Noroeste explicado
La semana pasada abordamos el tema de la objetividad y la neutralidad, y en un afán de ampliar sobre ello deberemos abordar la diferencia entre notas y columnas de opinión, pues aunque la mayoría de los lectores lo tienen claro, aún recibimos cuestionamientos al respecto.
"Los reporteros escriben noticias informativas, entrevistas o crónicas. Los editorialistas y columnistas escriben piezas de opinión o análisis. No son lo mismo", se establece en el Manual de Estilo de Noroeste.
Y efectivamente así es. Las columnas o artículos de opinión son escritas usualmente por colaboradores externos al medio, quienes no son empleados, pero sí mantienen una relación profesional con la empresa.
La mayoría de las veces son especialistas en el tema, quienes hablan de asuntos políticos, económicos, culturales, deportivos, comunitarios, o de cualquier otra índole. A veces llevan nombre las columnas y a veces no, pero siempre aparecen firmadas y su contenido es la opinión personal de quien lo escribe, no necesariamente la postura del medio en sí.
En el caso de Noroeste hay dos columnas que sí reflejan la postura del medio. La primera es la Editorial, que se publica de lunes a viernes en la página de Opinión de la sección A del periódico impreso. Ahí, Noroeste establece una postura o un cuestionamiento de temas de actualidad.
Otra columna que es institucional es Malecón, firmada por El Centinela, donde un grupo de periodistas de Noroeste escribe, opina y da información sobre hechos y personajes públicos.
Las columnas o artículos de opinión se publican en todas las secciones, pero incluso para diferenciarlas llevan un estilo gráfico diferente a las notas informativas o reportajes, pues es importante dejar esto en claro a los lectores.
Las notas informativas y reportajes, en cambio, que son la mayor parte de los contenidos del periódico y la edición digital, son trabajadas y escritas por los reporteros de Noroeste, quienes son empleados en la nómina de la empresa y tienen una relación laboral fija con nosotros.
A diferencia de las columnas de los colaboradores, las notas y reportajes no pueden llevar la opinión del periodista, sino que su información está basada en hechos, documentos y declaraciones de fuentes, así como en observación directa y comprobada del periodista.
En este tipo de piezas periodísticas no usamos adjetivos, ni frases que editorializan o dan opiniones, pero sí pueden llevar el análisis del periodista, siempre y cuando sea basado en hechos y datos comprobables.
En el periodismo siempre han existido ambos géneros: el de opinión y el informativo, porque ambos ayudan al lector a formarse una idea más clara de lo que acontece y cómo afecta o ayuda a su vida diaria.
Un ataque más
Esta semana que concluyó, el periodismo de Noroeste sufrió un nuevo ataque. Nuevo, pero no novedoso, ya no nos sorprende que nuestro periodismo crítico sea objeto de ataques, pero siempre es importante no dejarlo pasar.
En esta ocasión la agresión fue en redes sociales a nuestro cartonista fundador Gilberto Ceceña. No es la primera vez que usan los infundios en redes para atacar a Ceceña y lo mismo ha ocurrido con otros periodistas de Noroeste.
Es, digamos, una nueva modalidad en México de agresión a los periodistas. Es decir, ya no sólo matan, secuestran, golpean a un periodista, ahora la manera más "fácil" y burda es buscar denostarlo a través de las plataformas digitales, a través de Facebook, de Twitter o de WhatsApp. La descalificación pública y el escarnio como arma, con base en mentiras, en manipulaciones o en lo que sea, pero el objetivo es el ataque en sí.
La reputación lo es todo para los periodistas rectos, independientes, íntegros, por eso los que se sirven del poder saben que es fácil intentar desacreditarlos a través de redes sociales.
Ya en este espacio hemos planteado que este año electoral va a ser más complicado en ese sentido, pues los ánimos se encienden y la "sensibilidad" de los políticos y sus seguidores está a flor de piel. Los periodistas críticos suelen ser el blanco de grupúsculos de inconformes que no soportan esa crítica.
Sin victimizarnos, pero sí denunciando, es como enfrentamos estas situaciones. Sobre todo aludir a nuestros lectores para poner en claro el ataque y no dejarlo pasar.
Estaremos atentos, pues esta agresión en esta modalidad no ha sido la primera que sufrimos y sabemos que no será la última.