Cacicazgo o liderazgo para CAADES
El plan norte: retenerla entre pocos

OBSERVATORIO
20/03/2025 04:02
    La CAADES no se halla en el mejor momento para jugarse el prestigio y la credibilidad con una deliberación interna de antemano viciada.

    En aras de que la unidad y legitimidad resulten de la elección del nuevo dirigente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa, debería retirar su aspiración Jesús Rojo Plascencia, ex presidente de la Asociación de Agricultores del Río Sinaloa Poniente, quien es impulsado por un grupo de poder de Los Mochis que plantea la ruptura de cláusulas de honor para alterar la voluntad de la mayoría de socios. En resolver el dilema de liderazgo o cacicazgo está la disyuntiva de consenso o fragmentación en la tarea de defensa del campo.

    La CAADES no se halla en el mejor momento para jugarse el prestigio y la credibilidad con una deliberación interna de antemano viciada. Las crisis que significan la sequía, inseguridad, el golpe arancelario con que amaga Donald Trump a las exportaciones mexicanas, y la cada vez peor caída de precios de las cosechas, requieren al perfil que con experiencia en el sector y el asentimiento de los representados pelee y gane las batallas del agro.

    En tal escenario complicado asoma el conflicto que tiene que ver con que uno de los candidatos que es Enrique Riveros Echavarría, ex dirigente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán, cuenta con el apoyo mayoritario de socios para asumir el timón de la CAADES, y el guasavense Rojo Plascencia afirma tener el respaldo de la mayoría de las 11 asociaciones agrícolas que son las organizaciones más pequeñas en lo que respecta a número de productores y superficie de siembra.

    La sustancia de la litis está a favor de Enrique Riveros tanto en lo cuantitativo como lo cualitativo pues sólo con los agremiados de dos o tres de las asociaciones de agricultores más grandes obtendría los votos mayoritarios que le permitan relevar a Marte Vega en la CAADES, además de que su plan de trabajo adquiere dimensión estatal porque contiene gestiones y respuestas positivas no únicamente para el Valle de Culiacán sino de efecto dispersor desde el cetro del estado al resto de Sinaloa.

    En cambio, Rojo Plascencia estaría aprovechando la laguna estatutaria que, por ejemplo, les otorga el mismo valor decisorio a la AARC, con más de 2 mil 500 asociados, y a la Asociación de Agricultores del Río Las Cañas, de Escuinapa, con unos 100 agremiados. Con estas organizaciones pequeñas hace alianza el guasavense teniendo plena conciencia de que lo podrían hacer ganar aunque le resten representatividad y dificulten la tan crucial unidad por las que por cierto han optado la mayoría de las asociaciones agrícolas al designar a sus cabecillas.

    ¿A qué y quién le apostarán las 11 asociaciones agrícolas que integran la CAADES? ¿Por darle rienda al capricho de una personas están dispuestas a alterar la decorosa historia de la Confederación? De aquí al 28 de marzo sobra tiempo para armar el gran pacto en beneficio de la agricultura sinaloense, aunque vaya a contrarreloj de las reuniones que realiza Rojo Plascencia proponiendo el proyecto donde Guasave dé la asonada patrocinada por políticos y capitales a los que no les interesa cuidar la marca sino el factor que ésta puede desempeñar en la elección de Gobernador de 2027.

    El apremio tiene que ver con la ausencia de acuerdos en dos sentidos. Uno fundado en que actualmente la CAADES la preside el norte al ser el dirigente Marte Vega, socio de la Asociación de Agricultores del Río Fuerte Sur, y por lo tanto en la práctica de alternar el liderazgo con el centro, en el período 2025-2028 la presidencia le corresponde a la AARC y al delegado de ésta, Enrique Riveros, que se apunta para el relevo. Dos, que resultaría degradante para la Confederación imponer la triquiñuela de mayoría de asociaciones pasando con alevosía por encima de la normalidad democrática que sería mayoría de socios.

    Tal vez los enemigos del campo sinaloense, que quisieran que esta rama de la economía acabara de colapsar por reyertas intramuros, se estén sobando las manos para que el eventual ejercicio democrático fallido le abra las puertas de par en par a quienes desesperan por hacer de la CAADES un cuartel político, disminuyéndola en la influencia y autoridad que conserva en el agro nacional.

    Cautela entonces, sano juicio, frente a apetitos que salivan al notar la suculenta troje verde que la quisieran como manjar servido a oportunistas y perturbadores, que no sería el primer baluarte ciudadano que convirtieran en vómito. Veamos si Marte Vega logra darle un vuelco hacia la civilidad a algo maloliente que se otea en el surco.

    Reverso

    Entre sombrerazos y gritos,

    Que quede claro a la bola:

    A la CAADES se le viola,

    Así la violenten poquitos.

    Por una CAADES estable

    En la mayoría de las asociaciones de agricultores que integran la CAADES sucedió en orden la renovación de los mandos debido a candidaturas de unidad que permitieron la transición sin turbulencias. Destacan Roberto Bazúa Campaña en la del Río Culiacán, Teodoro López Menchaca en la Río Sinaloa Poniente, Luis Xavier Zazueta Ibarra por la Río fuerte Sur, Mauricio López Quevedo en la del Río Baluarte, y Aurelio Lugo Camacho por la Río Mocorito. He ahí la contraseña para acceder a la cohesión y alto sentido de responsabilidad antes que escenificar comedias que le afecten la reputación al insigne granero de México.