Arrecifes de esperanza

Atarraya
07/07/2024 04:01
    Los arrecifes de coral son un ecosistema clave para el desarrollo de peces, pulpos, tiburones, tortugas y otras especies, que encuentran en este hábitat marino una oportunidad para alimentarse, reproducirse y encontrar pareja.

    Durante el año 2023, un aumento sostenido de las temperaturas a nivel global ha traído consigo un devastador panorama para los arrecifes de coral: colonias completas de especies arrecifales de gran importancia, como el cuerno de alce (Acropora palmata), están totalmente muertas en el caribe mexicano. A nivel global, se estima que se ha perdido el 14 por ciento de los corales desde 2009.

    Los arrecifes de coral son un ecosistema clave para el desarrollo de peces, pulpos, tiburones, tortugas y otras especies, que encuentran en este hábitat marino una oportunidad para alimentarse, reproducirse y encontrar pareja. De los arrecifes de coral depende hasta el 25 por ciento de la vida marina y, por ende, las actividades pesqueras ligadas a las comunidades de la costa mexicana. Los científicos son claros: estamos viviendo eventos climáticos nunca registrados en la historia de la humanidad.

    En este contexto desalentador, Oceana zarpó en su tercera expedición científica. Tras las dos anteriores, al Arrecife Alacranes, que resultó en mayores medidas de protección y fiscalización de la pesca ilegal, y a Bajos del Norte, que en 2024 fue declarado Parque Nacional, hemos emprendido rumbo a los arrecifes del Banco de Campeche. Nuestro objetivo esta vez incluyó Cayo Arenas y una serie de formaciones geológicas formadas por la acumulación de material proveniente de las corrientes marinas.

    A bordo del barco, las jornadas de trabajo comenzaban con los primeros rayos del sol, a las 5 am. Equipos de científicos de la UNAM, de la Universidad de Arizona, personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y staff de Oceana estudiaron estos arrecifes de coral alejados a más de 200 kilómetros de la costa. Usando técnicas científicas modernas, realizamos mapeos en tercera dimensión del fondo marino, observamos las poblaciones de peces y se extrajo el ADN de la columna de agua para cuantificar las especies presentes y no visibles a simple vista en la zona.

    De esta forma, la expedición recorrió más de 750 km en el Golfo de México durante 10 días y visitamos los cayos llamados: Cayo Arenas, Cayo Nuevo, Triángulos, Obispo y Banco Nuevo para entender la dinámica ecológica de estos importantes ecosistemas. Más de 60 inmersiones de tres grupos de científicos y fotógrafos revelaron lo que temíamos: en aguas muy someras la mayoría de los corales están completamente muertos o seriamente dañados.

    No obstante, hubo sorpresas, literalmente, en el fondo. Alrededor de los 10 metros de profundidad, colonias intactas o muy bien conservadas de corales dieron la bienvenida a nuestros buzos científicos, quienes regresaban a la superficie con imágenes espectaculares del fondo marino y con caras llenas de optimismo. En las zonas profundas, hay colonias de coral cuerno de alce que han sobrevivido intactas a los eventos de calentamiento y que pueden ser la esperanza para recolonizar nuevos espacios. Conservarlas de la mejor forma posible es necesario y urgente.

    De igual modo, vimos grandes poblaciones de sábalos, así como zonas llenas de tortugas marinas verdes (Chelonia mydas) apareándose; unas 30 parejas que dejaron más de 60 camas (o nidos) en los arenales que se forman en los Cayos. Además, guarderías de tiburones puntas negras (Carcharhinus limbatus) muestran que este lugar es funcional para los depredadores tope.

    No obstante, hay ausencia de caracoles y langostas de importancia pesquera, lo que sugiere que este lugar podría no estar cumpliendo su función de derrama para las pesquerías locales. Esto indica que, aunque el área tiene el potencial de beneficiar a las pesquerías de Campeche y Yucatán, es necesario conservar estos arrecifes para que puedan efectivamente contribuir a la sostenibilidad de la pesca en la región.

    Sin duda, estos arrecifes son “Arrecifes de Esperanza” y demandan con urgencia una mayor protección, pues podrían ser vitales para repoblar lugares donde los corales ya están muertos. Estas observaciones son solo preliminares, y aún falta mucho por analizar de los datos de esta tercera expedición de Oceana.

    Esperamos que toda esta información sirva para la toma de decisiones futuras sobre el bienestar de estos arrecifes de coral, las especies en peligro de extinción o amenazas que las acechan y sobre las actividades pesqueras asociadas a ellos. Pronto tendremos más datos y noticias.

    * El autor Miguel Rivas Soto (@migrivass) es doctor en ciencias por el instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y director de santuarios marinos para Oceana en México.

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