El año 2022 es crucial para la protección de nuestros océanos y con ello para la protección del planeta y todos quienes lo habitamos.
Después de que -por causas vinculadas a la pandemia por Covid-19 se pospusiera la cuarta ronda (o IGC4) del proceso de negociaciones sobre la Biodiversidad de las Zonas Situadas Fuera de la Jurisdicción Nacional (BBNJ, por sus siglas en inglés) de la Organización de Naciones Unidas, que busca aprobar un Tratado Global por los Océanos para brindar protección a al menos el 30 por ciento de los océanos del mundo para el 2030, por fin se llevará a cabo en marzo de este año.
Sin duda se trata de un momento de gran relevancia, ya que se espera que los gobiernos del mundo finalmente aprueben, después de años de negociaciones, un Tratado que sea sólido y cuente con un compromiso internacional vinculante que ayude a para poner fin a problemáticas como la minería en aguas profundas, la extracción petrolera, la contaminación plástica o la pesca industrial que se suman a amenazas más amplias como el cambio climático.
La comunidad científica ha sido precisa: como mínimo el 30 por ciento de los océanos del mundo deben ser declarados santuarios marinos para 2030. Actualmente está protegido menos del tres por ciento. Necesitamos proteger la alta mar.
Pero ¿por qué es tan importante este tratado? ¿Porque estamos hablando de la urgencia de proteger la alta mar?
La alta mar forma un enorme patrimonio mundial que cubre el 61 por ciento del área del océano y el 73 por ciento de su volumen. Engloba, además, el 43 por ciento de la superficie de la Tierra y el 70 por ciento del espacio vital en el planeta, incluyendo tierra y mar. La vida marina que habita este mundo es el motor de la bomba biológica del océano: captura el carbono en la superficie y lo almacena a gran profundidad. Sin este servicio esencial, nuestra atmósfera contendría un 50 por ciento más de dióxido de carbono y la temperatura del planeta sería tan alta que se volvería inhabitable (1).
Estamos frente a una necesidad y una oportunidad histórica de establecer reglas sólidas para crear y gobernar los santuarios marinos en alta mar con un instrumento internacional legalmente vinculante que permita la protección de la vida marina y los hábitats fuera de la jurisdicción nacional.
Nuestro país forma parte de estas negociaciones. Pongamos las áreas más vulnerables e importantes de nuestros mares fuera de los límites de las industrias más destructivas.
Notas:
30×30 Guía para la protección de los océanos. https://es.greenpeace.org/es/wp-content/uploads/sites/3/2019/04/30x30_Blueprint_report_Exec_summary_spain2.pdf