"Recordando a don Julio Berdegué Aznar"
Uno de los grandes personajes que sin duda alguna cambiaron el rumbo de nuestro puerto es don Julio, conocido así en la sociedad mazatleca.
Don Julio nació en Madrid en una fecha histórica, el 14 de abril de 1931, el mismo día y en la misma ciudad donde se proclamaba la Segunda República de España. La infancia de don Julio fue en un ambiente de guerra. En 1939, después de la caída de Barcelona, frente al empuje del ejército de Franco, don Julio, junto a su hermana Mercedes y su madre, es sacado de España por su padre, el doctor Julio Berdegué Valdor, quien era el responsable del traslado de heridos a través de la ruta de los Pirineos, por donde salieron miles de españoles al exilio.
La familia Berdegué viajó a México en la bodega del barco Flandre, llegando a México el 21 de abril de 1939. En la Ciudad de México los recibió el fondo de Ayuda para los Refugiados Españoles, que le permitió al padre de don Julio, el doctor Berdegué, encontrar un empleo gracias a su noble profesión.
Don Julio siempre tenía un gran espacio en sus recuerdos para su padre, siempre se refería a él como un hombre exitoso y trabajador, y capaz de transformar los peores momentos económicos y políticos en buenas épocas para la familia.
Don Julio tuvo acceso a una buena educación en México. Primero, su padre lo inscribió en el Colegio Español. Luego, estudió en la Academia Hispanoamericana y a los 23 años se graduó como biólogo del Politécnico Nacional. Después de graduarse, recibió una beca para realizar su tesis sobre "Los peces de importancia comercial en el Pacífico", y eso lo llevó a recorrer las costas del noroeste del País, desde Sonora, la Península de Baja California, pasando por Sinaloa. Es en este viaje cuando temporalmente llega al puerto de Mazatlán.
De regreso a la Ciudad de México recibió una beca de la Universidad de California, donde cursó una maestría en Biología Marina de 1954 a 1956. Después de contraer matrimonio con su novia, la señorita Dolores Sacristán, también de origen español, en 1958 se trasladan hacia San Diego, California, donde don Julio, ya profesionista, trabajó como biólogo pesquero en la Comisión Internacional del Atún.
Después de un tiempo, decidió regresar a México, donde acepta un trabajo en Escuinapa, en las empacadoras manejadas por Empresas Pesqueras de Sociedad Mexicana de Crédito Industrial, trasladando a su esposa y a su primer hijo a vivir a Mazatlán.
Teniendo apenas 29 años, don Julio se convierte en director de estas empacadoras en Sinaloa, un puesto que le permitió al futuro empresario de la pesca y de la hotelería conocer el mercado y a la mayoría de los líderes pescadores de la época.
En todos los sitios a los que llegó don Julio lo siguió siempre su gusto por emprender nuevas ideas; en Escuinapa inició la siembra del ostión, en Topolobampo renovó la flota, en López Mateos pescaba mojarras y las enviaba a la venta a la Ciudad de México.
Cuando SOMEX, dueño de las empacadoras, es absorbido por el Gobierno federal, don Julio dejó las empacadoras y se instaló en Mazatlán definitivamente, donde iniciaría sus propios negocios, pero en el recuerdo siempre llevó al primer lugar que le abrió sus puertas en Sinaloa.
En su futuro cercano estaba la pesca; los terrenos donde se construirían los hoteles del Mazatlán moderno aún eran páramos, lejos de los sueños de un hombre destinado a transformar el puerto de Mazatlán.
Recibió en vida múltiples reconocimientos: entre ellos el nombramiento de Secretario de Pesca de México (1965); presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles (1990); fue distinguido con el "Águila de Oro", presea que se otorga al empresario más prominente de México (1981); fue reconocido como ejecutivo del año por Mazatlán y la Cámara de Comercio (1987), y también fue reconocido como "El Empresario Hotelero más prominente de México del año" (1996).
(Lo anterior son datos recabados del portal de Noroeste.com).
Hablar de don Julio es hablar de trabajo, dedicación, esfuerzo y visión hacia el futuro. Es hablar de una persona valerosa, agradecida, un líder natural, con un discurso claro y elocuente. Don Julio era una persona culta e inteligente, que además se destacó como defensor de las especies reservadas a la pesca deportiva.
A los estudiantes de educación media y de educación superior se les debería ilustrar acerca de personajes importantes como don Julio, que vinieron a transformar el paisaje del puerto y también su economía. Don Julio fue un hombre fundamental para el desarrollo del Mazatlán moderno.
Él es el modelo de personas que con empuje, tenacidad, fe y confianza en sí mismo deben de ser ejemplo y guía para las nuevas generaciones de empresarios.
Pareciera que el mes de abril era el mes de don Julio, en este mes nació, en este mes salió de España, llegando en el mismo mes a México, y fue el 21 de abril de 2007 cuando don Julio falleció.
La autora es profesora y licenciada en Administración de Empresas Turísticas