@_martinmoreno
SinEmbargo.MX
Todavía no se realiza la marcha ciudadana del domingo 13 de noviembre para defender al Instituto Nacional Electoral (INE), y López Obrador ya se desquició. El Presidente está enloquecido y supura odios, rencores y ataques contra aquellos que marcharán sobre Paseo de la Reforma y Avenida Juárez -el Zócalo será acorralado por... ¡un juego de beisbol!-, con el propósito de mostrar su rechazo a la regresiva y dañina Reforma Electoral propuesta por AMLO y la 4T, que incluye tres intenciones negras: desaparecer al INE, que su sustituto sea controlado desde Palacio Nacional y que el Gobierno vuelva a manejar las elecciones federales y estatales. ¡Es la antidemocracia!
En síntesis: López Obrador y su 4T quieren, con su Reforma Electoral, aniquilar a la democracia mexicana y regresar a los tiempos del partido único de Estado. Casi nada.
Y, en síntesis: cientos de miles de mexicanos marcharán en la Ciudad de México y en todo el País para manifestarse en contra de la dañina Reforma Electoral que proponen AMLO y la 4T. Tal cual.
¿Y para qué quieren López Obrador y la 4T a esa antidemocrática Reforma Electoral?
Para controlar y robarse la próxima elección presidencial del 2024 desde Palacio Nacional y cerrar cualquier posibilidad de triunfo de la oposición, garantizando, de paso, la victoria del candidato (a) de la 4T.
¿Y cómo pretenden ganar la próxima presidencial?
Persiguiendo, encarcelando o desterrando a opositores con posibilidades de ganar la Presidencia, como es el caso de Ricardo Anaya. AMLO está en vías de instaurar un régimen dictatorial en contra de los opositores que puedan ganarle la Presidencia, similar a la dictadura en Nicaragua encabezada por el sátrapa Daniel Ortega.
Ese es el espíritu de la Reforma Electoral propuesta por AMLO y la 4T: aniquilar a la democracia en México. Por eso hay que marchar el domingo próximo: para presionar y evitar que esta reforma sea aprobada. No nos equivoquemos: el objetivo principal es frustrar la Reforma Electoral antidemocrática de López Obrador y su grupo.
Hoy por hoy, los mexicanos debemos unirnos en un sólo grito:
¡EL INE NO SE TOCA!
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López Obrador está fuera de sí. Ya no habla. Ladra. Está perdiendo -aún más-, la razón. Destila odios y supura rencores. Lanza ataques en contra de quienes defienden la democracia mexicana y, fiel a su patrón de conducta, miente y miente y miente, calificando de “racistas, clasistas, hipócritas, corruptazos, cretinos” a quienes marcharán, en defensa de nuestra democracia, el domingo 13 de noviembre.
Vemos a un Presidente totalmente enloquecido. Las marchas en su contra le hacen daño. Son veneno para él. Lo trastornan. Lo descomponen.
Y mienten y manipulan de manera aberrante AMLO y sus mascotas con pluma y micrófono, al lanzar la patraña de que el INE “es muy caro”. ¿Ah, sí? Echemos un vistazo a las cifras para que veamos qué es lo realmente oneroso y que tiene a México al borde de la quiebra financiera por las pésimas decisiones económicas de la 4T. Lea, lector, infórmese y compare:
INE: 14 mil 439 millones de pesos.
CFE: registra pérdidas en 2022 por... ¡95 mil 114 millones de pesos!
AIFA: esta obra inviable e inútil costó 104 mil 531 millones de pesos.
PEMEX: registró pérdidas en 2021 por 224 mil 163 millones de pesos.
TREN MAYA: otra obra inviable e inútil, dañina al medio ambiente, costará 300 mil millones de pesos.
NAIM: La cancelación del Aeropuerto de Texcoco nos costó, a todos los mexicanos, 331 mil 906 millones de pesos.
REFINERÍA DOS BOCAS: otro armatoste de AMLO costará 360 mil millones de pesos.
Allí están las cifras rotundas, inobjetables y claras.
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No nos dejemos engañar por las falsedades emanadas de los odios de López Obrador en sus “mañaneras”: quieren desaparecer al INE, controlar las elecciones a futuro y volvernos a los tiempos del partido único de Estado. De ese tamaño es el riesgo antidemocrático que está corriendo nuestro país.
¡Marchemos el domingo 13 de noviembre contra la antidemocracia!
¡No permitamos que AMLO aniquile la democracia mexicana!
¡EL INE NO SE TOCA!