Ánimo y consuelo

    Cuando sufrimos la pérdida y el dolor podemos sentirnos animados, pero sin consuelo; o consolados, pero sin ánimo.

    Siguiendo adelante con su profunda reflexión sobre la búsqueda del consuelo, Michael Ignatieff distingue entre dos palabras que están emparentadas, pero pueden contener un abismo de significación: ánimo y consuelo.

    Especificó que cuando sufrimos la pérdida y el dolor podemos sentirnos animados, pero sin consuelo; o consolados, pero sin ánimo. Abundó que el ánimo es transitorio y material, mientras que el consuelo es duradero e intelectual.

    Sin embargo, fue muy preciso en distinguir el consuelo de la resignación: “Podemos resignarnos a la muerte sin sentirnos consolados y podemos aceptar lo trágico de la vida sin resignarnos”.

    Incluso, estableció una distinción entre resignación y reconciliación: “Resignarse a la vida es darse por vencido, renunciar a cualquier esperanza de que sea diferente. Reconciliarse con la vida, en cambio, nos permite mantener la esperanza en lo que pueda deparar el futuro”.

    Reiteró que el elemento esencial del consuelo es la esperanza; en otras palabras, “la convicción de que podemos recuperarnos de la pérdida, la derrota y el desengaño, y de que el tiempo que nos queda, por corto que sea, nos permite volver a empezar, fracasando quizá, pero, como decía Beckett, fracasando mejor”.

    Especificó: “Cuando buscamos consuelo, vamos en pos de algo más que una forma de sentirnos mejor. Las pérdidas graves nos hacen replantear nuestra existencia en su conjunto... Consolarse supone reconciliarse con el orden de las cosas sin renunciar a nuestras ansias de justicia”.

    Asimismo, agregó: “Ante nuestros fracasos, sentimos la tentación de refugiarnos en el autoengaño. Pero el autoengaño no ofrece un consuelo auténtico, de modo que debemos intentar, como decía Vaclav Havel, “vivir en la verdad”.

    Resumiendo, afirmó que el consuelo es posible si hay esperanza, y ésta es posible si la vida tiene sentido para nosotros.

    ¿Mantengo vivos, y activos, ánimo y consuelo?

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