"Desaparecen 40% de casas históricas: INAH"

CULIACÁN._El 40 por ciento de las viviendas que fueron cons­truídas previo o durante el Porfiriato en la Ciudad, y eran consideradas históri­cas, han desaparecido para convertirse en comercios o estacionamientos.
María de los Ángeles Heredia, titular del Centro INAH Sinaloa, señaló que actualmente están cataloga­das aproximadamente 460 viviendas como históricas por el Implan y el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
"Yo creo que en Culiacán un 40 por ciento de inmue­bles se han de haber destruí­do", dijo, "nosotros no hemos dado autorizaciones para estacionamientos, pero ya estaban unos 15 estaciona­mientos que eran inmuebles históricos".
Señaló que el problema se presenta por falta de infor­mación de propietarios de fincas, así como insensibili­dad para preservar las caso­nas, una de las cuales, situada en la calle Antonio Rosales, en el Centro, fue semides­truida el pasado domingo.
"Yo pienso que es falta de información, de valorar lo que tienen, porque si vieran el potencial que tiene un edi­ficio histórico en cuanto a lo que puedan hacer allí, como un restaurante, y hace falta influir más en la dinámica
para que sepan cómo pueden aprovechar el patrimonio para sostenerse", afirmó.
Aseguró que en el primer cuadro de la Ciudad prolife­ran los estacionamientos en sitios que eran históricos, y es necesario que el Implan y Desarrollo Urbano impidan que siga ocurriendo, y que se publique el catálogo de Inmuebles Históricos para crear conciencia sobre la conservación de los mismos.
"Aquí el tema es que como que viene una oleada de que­rer tumbar el interior de los edificios, dejar el esqueleto y poner estacionamientos, y eso es lo que no queremos; habíamos quedado con el Implan que íbamos a ana­lizar el Centro Histórico, y planear bien donde se nece­sitan estacionamientos, dón­de se van a ubicar y no dar permisos arbitrariamente".
Dio a conocer que la des­trucción de las fincas se pre­senta los fines de semana, vacaciones y días festivos, pese a que la sanción va des­de cárcel hasta multas eco­nómicas.