Alista CEN del PRI barrido de quirinistas. Le urge la venganza a ‘Alito’ en Sinaloa

OBSERVATORIO
    Es decir, la prioridad de la cúpula del Revolucionario Institucional no consiste en reunificar a los priistas en Sinaloa y mucho menos rescatar a ese partido de los escombros del tsunami electoral de 2021. Lo que apremia es dejarle en claro a quien corresponda que el cetro y la corona del otrora poderoso partido hoy le corresponde a Alejandro Moreno, aunque sean como moneda de intercambio en el bazar de las baratijas que convierte en fruslerías la dignidad y vocación de las militancias leales. El razonamiento pragmático de si el PRI vale muy poco en Sinaloa por qué no canjearlo por insignificancias.

    Para continuar con el capricho de borrarle al Partido Revolucionario Institucional cualquier vestigio de control que lo vincule al grupo político que lidera el ex Gobernador Quirino Ordaz Coppel, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, afina la intervención rápida en Sinaloa para tomar el mando de estas siglas, así se trate de un timón que luce a la deriva y sin barco en el mar picado de la confrontación y ajustes de cuentas internas. Sangre vieja que releve la estirpe joven sería la apuesta desesperada fraguada desde el centro.

    El modo es ostensible y no por evidente deja de ser burdo. Si el Senado de la República procede a correr el trámite para que Quirino Ordaz sea oficialmente el Embajador en España de la llamada Cuarta Transformación, el PRI patentizará con mano de marro el desmantelamiento de cualquier influencia que aquel tiene en el partido en Sinaloa. Así, con precisión de reloj atómico, al ojo por ojo, al estilo de amor con amor se paga y fiel a la sentencia de Arturo Graf que determina que “la política es demasiado a menudo el arte de traicionar los intereses reales y legítimos, y de crear otros imaginarios e injustos”.

    Y sí. Algún viejo priista que se aferre a los restos de la nave tricolor en proceso de zozobra peleará por conservar los escombros del PRI, tal vez como pieza a exhibir en el museo de de las grandes ruindades partidistas. ¿El regreso de los dinosaurios? Tal vez para utilizarlos de atracción sensacional que seduzca a los antropólogos políticos más a no a las militancias en desbandada ni a cuadros frescos que continúan en busca de las llaves del arca de la transformación.

    El guion quedó listo. Cinthia Valenzuela Langarica, la mujer que tomó las riendas del PRI cuando nadie las quiso tras aquella renuncia de Jesús Valdés al Comité Directivo Estatal que sucedió después de la derrota electoral del 6 de junio, presentará la renuncia como líder interina y regresará a la cartera de secretaria general, allanándole el camino a Alejandro Moreno para que acabe de completar la venganza contra Quirino Ordaz.

    Aquí, el CEN de “Alito” les sostiene el sello de quirinistas a los dos priistas que están dando la cara por el PRI en Sinaloa: Cinthia Valenzuela y Ricardo Madrid, ambos diputados locales y que son los únicos que efectúan intentos por resucitar al partido con insistente e imposible labor de reanimación. Allá, en Insurgentes 59 de la Ciudad de México, la urgencia consiste en quitarlos a ellos del medio en el momento en que Ordaz Coppel se apresta a asumir la Embajada de España a invitación de Presidente Andrés Manuel López Obrador.

    Es decir, la prioridad de la cúpula del Revolucionario Institucional no consiste en reunificar a los priistas en Sinaloa y mucho menos rescatar a ese partido de los escombros del tsunami electoral de 2021. Lo que apremia es dejarle en claro a quien corresponda que el cetro y la corona del otrora poderoso partido hoy le corresponde a Alejandro Moreno, aunque sean como moneda de intercambio en el bazar de las baratijas que convierte en fruslerías la dignidad y vocación de las militancias leales. El razonamiento pragmático de si el PRI vale muy poco en Sinaloa por qué no canjearlo por insignificancias.

    Por eso la prisa de suplir a Cinthya Valenzuela con el método fast track, no obstante que en el mejor de los casos podría concluir en diciembre el período que Jesús Valdés dejó acéfalo. Y ella, objetivo directo del acoso del CEN contra los quirinistas, opta por aprovechar la oportunidad de abandonar el campo minado en el que “Alito” convierte el CDE de Sinaloa para ocuparlo con sus intereses, estilo y correligionarios que considera leales. A costa de lo que sea, inclusive arrollando a los que exigen la evolución a un PRI que inspire confianza a la gente y vuelva a ser aliado de las mejores causas de los sinaloenses.

    Lo que queda por ver es cuáles actores y factores políticos se formarán al lado de Quirino Ordaz y su privilegiada posición en el Servicio Exterior, y quiénes se mantendrán firmes junto a Alejandro Cárdenas y su buque tricolor que en Sinaloa recibe la sobrecarga de los rencores precisamente cuando le falta un empujoncito para que acabe de hundirse. Que fea es la venganza si no percibe a las víctimas colaterales que cobra.

    Y así ocurre en Sinaloa la labor de “Alito” para construir la plataforma priista que lo proyecte a la candidatura presidencial del PRI en 2024. Con la extraña estrategia de causarle más abolladuras a un partido en proceso de zozobra, el dirigente nacional priista hasta se da el lujo de desbaratar las lanchas salvavidas que desde los estados vayan en su auxilio cuando al fin entienda la necedad de querer cruzar a nado el maremoto político que se avecina.

    Reverso

    Nunca ha habido un buen final,

    Para quien usa el coraje,

    Como derecho de peaje,

    A la postulación presidencial.

    El infractor impune

    Con la victoria pírrica de sacar adelante su Carnaval a costa de arriesgar a la población a que se contagie de coronavirus y la cínica prédica de “a los que le apostaron al fracaso de la fiesta, esta vez no se les cumplió”, el Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, abre nuevos frentes de guerra en el Ayuntamiento queriendo que los regidores paguen por la ingobernabilidad que generaron al inicio del trienio 2021-2024. Muy confiado en los poderes formales y fácticos que lo protegen omite preguntarse a sí mismo cuándo irá ante los tribunales a responder por los tantos delitos que él ha cometido.