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"ENTREVISTA"

"El nuevo Fiscal: ni Quijote ni llanero solitario… menos niño Dios: Pérez de Acha"

"A la institución que recibe Alejandro Gertz Manero le cayó una bomba atómica, advierte el abogado Luis Manuel Pérez de Acha; llevará décadas reconstruir una real procuración de justicia en el país, anticipa"

CULIACÁN._ No, no es una “papa caliente” la que tiene en sus manos Alejandro Gertz Manero, el primer Fiscal General de la República. 

Lo que recibe es una institución “a la que le cayó una bomba atómica encima”, concluye el abogado Luis Manuel Pérez de Acha, el sinaloense finalista de una contienda de altos vuelos: la de la elección del nombre, del rostro, que capitaneará una de las áreas más desprestigiadas del Gobierno federal: la de la procuración de justicia.

Y que ahora será la Fiscalía, que pondrá fin a “La PGR”, esas tres letras que juntas, son sinónimo de desprestigio, ineptitud, corrupción, fracaso…

 

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Las fallas del proceso 

Activista clave en litigios contra la corrupción en los últimos años, Pérez de Acha narra en entrevista conNoroeste la experiencia de participar en este proceso inédito, las entrañas del mismo, el rol que jugará la nueva Fiscalía y el capitán de una nave a la deriva, Gertz Manero, y los retos por venir.

Pérez de Acha fue el único sinaloense que llegó a la final. “No nos tocó, a esperar otra oportunidad”, dice.

De la entidad fueron tres los participantes. Además de Pérez de Acha, Josué Ontiveros y Mónica Cecilia Luna Barrientos.

En el proceso se registraron 50 candidatos. Tras un primer filtro, el Senado seleccionó a 27. Luego quedaron diez, entre ellos Pérez de Acha.

De la lista final, el Presidente Andrés Manuel López Obrador propuso una terna al Senado, de la que resultó Gertz Manero.

 

¿Qué experiencia te deja este proceso?

En términos generales la experiencia fue muy buena, muy satisfecho del trabajo realizado y el nivel alcanzado, sobre todo si consideramos que carecí de apoyo político.

 

¿No llevabas “padrino”?

No, ningún padrino, y eso me dejó muy gratificado, porque sentí la solidaridad e impulso de abogados, amigos, de paisanos sinaloenses, de la familia, de propios y extraños, conocidos, desconocidos, de las redes sociales, el saldo que obtengo de todo esto es positivo y con ganas de seguir dando la pelea para cuando haya otra oportunidad, que quizá sea pronto.

 

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¿El proceso no traía ya “dados cargados”?

Esa es una aproximación, en la medida que nos apuntamos, que terminamos siendo 27 los aceptados, teníamos la certeza de que participaríamos en un proceso abierto y yo así lo sentí.

Sí, desde un principio estuve consciente de que no llevaba todas “las de ganar”, no traía apoyos, se hablaba de un personaje entonces, del maestro Bernardo Bátiz, que sería el Fiscal; de último momento apareció Gertz Manero.

Sí fue un proceso que dejó cosas a deber, fue un proceso demasiado rápido, el plazo de registro del 24 al 31 diciembre mostró esa prisa, se detonó de manera inmediata; faltaron algunas reglas previas establecidas con claridad, las comparecencias también dejaron mucho qué desear, una presentación de 10 minutos es insuficiente.

Yo extrañé mucho un debate, preguntas y respuestas de los senadores, también extrañé la participación de sociedad civil, que de última hora las organizaciones decidieron no participar; me parece que se desaprovechó la oportunidad de colocar temas, e insistir en puntos de la agenda que las organizaciones traen, en fin.

Nunca vamos a encontrar un procedimiento perfecto, si perfectible; yo creo que uno de los aspectos que a mí parecer faltó es un poco más de pausa en las comparecencias, más pausa en la elección de la terna, pero recapitulo, para mí el proceso me dejó satisfecho y con ganas de participar en la siguiente. Tengo la mano levantada.

 

Voto de confianza

¿No fue un proceso de simulación esto?

No, si lo considerara así, me estaría descalificando a mí mismo, como que fui un “palero” del proceso.

