“Las grandes transformaciones urbanas no nacen por generación espontánea”, dijo Miguel Anxo Fernández, Alcalde de Pontevedra, España, al referirse a los cambios que se deben dar para lograr ciudades seguras para peatones, automovilistas y usuarios de todo tipo en las calles, caminos y espacios públicos. Con más de 20 años en el cargo, el titular del Ayuntamiento gallego habló para los sinaloenses en el “Foro de Movilidad Sostenible” organizado por la Secretaría General de Gobierno, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano del Estado de Sinaloa.
Cercanos a la fecha para la “armonización” de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, expositores y expositoras de gran nivel hablaron sobre modelos exitosos para abordar un tema que en Sinaloa presenta números alarmantes respecto a los accidentes viales y sus lamentables consecuencias. En lo que va de 2022, la autoridad reconoce más de 7,800 accidentes viales, 5,000 personas lesionadas y más de 500 lamentables defunciones. Estos números, lejos de ser desestimados, son parte fundamental en las consideraciones del trabajo legislativo, que diputadas y diputados hacen para presentar en próximos días, el proyecto de Ley de Movilidad para el estado de Sinaloa.
Para sacar una licencia de conducir en Tamaulipas, Chiapas o Nayarit había criterios distintos, en algunos estados como Jalisco sacar una primera licencia era un reto porque se debía presentar un duro examen de manejo teórico y práctico. Las licencias de motociclistas, permisos para vehículos de plataforma y en general para los criterios para la movilidad y seguridad vial son completamente distintos en cada entidad de la República.
Lo mismo el criterio de inversión pública para la infraestructura de las vialidades, cada entidad destina lo que esté en su consideración para construir carreteras, periféricos, pasos deprimidos o desniveles para los vehículos y lo mínimo para los peatones, sistemas de transporte colectivo o de movilidad no motorizada. Esta Ley General busca regular estos criterios en las entidades federativas con un enfoque incluyente, transversal y sustentable. Debo decir que tengo muchas dudas de que eso se pueda lograr a corto plazo.
Y es que, es difícil que las leyes y los decretos puedan replantear los paradigmas y criterios de los gobiernos cuando éstos no tienen verdaderas convicciones de cambio. Otro de los expositores en el foro, el doctor Francesco Tonucci expuso con puntualidad cómo los verdaderos modelos de cambio, nacen en las rupturas de las viejas formas de pensar nuestras ciudades, cambiando principalmente la visión predominante que pone al “automóvil” en el centro de las políticas de movilidad.
El italiano, autor de diversos libros, explicaba que tenemos más de 50 años construyendo ciudades para los automovilistas, los gobiernos hacen planes para el desarrollo de las ciudades dándole total prioridad a la movilidad de un individuo en un automóvil, olvidándose de peatones o sistemas colectivos de transporte, y las consecuencias ya las conocemos; ciudades llenas de autos, colapsadas por el tráfico y con miles de accidentes viales al año, en el caso sinaloense con una letalidad desastrosa.
Bajo estas reflexiones, vale la pena que el Legislativo, el Ejecutivo y los ayuntamientos se tomen su tiempo para ir al fondo, y así, los diputados no legislen a contentillo del término fatal que supone entregar una Ley de Movilidad para Sinaloa al “ahí se va”. Roxana Montalegre, directora nacional de movilidad de Sedatu lo dejó ver; más vale hacerlo bien, que hacerlo de prisa.
Y eso implica pensar y repensar en un sistema de transporte colectivo eficiente en los municipios, infraestructura de movilidad pensada para peatones, ciclistas y motociclistas, revisión escrupulosa del transporte de jornaleros agrícolas, las rutas locales entre cabeceras municipales y sindicaturas, el transporte escolar público o privado, taxis piratas, vehículos de emergencia y todos aquellos temas que se entrelazan en un gran problema público que hoy nos tiene discutiendo, para bien, vías para una solución de fondo. El valor del foro y las ideas ahí expuestas servirán a Sinaloa, bicondicionalmente, si y solo si; A) Se consideran en el proceso legislativo. B) Los gobiernos estatales y municipales priorizan políticas públicas de fondo y forma. Luego le seguimos.