicar y enriquecer la oferta turística sinaloense.
Tener ahí a “El Químico” es lamentable. Esperamos que sea una decisión política temporal.
La encuesta que llevó a cabo el INE para medir la aceptación de su reforma y que propone AMLO favorece, así sea por escaso margen, al inquilino de Palacio Nacional. Y no se diga la opinión para reducir el número de legisladores y el costo del Instituto. No obstante, la reforma solo pasará con los votos del PRI. Sus dirigentes han dicho que no transitará, pero la palabra de Alejandro Moreno es más ligera y sucia que una pata de cucaracha, así que quién sabe.