Anestesia del corazón

    Santa Ángela Merici fundó la orden de las hermanas Ursulinas y es venerada en Brescia, Italia; pero, en 1953, trascendió que un cuadro de la Virgen comenzó a derramar lágrimas en la casa de la familia Ianusso, en Siracusa, y desde entonces se hizo esa fundación para consolar a los afligidos.

    El vocablo anestesia es ampliamente conocido por nosotros, pues es un procedimiento utilizado en las intervenciones quirúrgicas o en tratamientos dolorosos, para que el paciente se insensibilice ante el dolor (aesthesia es el término griego que expresa la capacidad de sentir). Es una palabra muy cercana a analgesia, que es falta de sensación o sensibilidad.

    El Medical Herald, en enero de 1912, publicó que Anestesia era el término utilizado por la Universidad de Illinois para definir: “la ciencia que trata de los medios y métodos para producir en el hombre o en los animales diversos grados de insensibilidad con o sin hipnosis”.

    Sin embargo, hoy hablamos de anestesia del corazón, una frase que utilizó el Papa Francisco al recibir a los miembros de la Fundación Santa Ángela Merici, de Siracusa, a quienes recordó que están consagrados para “saber conmoverse”; es decir, tienen “la capacidad de llorar con quien llora”.

    Precisó que los peores males de nuestra sociedad, son: “la indiferencia, el individualismo que nos cierra al destino de quienes nos rodean, y esa anestesia del corazón que ya no nos hace movernos ante las tragedias de la vida cotidiana”.

    Les recordó que la compasión es su carisma: “Y vosotros, hermanos y hermanas, tratad de hacer precisamente esto: secar las lágrimas de quienes sufren, acompañar a quienes sufren, sostener a los más débiles de la sociedad, cuidar de los más vulnerables y acoger a quienes viven situaciones particulares de fragilidad”.

    En efecto, Santa Ángela Merici fundó la orden de las hermanas Ursulinas y es venerada en Brescia, Italia; pero, en 1953, trascendió que un cuadro de la Virgen comenzó a derramar lágrimas en la casa de la familia Ianusso, en Siracusa, y desde entonces se hizo esa fundación para consolar a los afligidos.

    ¿Anestesio mi corazón?

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