Continúan las campañas políticas con denuedo, notándose a leguas que el candidato más proclive a mentirle a los electores es de la alianza Vamos por Sinaloa, una alianza integrada por los partidos políticos más desdeñados por los ciudadanos, puesto que se conocen demasiado sus trapacerías y corruptelas sin fin, cosas que por muchos años han dado constancia en el ejercido del poder; esos partidos ahora en la oposición han sido omisos y atrabiliarios con la sociedad.
De lo anterior hay mucha tela de dónde cortar, no se inventa dada, por el contrario, cuando se hace un recuento nos quedamos cortos en nuestros señalamientos; además de reconocidos como corruptos por los ciudadanos, son ultraconservadores en temas fundamentales de la vida de los mexicanos. Son clasistas y racistas, desprecian a los trabajadores y a los estratos más desposeídos, tienen la firme convicción de los mexicanos nacieron pobres, deben seguir siendo pobres por secula seculorum.
Para los políticos del prianismo, sus predilectos son los que conforman la oligarquía mexicana, además, ya sin rastro alguno de sus olvidados reflejos nacionalistas, algo sumamente grave es que son dados a favorecer los intereses extranjeros. La historia registra casos donde asumen el papel de quinta columna en los intentos extranjeros de debilitar a nuestra nación.
Razones por las cuales la ciudadanía los desdeña con argumentos incontrastables. Lo bueno que en esta elección salieron coaligados y se quitaron la careta. Y se presentan tal como han sido siempre, la puerta giratoria de una misma corriente política, nomás simulaban que pleiteaban entre sí y se turnaban en el “quítate tú para robar ahora yo”.
Hoy, por fin, insistimos, se quitaron la máscara y nos dieron la razón de que el prian siempre ha existido. Decidieron presentar su verdadero rostro frente a los electores; esperamos en lo sucesivo se integren en uno de los tres membretes y avancen en su unidad orgánica, puesto que conforman una falsa alianza.
Ni unidos los prianistas van a poder hacerla, no les va funcionar su estrategia, los electores están sumamente despiertos como para que les tomen el pelo con el cuento de esa alianza, no les va redituar los dividendos esperados y sí los va a evidenciar aún más ante los ojos de los electores. Los del prian deben de entender que los ciudadanos son mucha pieza, como para que les den gato por liebre, este 6 de junio los van a desdeñar de manera contundente.
La elección que está por culminar el 6 de junio próximo va a ser sumamente interesante, no solamente por su importancia cuantitativa, sino por la lección que la ciudadanía va a propinar a los nostálgicos del pasado. Se van a quedar con su frustración a cuestas en su pretendida idea de regresar al régimen de corrupción y de atropellos a los pobres.
Las tendencias demuestran que los ciudadanos están decididos a consolidar los cambios de la Cuarta Transformación y prevalezca la democracia verdadera en todo el país, que ningún obstáculo pueda impedirlo; esos son los objetivos más sentidos de la ciudadanía en la presente etapa histórica por la que atraviesa la Nación.
De nada van a servir los pataleos del INE y el Tribunal Nacional Electoral, va a ser la voluntad soberana del pueblo la que va a prevalecer y va a marcar la pauta trazada por el nuevo gobierno nacional. Contra todos los obstáculos promovidos por la derecha, el pueblo identifica al prianismo como el principal oponente a la democracia y a la elevación social de las capas más humildes de la sociedad, por decisión del pueblo no tendrá tregua hasta conquistar el bienestar de todas las familias mexicanas.
En reconstruir a Sinaloa y a México están empeñados los ciudadanos de este gran país, nada los va a detener hasta conquistar la democracia y el bienestar para todos; sabemos que el pueblo es invencible cuando se propone lograr sus metas. Y, en esa etapa histórica, su lucha encuentra vientos favorables para la 4ª transformación de la vida pública del país. El pueblo no va a desaprovechar esta elección para seguir avanzando en lograr sus propósitos y aliviar sus penurias, consecuencia de la pobreza en que sumieron lo gobiernos pasados.
Como el personaje de Juan Rulfo, el 6 de junio el pueblo le cobrará caro al prianismo el abandono en que lo tuvo.