 

Pero “estaba cantado” que la decisión final de AMLO estaría entre Gertz Manero o Bernardo Bátiz…

Pues era el entendido de los que participamos, que teníamos algunos elementos en contra, ya esa etapa se concluyó.

Ya tenemos fiscal, el proceso fue deficiente, que estuvieron los “dados cargados”, puede que sí, que no, depende de la percepción que se tenga; ¿qué sigue?, qué vamos a plantear, en qué vamos a apoyar al fiscal, en qué lo vamos a criticar, pero con razones

En toda esta etapa ya van casi cinco años desde que se hizo la reforma constitucional en febrero de 2014, que lo que ha imperado son adjetivos y descalificaciones, ese descalificativo que se le pone al fiscal, ya hay que desecharlo; pensar qué sigue, de manera constructiva, propositiva, sin ser obsecuentes ni aplaudidores, pero con razones, apertura, hay intransigencia en la discusión.

Lo digo en ambos sentidos, en el Congreso se cerraron a las puertas a las organizaciones de la sociedad civil, y las organizaciones de la sociedad civil cerraron la posibilidad de ser escuchadas, creo que así no se va allegar a ningún lado.

 

¿Cuando te refieres a descalificaciones es lo por lo del “fiscal carnal”, que se le atribuye a Gertz Manero (por su cercanía a AMLO)?

Yo no quiero usar descalificativos, no quiero caer en ese juego.

 

¿Tú estás por darle el voto de confianza?

Claro, él afirmó y prometió ante el pleno que traía la autonomía en la piel, en la genética, entonces vamos a darle el voto de confianza, es un señor, yo lo respeto mucho en lo personal, profesionalmente, hay que darle un voto de confianza, y en lo que vaya fallando darle los argumentos sin colgarle adjetivos.

Esa parte de los adjetivos hay que eliminarla, no vamos a construir nada este camino, si vamos por la descalificación de la persona, la descalificación de la institución, estamos pateando el avispero.

 

¿No te ha invitado a colaborar con él?

Yo le hice una oferta al maestro Gertz Manero, colaborar en lo que pueda en la construcción de la Fiscalía, pero como externo, no incrustado en su equipo de trabajo.

Él me sugería que buscara yo la Coordinación General, o en la Fiscalía Anticorrupción, pero debe existir la apertura para que él integre su equipo, desde fuera hacerle propuestas, llevarle ideas y también en cuestionarlo de manera franca, sincera, sin traer agenda.

En la medida que la fiscalía quede fortalecida habré cumplido bastante de mi trabajo en el proyecto por haber participado en el proceso de selección.

 

Las paradojas

¿Cuál es el principal reto que tendrá el nuevo fiscal?

Wow. Primero el gran, gran reto es de carácter administrativo; hacer una transferencia de inmuebles, del mobiliario, transferir 300 mil expedientes, carpetas de investigación de averiguaciones previas que traía la anterior Procuraduría General de la República, hacer una depuración de expedientes, determinar en qué casos no se va ejercer acción penal.

Se debe descartar aquellos casos en que se está persiguiendo personas inocentes, eso tiene que hacerse inmediatamente, porque se ha hecho una persecución política y de inflar las estadísticas persiguiendo gente inocente o de bajos recursos económicos, no puede ser un propósito ese de la Fiscalía General.

El otro gran reto es la transferencia de recursos humanos, se tienen que hacer evaluación de los perfiles, personales, profesionales y de honorabilidad de los Ministerios Públicos que ahora se llamarán fiscales, de policías de investigación, de los peritos, que cumplan los perfiles, que pasen las pruebas de confianza, pero al mismo tiempo que se hace ese trabajo se tiene que construir un servicio profesional de carrera, que marca la ley, donde se re dignifique el trabajo de MP, policías de investigación, de peritos y se les garantice estabilidad en el trabajo, se le remunere adecuadamente y que se combata la corrupción, es un problema intrínseco en la procuración de justicia.

 

Diría la gente, ¿es una “papa caliente” esa, no?

