Brecha de género en la ciencia sinaloense

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    omar_lizarraga@uas.edu.mx
    La igualdad de género no se trata solo de garantizar los derechos fundamentales, sino de combatir las desigualdades estructurales. El acceso a la ciencia por parte de las mujeres es fundamental para la construcción de una sociedad más igualitaria; con iguales ingresos y oportunidades de crecimiento profesional.

    La brecha de género es una medida que muestra la distancia entre mujeres y hombres con respecto a un mismo indicador, como puede ser el acceso a recursos económicos, sociales, culturales y políticos.

    En cuanto a la actividad científica y acceso a recursos económicos para su desarrollo habitual, el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Humanidades Ciencias y Tecnologías, es el mejor indicador para medir la brecha entre los dos sexos.

    Al ser miembros del SNI, las y los investigadores pueden tener una beca, que se traduce en mayores recursos económicos adicionales a su salario. El monto del apoyo se otorga de acuerdo al nivel de productividad científica; existen tres niveles: Candidato a Investigador; Investigador Nacional, con niveles 1, 2 y 3; e Investigador Nacional Emérito. Hasta el día de hoy, los primeros, reciben mensualmente un monto de $9,459 pesos; el Investigador nivel 1, recibe $18,918; el nivel 2, $25,224 y el nivel 3, $44,142 pesos.

    Si bien, este apoyo económico que reciben los científicos del país, no es una cantidad para volverse ricos, sí es un apoyo considerable que generalmente se usa para adquisición de bibliografía, equipo de laboratorio y de cómputo. O bien, para realizar viajes a congresos nacionales e internacionales. Para los profesores o investigadores (hombres y mujeres) que no tienen acceso a estos recursos, difícilmente pueden destacar en el ámbito de la ciencia.

    Pues bien, al revisar los datos del SNI a nivel nacional hasta el año 2023, encontré que tiene 41 mil 367 integrantes, cuya adscripción laboral es en instituciones de educación superior y centros de investigación, tanto públicos como privados. Pero existe una brecha de género entre sus miembros bastante considerable. De ese total, 16 mil 412 son mujeres (39.67 por ciento) y 24 mil 955 son hombres (60.33 por ciento), es decir, la diferencia entre géneros es de 20.65 puntos porcentuales a nivel nacional.

    A nivel estatal, en Sinaloa la situación es prácticamente la misma. Como muestra para probarlo, tomé el número de miembros del SNI adscritos a la Universidad Autónoma de Sinaloa, que es la más importante del estado y con mayor número de investigadores nacionales. En esta institución educativa hay 509 investigadores e investigadoras que integran el SNI, pero de ese total, 306 son hombres (60 por ciento) y 203 son mujeres (40 por ciento). Es decir, hay una brecha de género de 20 puntos porcentuales entre ambos sexos.

    La igualdad de género no se trata solo de garantizar los derechos fundamentales, sino de combatir las desigualdades estructurales. El acceso a la ciencia por parte de las mujeres es fundamental para la construcción de una sociedad más igualitaria; con iguales ingresos y oportunidades de crecimiento profesional.

    En las Universidades tenemos mucha de esa responsabilidad. En el caso de los profesores, está en nuestras posibilidades alentar, asesorar y equiparar a las jóvenes estudiantes para que se interesen y permanezcan en la ciencia.

    Y a las autoridades, les corresponde el diseño de políticas institucionales, como otorgamiento de becas, mayores recursos para proyectos de investigación, publicaciones y programas de tutoría para que las mujeres prosperen en el maravilloso mundo de la ciencia.

    Es cuanto...