"Arrodilló Gerardo Vargas a Morena. La necedad de la segunda encuesta"
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Como los tiempos cambian y las mafias del poder se reconstruyen tanto que embaucan hasta a los que se dicen transformadores, en el Movimiento Regeneración Nacional se le está abriendo la ancha puerta de la participación política a Gerardo Vargas Landeros, la misma que en 2016 le cerró el Partido Revolucionario Institucional para evitar que el gobierno de Mario López Valdez fuera más allá de un sexenio y se transformara en 12 años de las peores prácticas públicas cuyos agravios aún no acaban de castigarse.
Al recibirlo en sus filas, Morena le abre de par en par los portones al conflicto. La segunda encuesta traerá consigo el tufo de las descomposturas donde algo legítimo se sacrifica para darle espacio a lo espurio. En un segundo estudio de opinión, recuérdese, se subsanó a favor de Mario Delgado el “error” democrático que designó a Porfirio Muñoz Ledo como dirigente del partido, veredicto que la cúpula morenista no deseaba.
Y ahí van de nuevo. Al resolver Morena incluir al ex Secretario General de Gobierno de Malova en la encuesta que está en curso para determinar quién será su candidato a Gobernador de Sinaloa, reviven en la memoria de los sinaloenses las enormes ofensas de aquella larga noche de corrupción, desenfrenos, mentiras, persecución y de baile encima de la Constitución y de los muertos por la violencia.
Es para no creer que Vargas Landeros haya sido excluido del partido en que militó toda su vida, el PRI; que de alguna manera Redes Sociales Progresistas se le haya caído como plataforma política, que Acción Nacional le haya retirado el cobijo que le brindó en 2010, pero es Morena el que alienta las aspiraciones de quien también fundó la organización del trébol de cuatro hojas para aferrarse a cualquier posibilidad de cumplir el sueño de gobernar en Sinaloa.
Ahora resulta que es el pueblo sinaloense el que sí tiene memoria, sin embargo, la llamada Cuarta Transformación sufre el episodio de amnesia súbita. Dígase lo que se diga Gerardo Vargas se les metió hasta la cocina y les preparará el menú que siempre utiliza para seducir a los comensales del poder: mucho dulce en el oído, abundante atole en el paladar e ilimitados beneficios en los bolsillos para quienes se decidan a transar con él.
La candidatura insólita va y se le otorgue o no al mochiteco la postulación a Gobernador, lo que se puede predecir es que no saldrá con las manos vacías. La izquierda inquilina de Palacio Nacional lo va a adoptar al menos para que sea peón de algún proyecto político de tantos que se alistan para en 2024 suceder a López Obrador en el cargo. Y la estructura morenista lo aceptará sin hacer gestos remozándolo con el apantallante color guinda.
Otra cosa pronosticable es que al final será Morena el partido que pagará todos los costos políticos, sea o no Vargas Landeros su candidato. En tanto le llega la factura a Mario Delgado ya fue alterado el punto 6 de la convocatoria para elegir al aspirante en Sinaloa ya que establece que en la encuesta participarán solamente cuatro aspirantes y la amplió a seis con tal de darle cabida al ex funcionario malovista. De igual forma violenta la regla que establece que el resultado del estudio de opinión será inapelable pues desestimó el veredicto de un primero y realiza el segundo sin ofrecer explicaciones.
De hecho, Gerardo Vargas Landeros ya ganó al doblegar lo establecido en la convocatoria y hacer tambalear la autoridad del dirigente morenista, ese liderazgo que trasmuta a caos interno. En dos ocasiones el Comité Ejecutivo Nacional ha tenido la oportunidad de sacar al candidato en condiciones fuertes y al aplazar la decisión le pone encima el manto de las sospechas al partido y al que resulte nominado.
Por la falta de arrestos para hacer valer la convocatoria que habla de “atributos éticos políticos, antigüedad en la lucha de las causas sociales y la vida democrática, aportación al proceso de transformación” así como “asumir los principios de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”, Morena le hizo un guiño a Gerardo Vargas y éste lo tomó con una invitación a cohabitar sin las mínimas inhibiciones ni sonrojos. Al meterlo en la segunda encuesta todo puede suceder por descabellado que parezca.
¿Y qué tal si los electores están observando estos devaneos que hace muy poco tiempo eran inimaginables? En caso de que Vargas Landeros no sea el candidato de Morena para Sinaloa (posibilidad que debe mantenerse a como están las cosas), la designación de cualquier otro arrojará a un abanderado de la 4T salpicado por la tentación en que incurrió Mario Delgado y que estigmatiza a todo el proceso de selección de principio a fin.
Reverso
Bebe de este té, Morena,
Es de trébol de cuatro hojas,
Que de seguro te serena,
Y todo tu cuerpo aflojas.
Un pleito anunciado
Estaba visto que en el partido Movimiento Ciudadano no cabrían juntas dos aspiraciones como las de Sergio Torres Félix y Roberto Cruz Castro, ambos con insistente ambición por ser gobernadores de Sinaloa. Meter dentro del mismo rasero electoral a “El Morrín” y “El Güero” equivale a querer cocinar a un elefante entero dentro de una olla de presión tan pequeña. Parecía tarde para que emergieran las discrepancias y se echara a perder la luna de miel en un experimento político cuyo éxito depende de la incorporación de todos los resentimientos posibles, pero sin reñir entre ellos mismos.