@_martinmoreno / SinEmbargo.MX
Hoy por hoy, el opositor más importante y fuerte del Presidente de México es periodista y se llama Carlos Loret de Mola.
Loret, con sus revelaciones sobre la corrupción con la que se manejan AMLO y la 4T, le ha hecho más daño a López Obrador y a su régimen que toda la oposición junta.
Junto con Felipe Calderón -debido a los traumas personales de AMLO del 2006-, Loret es el personaje más odiado de López Obrador. No exageramos: AMLO odia al periodista yucateco por una razón de peso: Loret y su equipo han investigado, documentado, comprobado y exhibido públicamente los actos de corrupción de la familia presidencial y del Gobierno de la 4T. Han sido atacados, pero no desmentidos.
Al discurrir del sexenio y con sus espacios periodísticos, Loret de Mola se ha erigido, en la praxis y se quiera o no reconocer, en el opositor más fuerte, claro y visible de López Obrador. Con su información es, sin duda, uno de los contrapesos más fuertes del régimen obradorista.
Loret es nieto de político: Carlos Loret de Mola Mediz, quien fuera Gobernador de Yucatán, crítico del Gobierno y quien en 1986 muriera, bajo circunstancias sospechosas, en un percance automovilístico en Guerrero. Su automóvil se desbarrancó.
Luego entonces, ante una sociedad urgida y carente de opciones opositoras ciudadanas y frescas, ¿por qué no pensar en Loret de Mola como candidato presidencial opositor para 2024? Legalmente nada se lo impide. Goza de sus plenos derechos ciudadanos y con academia suficiente para aspirar a una candidatura. Otro cantar es que Loret quiera ser el candidato. Que acepte o no jugar esa carta como opositor de peso frente a AMLO. Esa es otra cosa.
Pero de que puede, puede.
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Cada vez es mayor el clamor popular: en 2024, sea quien sea el candidato o la candidata de la oposición para la Presidencia de la República, habrá que votar por él o por ella con tal de sacar de la Presidencia a Morena y evitar así que durante el próximo sexenio continúe la destrucción democrática-patrimonial- social-institucional de México, iniciada por AMLO.
¿Quiénes quieren ser abiertamente candidatos opositores a la Presidencia y quién podría surgir de las filas ciudadanas rumbo al 2024?
Echemos un vistazo:
SANTIAGO CREEL. Panista respetado y que durante las últimas semanas, contrario a su perfil conciliador y moderado, se ha mostrado más crítico hacia López Obrador. Contrapeso legislativo, inclusive. Ha iniciado ya una estrategia pública y abierta para presentarse como opción opositora para la presidencial de 2024, y es una de las cartas fuertes del panismo tradicional. En 2005, Felipe Calderón lo derrotó en la contienda interna del PAN para la Presidencia. Es alternativa opositora.
LILLY TÉLLEZ. Combativa y frontal contra AMLO y la 4T, ex periodista, Senadora, ha declarado abiertamente su intención de ser la candidata presidencial de la Alianza por México para 2024. En el Senado ha dado fuertes batallas y enfrentado la ira morenista. Memorable fue la arrastrada que le puso a Hugo López-Gatell con motivo de su desastroso papel en la lucha contra la Covid-19. De manera pública ha manifestado su intención de ser la primera Presidenta de México, y que de triunfar, enviaría a la cárcel al propio AMLO y a algunos colaboradores, incluido Gatell. No le tiembla la mano a la hora de cuestionar al actual régimen, a tal grado que el propio López Obrador no quiso ir al Senado por miedo de enfrentarse a Lilly Téllez. Es opción opositora.
ENRIQUE DE LA MADRID. Moderado, hijo de ex Presidente, de la Madrid es considerado opción para 2024, aunque su presencia, discurso y formas políticas no han despertado el entusiasmo esperado. Sin embargo, hay un factor clave a considerar: millones de mexicanos están hartos del discurso de odio, ataques y estridencias de López Obrador desde Palacio Nacional, y no dudarían en votar en la próxima presidencial por una alternativa totalmente opuesta a AMLO: serena, moderada. Podría darse un fenómeno parecido a Trump frente a Biden, donde millones de estadounidenses, hasta el copete de tanta bravuconería de Trump, se inclinaron sin duda por la moderación del demócrata. Y Enrique de la Madrid podría ser esa opción moderada. Es alternativa opositora.
CARLOS LORET DE MOLA. ¿Y por qué no Loret de Mola como opción a la candidatura presidencial, si queramos o no aceptarlo, es el principal opositor ante López Obrador, por encima de cualquier político? “Necesitamos una candidatura ciudadana fresca”, claman las marchas ciudadanas y hasta partidos políticos. Bueno, allí está Loret. Egresado del ITAM en la carrera de Economía, Loret ha sido el contrapeso más importante de AMLO durante el sexenio, al revelar las corruptelas de Pío y Martín López Obrador recibiendo dinero ilegal para AMLO; el enriquecimiento inexplicable de José Ramón López Beltrán, la Casa Gris en Houston y sus conflictos de interés con Pemex para favorecer a la empresa Baker Hugues, de la cual su esposa Carolyn Adams es cabildera; los contratos de la prima presidencial, Felipa Obrador, entre otras muchas revelaciones periodísticas, como el imperio inmobiliario de Manuel Bartlett, amigo y consejero de cabecera de AMLO. A Loret de Mola nada le impediría, legalmente, ser candidato presidencial. Goza de todos sus derechos como ciudadano mexicano. Un dato interesante: AMLO tiene nueve millones 665 mil 944 seguidores en Twitter. Loret: nueve millones 498 mil 675 seguidores. Sheinbaum: dos millones 500 mil 213 seguidores. Si Loret quisiera, sería opción opositora ciudadana y fresca para 2024. Si él quisiera.
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Contrario a lo que pregonan las mascotas de López Obrador -así las llama el propio AMLO-, el 2024 aún no está definido. El régimen socialista del tabasqueño ha sido un desastre y el voto de castigo contra Morena será durísimo en la próxima presidencial. Opciones opositoras irán saliendo. No hay ninguna prisa.
En 2024, el camino se bifurca: dictadura o democracia.
Habrá opciones opositoras, sin duda. Él o ella.
Y nosotros decidiremos.