La primera edición del Congreso de Investigadoras Sinaloenses ha sido un éxito rotundo, reuniendo a más de 600 investigadoras en un foro de presentación y discusión de sus trabajos científicos. Este evento, un hito para la ciencia de Sinaloa, no solo proporciona un espacio de diálogo, sino que también resalta el trabajo incansable de la Coordinación General para el Fomento a la Investigación Científica e Innovación del Estado de Sinaloa (CONFIE), cuyo esfuerzo resultó en una experiencia enriquecedora para todas las participantes.
La investigación científica en Sinaloa es amplia y diversa, destacando la participación femenina. En 2022, el Sistema Sinaloense de Investigadores y Tecnólogos (SSIT) registró 1,020 miembros, con 452 mujeres contribuyendo en campos como biotecnología, ciencias físico-matemáticas, ciencias sociales y humanidades. Podemos anticipar un aumento en el número de investigadoras para la próxima convocatoria, fomentando así el camino para que las niñas de hoy se conviertan en las futuras científicas y tecnólogas de los días por venir. Este es un esfuerzo que el gobierno estatal reconoce y apoya, confiando en CONFIE y su Dirección de Mujeres en la Ciencia para guiar este impulso.
La Dirección de Mujeres en la Ciencia de CONFIE, liderada por la Dra. Itzé Coronel Salomón, fue clave en la organización del evento, reflejando la sinergia y efectividad del equipo de CONFIE. Extendemos nuestras felicitaciones a todos ellos por hacer de este evento una celebración ejemplar del papel de las mujeres sinaloenses en la ciencia, suscitando expectativas que confiamos serán superadas en futuros encuentros.
El Primer Congreso de Investigadoras Sinaloenses sobresalió como un espacio académico fructífero, reuniendo a 628 participantes en las modernas instalaciones del Centro de Aprendizaje Vivencial de la Ciencia y Tecnología. El evento tuvo lugar del 14 al 15 de marzo en Culiacán, Sinaloa, y demostró un vibrante dinamismo académico. Este congreso demostró un vigor académico notable, mostrando un gran esfuerzo colaborativo extenso que incluyó un comité organizador de 10 integrantes y un equipo de 40 miembros del staff. Se destacaron también las conferencistas principales, así como moderadoras y relatoras, todos cumpliendo roles cruciales para el éxito del evento.
Durante el congreso fueron presentadas 299 contribuciones académicas, incluyendo 160 ponencias y 139 carteles que exploraron seis áreas temáticas esenciales: contribuciones al conocimiento con enfoque de género; integración de esta perspectiva en proyectos de investigación; experiencias en redes de investigación nacionales e internacionales; desafíos y oportunidades para investigadoras; experiencias y propuestas significativas en sus campos de estudio; y otros temas relevantes. Por ejemplo, la convocatoria y los debates generados en la sesión de pósters destacaron por su claridad y relevancia. Personalmente, fue un placer presenciar cómo ex alumnas, a quienes tuve el honor de guiar en su licenciatura, ahora presentaban investigaciones avanzadas como doctoras en ciencia, evidenciando su crecimiento y la contribución sustancial al conocimiento científico.
Las ponencias se distinguieron por su enfoque en retos y oportunidades, así como experiencias exitosas, registrando 141 títulos únicos que reflejan una rica diversidad de investigaciones y subrayan la creatividad científica de las participantes. En particular, los carteles ofrecieron una ventana hacia la integración de la perspectiva de género en la ciencia, con 119 títulos únicos. Estos esfuerzos colectivos no solo demuestran el vigor del intercambio intelectual y colaborativo, sino que también subrayan la importancia de fomentar y apoyar el desarrollo científico de las niñas y niños, quienes representan el futuro de la investigación. La participación activa y el compromiso palpable con las iniciativas de investigación y la integración de la perspectiva de género recalcan la relevancia del congreso como catalizador de cambio y progreso en el ámbito científico y académico.
En conclusión, las mujeres no solo han contribuido al progreso científico actual sino que han dejado un legado perdurable, enriqueciendo la investigación con perspectivas integrales y humanísticas que son vitales para el desarrollo equitativo de la sociedad. La inclusión femenina impulsa la ciencia más allá de áreas como la biotecnología, ciencias físico-matemáticas, ciencias sociales y humanidades, promoviendo estudios que benefician y se centran en las mujeres, lo cual es vital para el progreso equitativo y completo de la sociedad.
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