¡N’ombre! yo utilizo otra expresión, la PGR es una institución a la que se le lanzó la bomba atómica y sólo quedaron cenizas radiactivas, y a partir de ahí hay que construir a la institución, una tarea nada fácil.

Además, hay la expectativa ciudadana de que se den resultados rápidos en grandes temas, casos Obredecht, Ayotzinapa, Tlatlaya, los huachicoleros, ahora la explosión Tlahuelilpan, entonces están esos rezagos, los grandes casos de corrupción, pero también el gran problema que se tiene con el narcotráfico.

Mi propuesta era cambiar la sangrienta e ineficaz guerra contra el narcotráfico, por una política de aseguramiento de activos, del crimen organizado, combatir las “empresas fantasmas”, el lavado de dinero, la agenda es muy basta y muy pesada.

 

Gertz Manero no deja de ser un hombre grande, de 79 años, ¿no lo ves como una limitante la edad, dado que el nombramiento es por 9 años?

He escuchado mucho ese discurso. Yo conozco al maestro Gertz, es un hombre muy lúcido, fuerte para la edad; yo lo que valoro mucho en él la experiencia, y donde hay poner el signo de interrogación o los focos, es quién se va equipo de trabajo, para mí ahí está la clave.

En esos 10 que serían los allegados próximos inmediatos, de 24 horas por siete días a la semana. Ahí está la clave.

El trabajo del Fiscal General es de liderazgo y de una proyección de imagen de respetabilidad, se requiere presupuesto, pero en realidad quien va a ser la chamba es el equipo, es un liderazgo de equipo, quiénes van a ser esas personas, el fiscal anticorrupción, el fiscal de delitos electorales, el fiscal de derechos humanos, el coordinador general dentro de la institución, es la pieza clave, central en términos operativos dentro de la institución.

Hay quién voltear quién será, no es tanto la edad del fiscal, sino la solidez del equipo de trabajo, de los diez primeros, y ahí ver la estructura, pensar que un llanero solitario, un Quijote va a resolver el problema de la fiscalía, es una fantasía, es algo irrealizable.

No hay que descalificar al maestro Gertz Manero por la edad, hay que cuestionar y estar atentos de quién será su equipo de trabajo.

 

Ahora que aludes que cayó una bomba atómica sobre lo que será la Fiscalía, ¿alcanzan nueve años para restaurar esta institución?

--Definitivamente no, para nada, es un tema de décadas; y aquí viene una gran paradoja, que es una institución a la que le vamos a tener que tener paciencia, y la paradoja es que no podemos tenerle paciencia a la vez, es decir, el problema está en los resultados, la desconfianza ciudadana hacia los órganos de procuración de justicia, entiéndase PGR, que será trasladada la desconfianza a la Fiscalía, es prácticamente al 100 por ciento, nadie confía en la PGR, en la federal o de los estados.

Hay un problema en la procuración de justicia que es sistémico, ¿cómo se va a rehabilitar eso?, ¿así porqué iba a llegar un ‘niño Dios’ a ser fiscal general?, en primer lugar, no hay un ‘niño Dios’ para eso.

¿Cuál era el mejor candidato?, me preguntaban. Yo decía, de la conjunción, de la mezcla que se hubiera hecho de los 27 aspirantes registrados, hubiera salido un fiscal general más o menos ideal, haciendo una suma de todos.

 

PERFIL 

Luis Manuel Pérez de Acha es egresado de la Escuela Libre de Derecho de Sinaloa y cuenta con un Doctorado en Derecho por la UNAM desde 2008.

Entre 1980 y 1988 trabajó en cuatro despachos privados, especializándose en amparo, litigios fiscales y administrativos.

Posteriormente fundó su propio despacho.

Desde 1997 participa en organismos no gubernamentales, en los que se ha destacado por emprender acciones contra la corrupción.

Del 2012 a la fecha participó como asociado y presidente en Justicia Justa A.C., asociación cuyo objetivo es el combate a la corrupción en el sector salud y desde el 2014 como asociado en Acciones Colectivas de Sinaloa, A.C.

Desde el 2017 integró el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción, al cual renunció para buscar la Fiscalía General de la República.