Hace unos días se viralizó en las redes el video de una mujer que arriesgando su integridad física salva del fuego de los devastadores incendios en Australia a un koala que estaba a punto de ser devorado por las llamas.
Fue increíble la respuesta de la gente en todo el mundo aplaudiendo la acción de esta mujer y claro ella merece todos nuestro respeto y admiración un gesto tan noble como arriesgar la vida por otro ser sólo puede aplaudirse, admirarse imitarse.
80 por ciento del hábitat de los koalas ya no existe, el fuego lo ha devorado, llevándose al menos a mil de ellos, pero si nos ponemos a pensar el fuego sólo fue la herramienta que en esta ocasión nuestro comportamiento irresponsable hacia el ambiente eligió para devastar de nuevo a otra especie, los koalas han sido clasificados como funcionalmente extintos, que significa que aunque hay aún una buena cantidad de koalas su hábitat es irrecuperable y es prácticamente imposible que esta especie sobreviva, así que es cuestión de tiempo para que sólo sean un recuerdo más de lo que existió ¡felicidades a todos nosotros una especie más en nuestra cuenta de especies extintas!
No nos damos cuenta que podemos vernos como si fuera un espejo en la situación del koala, que nos hace seguir creyendo que nuestra especie es inmortal, que somos una especie de semidioses elegidos por el universo para sobrevivir a todo y reinar sobre todas las cosas, bueno tengo una idea muy clara del porqué nos creemos esas patrañas, pero no es necesario hablar de ello en esta ocasión, pero sí aclarar para todos aquellos que aún no les cae el veinte, NO, no somos dioses y al contrario de ello somos los responsables de tanto daño que está sufriendo nuestro planeta y sus habitantes, ¡Change my mind! como dice aquel reto de algunas personas a debatir lo “indubitable”.
He vivido lo suficiente en este planeta para notar que el verano ya no es como antes que los inviernos duran menos que los calores son insoportables, que lugares del mundo están cambiando de temperaturas, no me lo pueden contar basta con ponerse a pensar un poco, los incendios en Australia como los de hace poco en el Amazonia son consecuencia directa de nuestra manera de consumir los recursos de este planeta, 2050 está marcado por los científicos como el año en que no habrá retorno, como el año en el que si no actuamos para llegar a con otra clase de comportamiento hacia el planeta, será el principio del fin y parece que nadie lo toma en serio, no es una serie de Tv que llega al fin de su temporada y al fin pronto saldrá una nueva, es como diría Mustaine en una de sus épicas canciones “Esto es la cuenta regresiva a la extinción” (sí me gusta la música).
Ver aquella mujer salvando a ese pequeño koala es una anticipación a lo que será si no nos convertimos todos en esa mujer, nos sacamos la camisa, y quemamos nuestras manos haciendo todo el esfuerzo posible por salvar lo que queda de vida en medio de las llamas de la devastación, si no lo hacemos así, lo único que queda es tomar de la mano al koala y caminar a su lado en la senda de la extinción.
Sinembargo.MX