La ingrata labor de mediar es el título de la columna que publicó la Defensora del Lector del periódico El País, el 3 de junio de 2017.
Lola Galán refirió que ejercer esta labor no es algo gratificante, porque el Defensor del Lector se convierte en un personaje incómodo en la misma redacción del periódico. Mediar nunca es fácil, porque se sitúa uno entre dos fuegos. Sin embargo, es una labor que no conviene eliminar, sobre todo en estos momentos en que existe mayor facilidad para recibir la retroalimentación del lector.
Galán retomó dos temas en su columna: la desaparición de la figura del Defensor del Lector en el diario The New York Times y la diferencia existente entre el periodismo de la edición impresa y el de la digital.
La ingrata labor de mediar
"Hace meses que la organización que agrupa a los Ombudsman de Prensa (ONO) constataba con preocupación la desaparición progresiva de esa figura en los medios de Estados Unidos. A la tendencia se suma ahora la biblia del periodismo mundial, The New York Times, que ha prescindido del cargo de public editor de la noche a la mañana, desatando la polémica. La propia ONO deploraba el viernes una decisión, 'que no favorece los intereses de libertad, independencia y credibilidad de la prensa'.
Liz Spayd, la sexta defensora del lector del Times, había tropezado con los habituales problemas de un cargo independiente que no convierte a quien lo ejerce en la persona más popular de la Redacción precisamente. En la despedida que colgó en su blog el viernes, Spayd deja constancia de sus dudas sobre las verdaderas razones que han llevado al Times a tomar tan drástica decisión: '¿Se ha cansado la dirección de esta clase de recomendaciones, o simplemente busca un nuevo modelo?'.
El Times estableció el cargo de public editor en 2003, en medio del colosal escándalo provocado por los reportajes inventados y los plagios de su reportero Jayson Blair. Para entonces, el Defensor del Lector llevaba 18 años funcionando en EL PAÍS, y seis en The Guardian. El dueño del Times, Arthur Sulzberger, ha justificado la decisión apelando al valor de las redes sociales, que son ahora, ha venido a decir, quienes ejercen el verdadero control de calidad en la prensa. Pero es obvio que ese control colectivo será ineficaz si no es sintetizado, analizado y evaluado de forma independiente por alguien con la autoridad necesaria para pedir explicaciones a la dirección en caso necesario.
Lo cierto es que en tiempos de transformación como los actuales, es más necesario que nunca dar voz a los lectores, que se declaran, a veces, confusos con los cambios que impone la era digital en esta profesión. Recibo con frecuencia mensajes que apuntan con preocupación a las diferencias que se observan entre el diario impreso y la web. 'EL PAÍS funciona como una plataforma de producción de información', explica David Alandete, director adjunto, 'que se distribuye principalmente de forma digital en nuestra página web o en plataformas como Google y Facebook. De todas las noticias que EL PAÍS publica a diario, una selección se incluye en la edición impresa, que tiene su propio equipo de editores. Cada formato tiene sus necesidades y esto genera diferencias lógicas de elementos tan dispares como titulación o extensión, que no suponen un menoscabo de la calidad del contenido'.
La decisión tomada por el dueño del 'Times' ha desatado la polémica.
La edición impresa y la digital
"Los cambios son inevitables, pero deben respetar las normas periodísticas. La pasada semana recibí varias quejas por el titular que encabezaba en la web el domingo, 21 de mayo, el artículo del escritor Javier Marías. La peligrosa parodia era su título impreso en El País Semanal, pero en la portada digital pasó a ser: Podemos es lo más parecido a la Falange desde que feneció la Falange. Un lector, Diego Pérez Bacigalupe, que me escribió desde Praga para deplorar el cambio, me preguntaba de quién había sido la idea. La frase fue elegida por el equipo que se ocupa de la versión digital, cuyo responsable, Alberto del Campo, me explica al respecto:
'Los titulares de la portada de la web no pueden atenerse siempre a los criterios que rigen la edición en papel. En primer lugar porque en la primera página de la edición impresa se apuesta por cuatro o cinco temas, mientras que la portada de la web es un inmenso escaparate con 70 u 80 temas. Ante esta cantidad de contenidos, con una jerarquía menos clara que en el papel, porque se entremezcla al mismo nivel la última hora con lo importante y lo no tan importante pero sí interesante, necesitamos que los titulares sean lo más atractivos posibles para reclamar la atención de los lectores'. Del Campo asegura que una práctica habitual en los artículos de opinión es titularlos con una frase del texto. Y es lo que se hizo con el de Marías.
Entiendo las razones de Del Campo pero creo que en esta ocasión la frase elegida daba una idea falsa del artículo que, partiendo de las portadas de los diarios, pasaba revista al panorama político actual".
Resultados de beisbol
Un suscriptor culiacanense se quejó porque en la sección Score del viernes 5 de enero no se incluyeron los resultados de los otros encuentros de beisbol de la Liga Mexicana del Pacífico, sino solamente los del cotejo del equipo Tomateros, que estaba jugando en Jalisco. Su texto fue el siguiente:
"¡Paren la prensa... Paren la prensa! Quedaron fuera los resultados de Hermosillo vs Navojoa y de Mazatlán vs Mexicali (localistas los editores de deportes a más no poder)".
Tiene razón el suscriptor, pues en la página 5D solamente se publicó el resultado de Tomateros de Culiacán contra Charros de Jalisco. En cambio, en la edición de Mazatlán, sí se publicaron todos los resultados en la página 5D.
Lo que no viene
En la portada principal del lunes 1 de enero, en ambas ediciones, se publicó una columna de información útil titulada "Lo que viene", sobre varios eventos que se celebrarán en 2018.
"Lo que viene: Olimpiadas de Invierno, 9 de febrero; Tianguis Turístico, 16 al 19 de abril; Boda del Príncipe Harry, 19 mayo; Inicia el Mundial Rusia, 14 de junio; Elecciones, 1 de julio".
Es difícil tener presentes todos los eventos importantes que tendrán lugar este año; sin embargo, se dejaron fuera otros eventos que generan muchas expectativas. Por ejemplo, en Culiacán se celebra el 29 Maratón Internacional, el domingo 21 de enero. Al menos, en la edición de Culiacán se podría tomar en cuenta ese acontecimiento. En la edición de Mazatlán se podría anotar el XX Maratón Pacífico.
Otro evento internacional que se espera con ansias por muchos aficionados es el Super Bowl LII, que se celebra el domingo 4 de febrero, en el U.S. Bank Stadium, de Minneapolis.
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