Cuando los Mellizos obtuvieron a Liván Hernández para, teóricamente llenar el enorme hueco dejado por Johan Santana, se pensó que el cubano estaría muy lejos de llenar los zapatos dejados por el doble ganador del Cy Young.
No ha sido exactamente así.
Después de tres salidas, un desconocido Liván supera en números a Johan y aunque esto no implica que la misma tendencia se mantenga durante todo el año, al menos su inicio demuestra que contra lo que se había pensado de él, el derecho tiene todavía mucho que ofrecer.
Liván tuvo una temporada mediocre el 2007 con Arizona en la que lució claramente descontrolado a la vez que muy vulnerable.
Pero sin duda ha hecho sus ajustes porque en 21 innings sólo concedió un boleto y tiene marca de 3-0 y 2.57, en una liga mucho más ofensiva.
Santana en cambio, perdió dos de tres salidas, incluso en su debut de ayer en Shea Stadium donde el poderío cervecero lo sacudió con tres jonrones y cinco carreras.
El venezolano, a quien se le consideran amplias posibilidades de ganar el Cy Young, está ahora con 1-2 y 3.05, tras perder su segunda apertura consecutiva.
En este inicio de temporada, muchas cosas parecen andar al revés, pero las aguas deben volver a su cauce durante el larguísimo rol de 162 juegos.
Por ahora, muchos de los supuestos favorito siguen en el tobogán, mientras los resultados sorpresivos son el pan de cada día en los diamantes de grandes ligas.
Los desconcertantes Tigres de Detroit fueron mantenidos sin imparable durante 7 1 /3 entradas por un lanzador, como Gavia Floyd, que nunca en su carrera había ido más allá de la séptima.
Pero por estos días todo le pasa a Detroit que sólo ha ganado 2 de 11 juegos, un inicio muy similar al del 2003 en que perdió sus primeras nueve decisiones.
Floyd entró al juego con record de 9-10 y 6.24 de efectividad, 184 2/3 innings lanzados, 216 hits recibidos, 85 bases por bolas y 126 ponches.
Números más bien mediocres.
Pero por poco y le lanza juego sin hit a unos felinos que en teoría lucen colosales, pero indefensos en el campo.
Aquí lo que se ve a simple vista es que las nuevas piezas no han terminado de encajar en la maquinaria. No se ha logrado pues, ese vital ‘team work’ tan necesario para que un equipo funciones.
“No se ve química ni siquiera en la práctica de bateo”, admite el mánager Jim Leyland, quien dice sentirse avergonzado y se pregunta si sus jugadores también lo están.
Hoy, Óliver
Los Cerveceros de Milwaukee batean apenas .179 (75-13) de por vida frente a Óliver Pérez y es posible que el sinaloense tenga hoy otra salida de calidad ante ellos.
Pero, ¿podrán los Mets darle el suficiente apoyo?
El equipo se ha visto acosado en los últimos días por lesiones, que no le han permitido rendir a un 100 por ciento.
El segunda base Luis Castillo regresó ayer luego que su adolorida rodilla derecha lo dejó tres días fuera.
Y el torpedero José Reyes dejó el juego del viernes y ayer no jugó, afectado por una tirantez en su corva izquierda.
Óliver tendrá de rival a Jeff Suppan, quien no ha mostrado ser un lanzador efectivo en gira. El año pasado tuvo 3-9 y 5.38, mientras la oposición le bateó .299.
Son simples estadísticas que sirven de indicativo, aunque con mucha frecuencia terminan en el cesto de la basura.
¡BUENOS DÍAS!
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