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"VÍCTIMA COLATERAL"

"Le toca una bala mientras desayunaba"

"A unos metros del atentado a ex Secretario, una mujer salió herida cuando una bala entró por la ventana mientras desayunaba y la hiere"

En una esquina de la colonia Nueva Vallado, una mujer acaba de recoger los restos de un vidrio del antecomedor de su casa, en pedazos y en polvo, que estalló para irrumpir la tranquilidad de un desayuno pasada la mañana.

A escasos metros del lugar donde atentaron contra el comandante Juan Antonio Murillo Rojo ex jefe de la policía en Mazatlán y en Culiacán, una mujer fue herida por un tiro en el brazo derecho.

"Yo estaba allá adentro; a mi carnala le pegaron aquí en el brazo", asegura uno de los vecinos.

"No miré ni los carros yo, sólo oímos el balazo, estaban desayunando, ahí está el balazo, se quebró una ventana y quedó en la mesa".

"Agarré a la jefa y me la llevé para el cuarto; las dos estaban comiendo ahí en la mesa y le pegó un tiro… botó y aquí", dijo y se señaló el brazo.

"Ahí había gente en los tacos y se fueron para allá".

En la calle por donde ocurrió el atentado había una taquería abierta. Pese al operativo militar y policiaco en el lugar, ya con los peritos recogiendo evidencia, quienes atienden aseguraron no sentirse seguras y se retiraron.

"Yo lo que quería era estar allá abajo (de las mesas)", dijo una de las que atienden el lugar.

"Estaba todo normal, pero desde que se oyó todo, corrimos a tirarnos al piso, ¿qué otra cosa podíamos hacer?, imagínense que saliera una bala, como  la señora que estaba ahí le tocó una bala".

Las vendedoras se marcharon apresuradas y otro de los vecinos explicó su temor.

"Tiene miedo la gente hablar, porque como la seguridad no es real, puede hablar ella y de ahí venir por ella, por eso teme la gente a hablar", explicó.

Según el vecino, la balacera se escuchaba desde calles atrás.

"¿Del Soriana? Dicen que desde allá se oía la balacera, es que para allá se oía el eco, para acá no se viene el eco, creían que eran cohetes o un rotomartillo la plebada", expresó.

"Ahí ahora le tocó a gente del gobierno, a ver si ahora sí sirven las cámaras y eso".

Al lugar, pese a que ha pasado ya una hora del hecho violentos, siguen llegando personas con dudas por la presencia de los militares, marinos y policías municipales. Calles aledañas al lugar había operativos relajados de las policías Estatal y Ministerial.

"Hubo una balacera", casi grita uno de los mirones para alguien que recién llegó, "se llevaron a todos heridos. Ahí están los carros parados, fue a la hora más o menos del kínder, dice la gente, de chingadera no había niños".

"Los camiones ahí dan vuelta, pero normalmente en el lapso de la balacera, pasan tres camiones por aquí, Lomita, Vallado y Villa Universidad".

Otra joven mujer llegó al lugar y aseguró llevar prisa porque a su cuñada le "tocó" un balazo.

¿A quién le tocó un balazo, dices?, pregunta una vecina que recién llega. "A mi cuñada", responde una joven mujer.

"A la güerita”, completa otro de los mirones.

¿En dónde? Aquí, y señala el brazo encima del codo izquierdo.

"Estaba desayunando ella", intenta relatar la ama de casa quien ha dejado pasar con cierta precaución.

"Ya barrí todo, ya limpié todo, porque no ha venido nadie", dice en referencia a los peritos que laboran recogiendo evidencia a 40 metros del lugar, donde estaban detenidas y mal estacionadas las camionetas con evidencia de la balacera.

"Pero ahí está donde pegó el balazo.... ¿quiere ver en la mesa?", pregunta y abre la puerta.

"Acabo de recoger su taza de café, donde estaba tomando ella su café".

"Estaban desayunando", repite casi en automático.

"Y acabo de recoger todo, ahorita recogí vidrios y todo. Empezó a las 12 y media; estaba mi suegra también, estaban desayunando".

"Ella dice que vio mucho humo, pero es que pulverizó la bala el cristal; lo pulverizó, y yo creo que el impacto fue de rebote", señala un hombre mayor, quien también habita la casa.

Relata y lleva su mano a la cara, en señal de preocupación.

"A como estaba ella de frente, no le dio en un órgano, porque estaba de frente", repite la mujer en la sala de su casa.

El atentado fue dirigido a Murillo Rojo, ex Secretario de Seguridad Pública de Culiacán y de Mazatlán hasta hace cuatro días.

El ataque se perpetró por un grupo de hombres, algunos encapuchados, que viajaba en una decena de camionetas; según testigos el convoy cerró el paso y rodearon la camioneta en que viaba Murillo Rojo, para luego dispararles con fusiles AK-47, "cuerno de chivo", y pistolas.

 

ASÍ LO DIJO

"Estaba todo normal, pero desde que se oyó todo, corrimos a tirarnos al piso, ¿qué otra cosa podíamos hacer?, imagínense que saliera una bala, como  la señora que estaba ahí le tocó una bala".

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