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Última colaboración de este 2019, estamos a días del fin de año y como es normal, conlleva una remembranza de lo acontecido en el año. Cuando terminamos algo volteamos a ver el momento en el que iniciamos y depende del resultado obtenido nos sentiremos felices o tristes. En esta ocasión me atrevo a señalar que me siento contento por lo aquí expresado durante el transcurso del año, espero que lo haya disfrutado al igual que yo disfruté escribiéndolo.
El 2019 inició con un Ágora Ciudadano titulado “No es normal”, en el cual mencionaba la “normalización” de ciertos hechos que como sociedad hacemos aun de manera inconsciente. Retomo alguna de ellas:
“No es normal” que si encuentran a una persona sin vida con impactos de balas se piense en que andaba “chueco”.
“No es normal” que los carros y camionetas de lujo, (generalmente sin placas y polarizados) puedan andar por toda la Ciudad sin problema alguno.
“No es normal” que personas sin discapacidad utilicen espacios para estacionamiento destinados a personas con discapacidad. En este punto señalo que por primera vez me tocó presenciar multas a personas que utilizaron estacionamientos destinados para personas con discapacidad en centros comerciales.
“No es normal” las balaceras de fin de año y mucho menos las muertes que lamentablemente ocasionan. Esta Navidad no me tocó escuchar (o por lo menos no como en otras ocasiones) pero esperemos para Año Nuevo, el cual será la prueba de fuego, aun cuando nuestras autoridades quieran señalar que es difícil diferenciar cohetes y detonaciones de armas de fuego.
“No es normal” que se lleguen a ciertos cargos políticos y de repente la fortuna de las personas aumente sin explicación clara (palabra clave clara). Insisto no es, ni debe de ser normal
“No es normal” la cantidad de basura que encontramos en toda la ciudad, ni qué decir de nuestros ríos y playas. En este punto me consta que he visto a jóvenes preocupados por la limpieza de nuestras ciudades. “No es normal” cómo usamos productos de plástico en exceso.
Siguen sin ser normales estas acciones, esperemos que el próximo año encontremos la manera de no seguir normalizándolas.
Si bien no fue un “No es normal”, no podemos dejar de mencionar lo vivido por la sociedad culiacanense el pasado 17 de octubre, que si bien es cierto sacó un gran problema que existe en nuestra sociedad, también sacó mucho de lo bueno que tenemos, definitivamente esperemos no vivir algo similar.
Antes de finalizar señalo que el pasado 25 de diciembre en la madrugada mi hijo tuvo un accidente (nada grave) por lo cual tuve que acudir al Seguro, es normal que ese día pensemos que todo mundo está festejando, pero ignoramos (quizá de manera inconsciente) a la gente que está enferma o cuidando enfermos. Volviendo con mi hijo, recibió una atención excelente de parte de doctores y demás personal que se encontraba laborando.
Espero este próximo año 2020 que estamos a días de iniciar, venga con buenas noticias, buen tino para nuestros gobernantes y nos convirtamos en mejor sociedad. Agradezco a Usted que ha leído esta columna este año y por supuesto a Noroeste por permitir expresar mis pensamientos en este espacio, espero que ambos sigan haciéndolo el próximo año.
P.D. Disfrute a sus seres queridos.
